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El joven canadiense Terry Fox realizó una de las mejores carreras de larga distancia de la historia. Corrió 5400 km en cinco meses con un promedio de maratón (42 km), a través de la mayor parte de Canadá. Lo que convierte a esta proeza extenuante en verdaderamente admirable es que Terry Fox perdió una pierna a causa de un cáncer antes de la carrera, por lo que corrió con una prótesis. Terry Fox era evidentemente una persona motivada, pero ¿qué significa exactamente estar motivado?.

¿Qué es la motivación?

La motivación comprende procesos que dan energía, dirigen y mantienen la conducta. Es decir, una conducta motivada es aquella que es enérgica, directa y constante.

Cuando Terry Fox fue hospitalizado se dijo a sí mismo que si sobrevivía haría algo para recaudar dinero para la lucha contra el cáncer. A lo largo del recorrido se enfrentó a dificultades inesperadas: vientos intensos de frente, lluvia abundante, nieve y carreteras heladas. Debido a ello, corrió solo una media diaria de 13 km durante el primer mes, pero continuó y recuperó el ritmo en el segundo mes, hasta que alcanzó su promedio diario. Su ejemplo es un testimonio de cómo la motivación puede ayudarnos a triunfar.

La historia de Terry se ha documentado en una película apropiada para ver en clase, "La fuerza de un propósito". Una profesora de sexto de primaria mostró la película a su clase y luego pidió a sus alumnos que escribiesen lo que habían aprendido de ella. Un alumno escribió: "He aprendido que incluso si algo malo nos ocurre, tenemos que seguir adelante, intentándolo. Incluso si el cuerpo está dañado, no se puede eliminar el espíritu".

Perspectivas sobre la motivación

Existen perspectivas psicológicas diferentes que explican la motivación de manera distinta. Vamos a analizar cuatro: la conductual, la humanista, la cognitiva y la social.

La perspectiva conductual destaca los premios y los castigos externos como claves para determinar la motivación del alumno. Los incentivos son estímulos o sucesos positivos o negativos que pueden motivar la conducta de un estudiante. Ejemplos de incentivo son las calificaciones, el reconocimiento, las marcas o estrellas, la exposición de su trabajo, un certificado de rendimiento, situarlos en el cuadro de honor, o mencionar oralmente sus logros.

La perspectiva humanista subraya la capacidad de crecimiento personal, la libertad para elegir su destino y las cualidades positivas de los alumnos. Esta perspectiva se basa en la jerarquía de necesidades de Maslow, en que las necesidades de los individuos deben satisfacerse según la secuencia siguiente:

  1. Fisiológicas: hambre, sed y sueño.

  2. Seguridad: garantizar la supervivencia, como protección frente a guerras y crímenes.

  3. Amor y pertenencia: seguridad, afecto y atención a los demás.

  4. Estima: sentimiento positivo hacia uno mismo.

  5. Autorealización: realización del potencial personal.

Según la perspectiva cognitiva de la motivación, los pensamientos de los estudiantes guían su motivación. Se centra en ideas como la motivación interna para lograr un buen rendimiento. La perspectiva cognitiva destaca también la importancia de establecer objetivos, planificar y controlar el progreso hacia esos objetivos (Schunk).

La perspectiva cognitiva de la motivación encaja con las ideas de R.W. White, quien propuso el concepto de motivación de competencia. Según esta idea, las personas están motivadas para afrontar eficazmente su realidad, dominar su mundo y procesar información eficientemente.

Desde la perspectiva social, la necesidad de afiliación y relación es el motivo para mantener relaciones sólidas con otras personas. En la escuela, los alumnos que mantienen relaciones interpersonales de afecto y apoyo poseen actitudes académicas y valores más positivos y están más motivados (Noddings).

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