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Una enseñanza eficaz no tiene una talla única. Los profesores tienen que dominar varias estrategias y aplicarlas con flexibilidad. Precisa dos ingredientes: conocimientos y habilidades, y compromiso y motivación.

Conocimientos y habilidades profesionales

Los profesores deben de saber, estrategias educativas excelentes, buen dominio de su materia, planificación educativa y control en el aula.

Competencia de la materia: Para ser un profesor eficaz es indispensable tener un conocimiento conceptual, flexible y reflexivo de la materia enseñada. También incluye la organización e interelación de las ideas, los metodos de pensamiento y discusión, los modelos de cambio dentro de una disciplina, las creencias sobre la propia disciplina y la capacidad para extrapolar ideas entre materias.

Estrategias de instrucción: La enseñanza se caracteriza por dos métodos principales: constructivista y de instrucción directa. El método constructivista se centra en el estudiante, en la comprensión por parte del profesor. Según este modelo los profesores deben estimular al alumno a explorar su mundo, descubrir el conocimiento, reflexionar y pensar con sentido crítico, bajo el control del profesor.

El método constructivista pone énfasis en la colaboración, los niños trabajan en equipo, no se les dice que memoricen sino, dan oportunidades para que elaboren los conocimientos con objeto de comprender la materia.

Por el contrario, el método de instrucción directa es un método estructural, centrado en el profesor, que asume la dirección y el control. Dedica el tiempo a las tareas académicas y se esfuerza por reducir al mínimo las emociones negativas. Un objetivo importante es maximizar el tiempo de aprendizaje del estudiante. Muchos profesores utilizan los dos métodos a la vez.

Establecimiento de objetivos y planificación educativa: Los maestros eficaces no improvisan en el aula. Establecen objetivos complejos para su enseñanza y organizan planes para alcanzarlos. También elaboran criterios de éxito específicos. Organizan las clases para optimizar el aprendizaje de sus estudiantes y emplean un tiempo considerable en planificar la instrucción.

Prácticas de enseñanza adecuadas al desarrollo: En cada curso hay una diferencia de edad de dos a tres años y otra, incluso más amplia, de habilidades, competencias y etapas evolutivas. El conocimiento de las etapas evolutivas y su progreso en muy importante para enseñar de manera óptima a cada niño.

Habilidades de control del aula: Los profesores deben establecer un ambiente propio para el aprendizaje. Para crear este ambiente óptimo necesitan un repertorio de estrategias para definir las reglas y los procedimientos, organizar los grupos, supervisar y regular las actividades del aula y controlar la mala conducta.

Habilidades de motivación: Los estudiantes se motivan cuando pueden elegir en función de sus intereses personales. Tanto el profesor como los padres deben de asumir unas expectativas altas de rendimiento. A los niños de bajo rendimiento se les fija un apoyo para alcanzarlas.

Habilidades de comunicación: Los profesores eficaces emplean buenas habilidades de comunicación cuando hablan "con", en lugar de "a", los estudiantes, los padres, el personal de administración, entre otros; muestran un estilo de comunicación asertivo, en lugar de pasivo o agresivo. Los profesores eficaces trabajan para mejorar la comunicación entre los estudiantes.

Reconocer seriamente las diferencias individuales: Los estudiantes tienen un grado de inteligencia diferente, distintos pensamientos y aprendizaje, y disponen de temperamento diferente y personalidad diferente.

La instrucción diversificada supone el reconocimiento de las diferencias individuales de los estudiantes en cuanto a comportamiento, disposición, interés y otras características. La enseñanza diferenciada propone la identificación de "zonas" o "estadios" en los que se agrupan los estudiantes de un aula de manera que se puedan crear tres o cuatro tipos de niveles de enseñanza.

Trabajo eficaz con estudiantes de antecedentes culturales diversos: En la actualidad uno de cuatro niños en los EEUU procede de una familia de emigrantes. Los profesores eficientes animan a los alumnos a relacionarse positivamente con estudiantes diversos y a pensar en la manera de hacerlo. Orientan a los estudiantes a reflexionar con sentido crítico sobre temas culturales y étnicos.

Habilidades de evaluación: El empleo eficaz de la evaluación en el aula es un asunto muy polifacético. Es necesario decidir que tipo de pruevas hay que emplear para verificar el rendimiento de los alumnos tras la instrucción.Sera necesario elaborar un sistema de puntuación que ofrezca información significativa sobre el rendimiento de los alumnos. Otros aspectos de la evaluación son las pruebas estatales obligatorias. Los estados son responsables de del éxito o fracaso de los estudiantes. Muchos estados emplean la prueva "praxis" para ver si los profesores estan cualificados para ejercer de ello.

Habilidades tecnológicas: La tecnología no mejora la capacidad del alumno para aprender, pero puede ser un apoyo para el aprendizaje.

La International Society for Technology in Education (ISTE) ha definido los estándares nacionales en tecnología educativa. Estos estándares incluyen:

  • Los estándares básicos de tecnología para los alumnos, que describen qué aspectos tecnológicos deben conocer los estudiantes y cómo emplearlos.

  • Los estándares para emplear la tecnología en el aprendizaje y la enseñanza, que definen cómo debe utilizarse la tecnología a lo largo del currículo para enseñar, aprender, y controlar la instrucción.

  • Los estándares de apoyo a la tecnología educativa, que describe los sistemas de accesos, desarrollo personal y servicios de apoyo, necesarios para proporcionar un uso eficaz de la tecnología.

  • Los estándares para evaluar a los alumnos y evaluar el uso de la tecnología, que describen los diversos medios para determinar el progreso de los estudiantes y evaluar el uso de la tecnología en el aprendizaje.

Compromiso y motivación

Ser un profesor eficaz requiere compromiso y motivación, esto implica una buena actitud hacia los alumnos. Cuando mejor enseñemos, más satisfacción nos reportara nuestro trabajo. Cuanto más respeto y éxito logremos a ojos de nuestros estudiantes, mejor nos sentiremos sobre nuestro compromiso con la enseñanza.

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