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Los alumnos necesitan un ambiente positivo para aprender. Vamos a analizar algunas estrategias de control del aula para proporcionar este ambiente.

Estrategias generales

Las estrategias generales incluyen el uso de un estilo de autoridad tolerante y actividades de control eficaz del aula.

El estilo de autoridad tolerante de control del aula se inspira en los estilos de educación descritos por Diana Baumrind. Los profesores que adoptan este estilo tienen alumnos que suelen ser autónomos, capaces de retrasar la gratificación, que se llevan bien con sus iguales y muestran una autoestima alta. Esta estrategia fomenta que los alumnos sean pensadores independientes y creadores, pero también proporciona un control eficaz. Los profesores que adoptan este estilo logran de sus alumnos muchos compromisos verbales y muestran atención hacia ellos. Sin embargo, no dejan de definir los límites cuando es necesario.

El estilo autoritario de control del aula es restrictivo y punitivo. El objetivo principal es mantener el orden en el aula, en lugar de centrarse en la instrucción y el aprendizaje. Esta estrategia resulta ineficaz.

El estilo permisivo de control de aula ofrece a los alumnos una gran autonomía, pero les proporciona poco apoyo para que adquieran habilidades de aprendizaje o de control de su conducta. Esta estrategia resulta igualmente ineficaz.

Respecto al control de aula y su diversidad, una enseñanza que responda a la diversidad cultural y demuestre sensibilidad hacia las variaciones culturales y socioeconómicas puede ayudar a los profesores a reducir los problemas de disciplina en el aula (Gollnick y Chinn).

Elaboración, enseñanza y mantenimiento de las reglas y los procedimientos

Para que un aula funcione sin problemas necesita reglas y procedimientos definidos con claridad.

Las reglas se centran en expectativas generales o específicas o estándares de comportamiento. Ej. "Apagad los móviles en clase". Los procedimientos, o rutinas, comunican también expectativas sobre el comportamiento, pero se aplican normalmente a una actividad específica y su objetivo es lograr algo, en lugar de prohibir una conducta o definir una norma general (Evertson y Emmer).

Lograr la cooperación de los alumnos

Existen tres estrategias principales para lograr la cooperación de los alumnos:

  1. Crear una relación positiva con los alumnos.

  2. Lograr que los alumnos compartan y asuman responsabilidades.

  3. Premiar la conducta adecuada. A continuación se indican algunas pautas para el empleo de premios para controlar el aula:

    • Elegir refuerzos eficaces.

    • Empleo eficaz de instigadores y moldeamiento.

    • Empleo de premios para ofrecer información sobre el conocimiento en profundidad y no para controlar la conducta del alumno.

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