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La personalidad se concibe como el sistema global que confiere unidad, continuidad y coherencia a la conducta y experiencia individuales. Atendiendo, tanto a aquellos factores biológicos y sociales que asientan las potencialidades del individuo, estableciendo los limites y restricciones para su desarrollo y maduración, como a aquellas variables personales propuestos por los modelos dinámicos que permiten al individuo ser ese agente activo y constructor de su realidad.

Personalidad

Factores constitucionales y sociales ⇒ Conjunto de potencialidades y límites para los procesos de maduración y de experiencia

Propiedades psicológicas emergentes ⇒ Elementos que permiten a los individuos ser agentes activos en la creación de sus propias vidas

3.1. Unidades dinámicas de estudio de las diferencias individuales de la personalidad: el individuo en situación.

Al amparo de las propuestas interaccionistas han ido surgiendo nuevas unidades de análisis destinadas a una evaluación más contextualizada, dinámica e interactiva, de las variables personales, en lo que podría denominarse unidades del “individuo en situación”. Estas nuevas unidades de carácter menos global o general que los rasgos, se centran en las cogniciones, emociones y conductas presentes en el individuo en las condiciones particulares en que se produce la conducta. Bajo la óptica del estudio de las DDII, estas unidades, algunas de ellas denominadas de “nivel medio”, permiten contemplar la coherencia del comportamiento, más que exigir la consistencia clásica (continuidad interactiva o coherencia del comportamiento a lo largo del tiempo).

El estado como actualización de los rasgos disposicionales

El estado supone una actualización momentánea de una disposición personal en una situación concreta (ser -rasgo vs estar-estado). Serian estados de carácter transitorio asociados a situaciones puntuales y momentáneas. La distinción entre rasgo y estado puede operativizarse con los siguientes criterios:

  1. Potencialidad vs actualidad: el rasgo representa el nivel potencial que una característica tiene en un individuo, mientras que el estado es la manifestación puntual de dicho rasgo en un momento dado.
  2. Estabilidad vs. transitoriedad temporal: mientras que el rasgo es una predisposición permanente a actuar de una forma determinada, el estado solo se presenta durante un intervalo de tiempo transitorio.
  3. Generalidad vs. especificidad situacional: el rasgo presenta un nivel de generalidad muy amplio, vinculado a la consistencia transituacional y estabilidad temporal, mientras que el estado únicamente está vinculado a la situación específica en donde se manifiesta.

En suma, desde la óptica de las diferencias individuales interesará conocer, principalmente, de qué forma las disposiciones personales pueden actualizarse en estados puntuales.

Sistema de personalidad cognitivo-afectivo (SPCA)

En este modelo, la personalidad se concibe como un sistema estable caracterizado por una serie de unidades cognitivas y afectivas disponibles, organizadas en una red distinta de interpelaciones que procesa, de forma característica, la información acerca de las situaciones, externas o internas.

Según este modelo, una serie de características de la situación activan determinadas unidades cognitivo-afectivas (metas, expectativas) que, a su vez, activan el patrón de relaciones asociado a dicha unidad, generando cogniciones y afectos distintivos que se traducen en una respuesta concreta. La respuesta del individuo incide, a su vez, sobre el contexto. De esta forma, se generan los patrones de situación-conducta estables y característicos del individuo.

La aparición de diferencias individuales en estos procesos serán el resultado de la conjunción de una serie de factores: historia de aprendizaje cognitivo-social en interacción con la historia biológica, configurada por los determinantes temperamentales
y genético-bioquímicos.

Esta definición implica:

  • La personalidad es un sistema abierto constituido por unidades y procesos dinámicos, de carácter transaccional.

  • Una de las funciones primordiales del sistema es procesar la información que deriva de su interacción con el medio.

  • Las situaciones no hacen referencia exclusivamente a los acontecimientos objetivos externos sino también a lo que acontece internamente en el sujeto.

  • La estabilidad del sistema es una característica inherente al mismo, conjuntamente a la variabilidad que comporta la dinámica comportamental.

En lo que a las diferencias individuales se refiere, su naturaleza en el SPCA hace referencia a tres aspectos esenciales:

  1. Diferencias individuales en la accesibilidad crónica.

  2. Diferencias individuales en la organización estable de relaciones entre estas unidades.

  3. Diferencias individuales en el patrón de relaciones que en el individuo establece entre situaciones o contextos específicos y el comportamiento característico ante los mismos, referidas en los dos puntos anteriores.

Unidades del SPCA y su organización intra-sistema

Este tipo de unidades tienen como objetivo, no la predicción general del comportamiento a través de distintas situaciones, sino el conocimiento de cómo las personas construyen su realidad, mediando el impacto de los estímulos y generando patrones distintivos de comportamiento en contextos particulares.

Las unidades cognitivo-afectivas

Agrupadas en función de la Potencialidad de la conducta:

  • Capacidaddes: capacidad de adaptación el entorno

  • Estrategias de codificación y constructor personales: interpretación y construcción del mundo.

Agrupadas en función de la Ejecución de la conducta:

  • Expectativas y Estilos atribuciones.

  • Valores subjetivos.

  • Afecto y emociones.

Patrones estables de relaciones situación-conducta: las unidades condicionales

Un estudio de teorías implícitas basado en el análisis de cómo las personas legas elaboramos y hacemos uso de las afirmaciones "si-entonces", en nuestro lenguaje cotidiano, a la hora de describir conductas y situaciones asociadas a una persona prototípica de una dimensión dada.

Una evaluación de la personalidad cuyo objeto se desplace, de la consistencia transituacional promedio, a la evaluación de clusters o agrupaciones de regularidades contexto-conducta que las personas desarrollan bajo unas condiciones específicas.

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