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La sorpresa es considerada como la emoción básica más singular. Hay autores incluso que cuestionan que se trate realmente de una emoción. Es la única que es hedónicamente indeterminada.

2.1. Definición de sorpresa

Darwin, en su libro “La Expresión de las Emociones en los Animales y en el Hombre”, señala que la sorpresa se produce por lo inesperado o desconocido. Es una sensación causada por algún acontecimiento repentino e inesperado.

La sorpresa se define como una reacción causada por algo imprevisto, novedoso o extraño. Todos los procesos psicológicos se dedican a procesar la estimulación responsable de la reacción. También se define como una reacción a un evento o suceso discrepante del plan o esquema del sujeto.

2.2. Características

La sorpresa es la emoción más breve de todas las primarias. Se trata de una reacción emocional neutra (no es positiva o negativa, agradable o desagradable).

Se produce de forma súbita ante una situación novedosa o extraña y desaparece con la misma rapidez con que apareció. Suele convertirse también rápidamente en otra emoción, la que sea congruente con la situación estimular desencadenante de la sorpresa. Es un estado transitorio que desaparece y se habitúa rápidamente. Su duración viene determinada por el tiempo que tarda en aparecer la emoción posterior.

Öhman y Wiens indican que “hay un considerable solapamiento entre la respuesta de orientación y la emoción de sorpresa-asombro”. Estos autores señalan que la pura novedad de un estímulo presentado súbita e inesperadamente lo hace significativamente emocional; y debido a que es inesperado en el contexto, no hay una forma o vía rutinaria de manejarlo, y por lo tanto, se le debe prestar atención para averiguar si en sus consecuencias está escondido un refuerzo o un desastre. Por lo que, si la sorpresa es reconocida como una emoción, es la emoción asociada con la respuesta de orientación.

La respuesta de orientación (RO) prepara al organismo para la recepción y análisis de los estímulos, parece estar asociada a un incremento en la sensibilidad de los órganos sensitivos, para aumentar y optimizar la receptibilidad del organismo.

La respuesta de orientación habitualmente aparece ante estímulos novedosos e informativos para la persona. Se trata de una evaluación automática de la situación. Es rápida, afectiva y no consciente.

La sorpresa también puede ser vista como una respuesta de descubrimiento. Sorpresa puede reflejar o una violación o una confirmación de expectativas.

2.2.1. Antecedentes

Además de lo inesperado o desconocido, como señalaba Darwin, las principales condiciones elicitadoras o desencadenantes de esta emoción son:

  1. Los estímulos novedosos, de una intensidad entre débil y moderada
  2. La aparición de acontecimientos inesperados o fuera de contexto
  3. Los aumentos bruscos de la intensidad en la estimulación
  4. La interrupción inesperada o corte de una actividad en curso

2.2.2. Procesamiento

Para que cada uno de los antecedentes señalados se constituya en precursor de la emoción es necesaria su evaluación. Este proceso implica la interpretación (evaluación) así como la estimación de la repercusión personal (valoración) que acarrea el estímulo.

Clore y Ortony señalan que la emoción ocurre como consecuencia de la activación de un proceso cognitivo relacionado con la significación de la situación. Según ellos, la evaluación valorativa es el concepto clave que permite entender las diferencias individuales en respuesta a idénticas situaciones; la cualidad e intensidad de las emociones son, en gran medida, fruto de la forma en que éstas son procesadas por quien las experimenta.

El procesamiento cognitivo de la sorpresa se produce ante desencadenantes que suceden con una alta rapidez o muy abruptamente. El sujeto, ante esa situación, valora tener una baja capacidad de control y de predicción. En la valoración del afrontamiento del evento, se valora éste y las consecuencias del mismo con un grado alto de urgencia para afrontarlo.

Se asume que un evento elicita la sorpresa iniciando una serie de procesos que comienza con la evaluación del evento, continúa con la ocurrencia de una experiencia de sorpresa y, simultáneamente, la interrupción del procesamiento de información continuo y la reasignación de los recursos de procesamiento al evento discrepante del esquema, y culmina en un análisis y evaluación de este evento y además, una actualización, extensión, o revisión del esquema relevante.

2.2.3. Funciones de la sorpresa

Izard indica que la función de la sorpresa es “limpiar el sistema nervioso de la actividad que pudiera interferir con el ajuste a un cambio imprevisto producido en nuestro medio ambiente”.

La emoción de sorpresa prepara al individuo para afrontar de forma efectiva los acontecimientos repentinos e inesperados y sus consecuencias. Las funciones adaptativas son las que ejercen un papel más prominente, de tal forma que la sorpresa facilita la aparición de una reacción emocional y conductual apropiadas ante situaciones novedosas o inesperadas. Para ello:

  • Elimina las actividades residuales en el sistema nervioso central, que pueden interferir con la reacción apropiada ante las nuevas exigencias de la situación
  • Produce el bloqueo de otras actividades y la concentración de esfuerzos en el análisis del evento sorprendente o inesperado

2.3. Activación

2.3.1. Efectos subjetivos

Mente en blanco: Reacción afectiva indefinida, las situaciones que provocan la sorpresa se recuerdan no tan agradables como las de felicidad o alegría, pero mucho más agradables que emociones como el miedo, la ira o la tristeza.

Sensaciones de incertidumbre por lo que va a acontecer: La diferencia fundamental entre sorpresa e incertidumbre se encuentra en los modos de representación mental que utilizan; la sorpresa se basa en los esquemas perceptivos mientras que la incertidumbre lo hace en redes semánticas.

2.3.2. Actividad fisiológica

2.3.2.1. Sistema de nervioso central

La sorpresa produce una rápida activación de las zonas de proyección sensorial implicadas en la percepción de los desencadenantes emocionales. Los mensajes aferentes sensoriales provenientes de los ojos, la piel y otros órganos perceptivos, se transmiten al córtex somatosensorial primario, y antes de alcanzar esta estructura han pasado previamente por el centro de relevo del tálamo.

2.3.2.2. Sistema nervioso autónomo

Los principales efectos fisiológicos de la sorpresa son una desaceleración fásica de la frecuencia cardíaca, una vasoconstricción periférica, una vasodilatación cefálica y un aumento brusco y fásico de la conductancia de la piel.

2.3.2.3. Sistema nervioso somático

En la actividad del sistema nervioso somático se produce un aumento fásico del tono muscular general, una interrupción puntual de la respiración, una alta amplitud respiratoria y una dilatación pupilar muy puntual en el tiempo.

2.3.3. Expresión corporal

Con respecto a la expresión facial de la sorpresa, Darwin, en su libro “La Expresión de las Emociones en los Animales y en el Hombre” indica que los ojos y la boca muy abiertos constituyen una expresión universalmente reconocida como sorpresa o asombro.

La constelación facial que caracteriza a una expresión de sorpresa está configurada por: la elevación de la parte interior y exterior de las cejas, la elevación de los párpados superiores, el descenso de la mandíbula y la apertura de la boca. También puede aparecer una elevación en la parte inferior de los párpados y, por tanto, una apertura palpebral. Los músculos que ejercen mayor influencia en la configuración de un rostro de sorpresa son: el frontal, el elevador del párpado superior, el masetero, el temporal y el pterigoideo interno.

En el Sistema de Codificación de la Acción Facial (FACS) (Ekman y Friesen), las unidades de acción que conforman la expresión facial de la emoción de sorpresa son las siguientes:

  • UA-1: Elevación de la parte interior de las cejas
  • UA-2: Elevación de la parte exterior de las cejas
  • UA-5: Elevación del párpado superior
  • UA-27: Descenso de mandíbula y apertura de la boca
  • UA-7: Elevación de la parte inferior de los párpados y reducción de la apertura palpebral

Se tiende a confundir las expresiones de sorpresa y miedo, ya que ambas emociones son las que comparten más unidades de acción. Según Ekman y Friesen:

  • La sorpresa se expresa por combinaciones específicas que implican dos, tres o cuatro unidades de acción (elevación de la parte interior y exterior de las cejas, elevación del párpado superior (intensidad débil al contrario que en el miedo, que puede variar) y apertura de la boca.
  • El miedo implica combinaciones específicas de entre tres y seis diferentes unidades de acción (las mismas que para la sorpresa y, además, el descenso de las cejas y el alargamiento de la comisura de los labios).

Igualmente, se observan otros cambios corporales: si la persona está de pie, las rodillas se doblan y el cuerpo se inclina hacia delante. En cuanto a la expresión vocal, la sorpresa presenta un tono de alto nivel. Las vocalizaciones espontáneas son del tipo ¡oh!, ¡cómo!

2.3.4. Afrontamiento

Para afrontar de forma efectiva los acontecimientos repentinos e inesperados, la sorpresa facilita:

  • Los procesos atencionales
  • La aparición de conductas de exploración y de investigación
  • El interés o curiosidad por situaciones novedosas
  • La aparición de la reacción emocional y conductual apropiada ante situaciones novedosas
  • Además, dirige los procesos cognitivos a la situación que se ha presentado

2.3.5. Medida de la sorpresa

La medida de la expresión facial de la emoción de sorpresa y de todas las emociones primarias se realiza a través de dos sistemas de codificación estandarizados:

  • El Sistema de Codificación de la Acción Facial (FACS) ⇒ Es el instrumento de observación de la expresión más utilizado en la Psicología de la Emoción. Pueden registrarse toda la gama de expresiones faciales posibles. Las unidades de acción suelen corresponder con cambios en la apariencia, que son producidos por la acción de un solo músculo facial.
  • El Sistema de Codificación de Máxima Discriminación del Movimiento Facial (MAX) ⇒ Es otra técnica enfocada a los cambios en la apariencia de la cara. Se formulan las unidades en términos de apariencias que son pertinentes a ocho emociones específicas, en contraste con los músculos específicos.

2.4. Consecuencias de la sorpresa

La emoción de sorpresa es frecuentemente seguida por otra emoción que colorea su positividad (sorpresa + alegría) o su negatividad (sorpresa + ira).

La emoción de sorpresa puede amplificar la reacción afectiva posterior vía su intrínseca activación (esto es, cuando persona ha sido sorprendida por un evento inesperado placentero puede sentirse más feliz que alguien en una situación similar que no ha sido previamente sorprendido). Esto se explica desde la “Teoría de la Excitación” (Derbaix y Vanhamme), en la que los residuos de la activación de una situación previa se combinan con la excitación de una estimulación subsiguiente.

La sorpresa da por resultado un proceso que ayuda a eliminar la discrepancia del esquema y, si es necesario, la actualización del esquema relevante. Si el esquema es actualizado, probablemente los mismos estímulos ya no elicitan sorpresa una vez que ellos ya forman parte del esquema y por lo tanto no son inesperados, convirtiéndose en esperados.

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