Logo de Psikipedia

Cuando sufren un trastorno de la alimentación, la mayor parte de las personas tienden a comer demasiado. Sin embargo, también está el problema contrario: comer demasiado poco hasta llegar incluso a la inanición. Este trastorno se llama anorexia nerviosa.

Otro trastorno de la ingesta es la bulimia nerviosa, que se caracteriza por una pérdida del control de la ingesta de alimentos. Las personas que padecen bulimia nerviosa se atracan periódicamente de comida. Estos regodeos normalmente se siguen de vómitos provocados o del uso de laxantes y de sentimientos de depresión y culpa.

La ingesta neta de nutrientes de las personas con bulimia puede variar. En algunos pacientes, los episodios de bulimia se acompañan de anorexia nerviosa. Las mujeres tienen una probabilidad mucho mayor que los hombres de llegar a padecer anorexia (o bulimia) nerviosa.

Posibles causas

El significado literal de la palabra anorexia alude a una pérdida de apetito, pero a las personas que sufren este trastorno habitualmente les atrae la comida. Manifiestan un intenso temor a engordar, el cual persiste incluso cuando adelgazan peligrosamente. La anorexia es un trastorno grave.

Muchos pacientes con anorexia sufren osteoporosis y en ellos las fracturas óseas son frecuentes.

Cuando la pérdida de peso llega a ser grave, cesa la menstruación. Algunos informes preocupantes señalan incluso la reducción de tejido cerebral.

La anorexia y la bulimia son síntomas de un trastorno mental subyacente, pero sin embargo la evidencia sugiere lo contrario: que los síntomas son en realidad, síntomas de inanición.

Tanto la anorexia como la semi-inanición incluyen síntomas tales como cambios del estado de ánimo, depresión e insomnio. Incluso se observan pérdidas capilares en estos dos estados. Aunque los atracones de comida son un síntoma de anorexia, también lo es comer muy despacio. Los pacientes de anorexia tienen a demorarse en las comidas.

Tratamiento

La anorexia nerviosa es muy difícil de tratar satisfactoriamente. La terapia de conducta cognitiva, considerada por muchos clínicos como el enfoque más eficaz tiene un índice de éxito menor del 50 por ciento. La falta de datos confirmados sobre la eficacia del tratamiento hace que sea cada vez más difícil defender los recursos intensivos de los tratamientos de la anorexia y de la bulimia nerviosa; las teorías existentes sobre las causas de los trastornos son demasiado inespecíficas para generar programas eficaces de prevención.

Los investigadores han intentando tratar la anorexia nerviosa con muchos fármacos que aumentan el apetito en personas no anoréxicas o en animales de laboratorio. Ninguna de esas sustancias ha resultado ser eficaz por sí misma. En cualquier caso, el hecho de que las personas con anorexia por lo general estén obsesionadas con la comida sugiere que este trastorno no se debe a la falta de hambre.

Más suerte ha habido con la bulimia nerviosa: varios estudios sugieren que los agonistas de la serotonina pueden ayudar en el tratamiento de este trastorno.

Compartir

 

Contenido relacionado