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Cada sociedad posee una serie de normas acerca de las conductas deseables e indeseables que pueden realizar los individuos. Las nociones de bueno y malo están profundamente arraigadas en los individuos y la sociedad presta una gran atención a que la gente adecue sus conductas a las normas compartidas.

Ninguna sociedad carece de esas normas que constituyen lo que se denomina la moral o la ética.

Moral o ética: normas o reglas que regulan la conducta humana hacia los otros en sus aspectos más generales. Las normas morales son las únicas que regulan la conducta humana, ya que también hay regla sobre los usos sociales, normas jurídicas, mandatos…

La moral está formada por el conjunto de las normas más generales que regulan la conducta entre los individuos. Dado que los individuos viven en sociedad y tienen intereses que pueden no coincidir con los de otros individuos es fácil que se produzcan conflictos y es necesario entonces establecer regulaciones para organizar la convivencia.

La moral es necesaria ya que los seres humanos (como todos los mamíferos sociales) viven en un sistema social jerarquizado en el cual hay unos individuos que ocupan posiciones preeminentes respecto a los otros y tratan de mejorar sus posiciones.

Los animales establecen un sistema de jerarquías que dan acceso diferenciado a los recursos escasos. Los que ocupan las posiciones dominantes tienen un acceso prioritario a los recursos escasos (comida, lugares de descanso, acceso a las hembras…). Para evitar conflictos existe un sistema de regulaciones innatas sobre cómo relacionarse con los otros y los miembros de una misma especie compiten y luchan por alcanzar lugar preeminentes, pero la lucha tiene unas reglas y en muchos aspectos un carácter simbólico. El individuo que se ve derrotado suele retirarse de la contienda y realizar conductas de apaciguamiento hacia el vencedor que son indicativas de sumisión y que llevan a que el individuo dominante detenga la agresión, con lo cual las contiendas generalmente no producen daños irreparables en el vencido y raramente terminan con la muerte. Existen unas reglas en el establecimiento de la dominancia que al mismo tiempo que la determinan, preservan la integridad de lo individuos del mismo grupo.

Los hombres conservan tendencias innatas muy básicas, pero la cultura les ha dado formas de manifestarse mucho más variadas que en otros animales y ha hecho que las regulaciones innatas pierdan su efectividad. Los hombres son también más capaces de representarse su propia acción y de anticiparla, así como de elaborar planes complejos para alcanzar sus objetivos. Por ello tienen más posibilidades de elegir, incluso conductas que les pueden provocar perjuicios, es lo que se entiende como libertad.

Las reglas establecen hasta dónde puede llegarse y qué es lo que no debe hacerse respecto a los otros para preservar la existencia del grupo y también la del individuo dentro de él.

La moral establece conductas positivas hacia otros hombres, pero en muchas sociedades hay unas reglas distintas hacia los miembros del propio grupo, que deben se tratados de una forma positiva y hacia los miembros de otros grupos que pueden ser considerados como enemigos y que pueden ser más fácilmente aniquilados. Los hombres han establecido formas de agresión social, como la guerra, que tienden a destruir el poder o a someter a los miembros de otros grupos, pero aún en la guerra se han dotado de algunas normas, que a ves han sido plasmadas en convenciones que tienden a evitar la crueldad innecesaria con los vencidos. Lo que ocurre es que muchas veces esas reglas no son respetadas.

La moral tiene en su base componentes innatos no despreciables pero que han sido moldeados por la cultura y por la forma de la sociedad. Las normas son implantadas por los otros para ser poco a poco interiorizadas por el propio sujeto. Se van interiorizando progresivamente y finalmente no es necesario que exista una presión exterior para su cumplimiento.

Las normas sociales

Categorías básicas:

Las normas convencionales regulan usos sociales como las formas de vestir, el saludo, el cuidado de los niños, costumbres… y presentan bastantes variaciones de unas sociedades a otras o entre grupos sociales de una misma sociedad.

Las reglas morales se refieren a aspectos más generales de las relaciones con otros y tratan de la justicia, la integridad de los otros, el respecto a sus derechos…

Ni las normas convencionales ni las morales están explícitamente codificadas pero casi todos los individuos las comparten y las van adquiriendo a lo largo del desarrollo.

Las normas jurídicas están explícitamente codificadas y se caracterizan por la existencia de un poder que se ocupa de imponer sanciones que también están formuladas de una forma explícita.

Los límites entre estos 3 tipos de reglas son borrosos y varían de una sociedad a otra. Algunas sociedades son muy estrictas en el respeto a las normas y se preocupan por la uniformidad de las conductas mientras que otras son más tolerantes y abiertas. Las normas morales impregnan en mayor o menor medida las otras.

Aunque los miembros de todas las sociedades humanas poseen normas de carácter moral que sirven para regular las relaciones entre los individuos, muchas veces éstos no son conscientes de forma explícita de la existencia de esas regulaciones que son compartidas por todos, y los que no las respetan son excluidos del grupo o sancionados.

Algo de historia y perspectivas teóricas

Históricamente en la mayoría de las sociedades las normas han estado asociadas con la religión que servía para situar fuera de ellas el origen y la validez de las normas. En este caso las normas sí que aparecían de una forma explícita en los códigos morales religiosos. Se atribuía a Dios el origen de esas normas y el no respetarlas conllevaba sanciones en esta vida, en la otra o en ambas. De esta forma las sociedades hacían más indiscutibles esas normas atribuyéndoles a una fuente superior y externa, lo que podía facilitar el que los individuos las respetaran y no las discutieran.

En esos códigos religiosos se mezclan regulaciones de tipo social con otras de tipo médico o sanitario, higiénico, que tienden a preservar la salud del grupo.

A parte de las concepciones de tipo religioso que atribuyen a Dios el origen de las normas, hay otras como:

  • Las concepciones naturalistas según las cuales las normas derivan de la naturaleza humana.

  • Las concepciones utilitaristas que sostienen que las normas sirven sobre todo para preservar la convivencia de los individuos y su fuerza radica en que sean útiles para conseguir ese objetivo.

  • La posición convencionalista que se considera como una variante de la anterior, y establece que los individuos mediante la costumbre van estableciendo normas que se justifican por el acuerdo entre los individuos.

  • La posición contractualista (Rousseau) que considera que los individuos al vivir en sociedad tienen que establecer un contrato social en el cual ceden una parte de su libertad para preservarse de las amenazas de otros individuos.

  • La posición sociológica que defiende que existen morales diferentes en las distintas sociedades y que es difícil establecer principios universales. Hay que estudiar la moral como un fenómeno sociológico que se da cuando los hombres viven en sociedad.

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