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La observación se basa en la capacidad de percepción y de clasificación del ser humano.

Con que objetivo se apliquen estas capacidades y como se apliquen nos va permitir diferenciar la observación ordinaria, que todos realizamos de forma cotidiana, de la observación científica.

La observación científica debe de ser capaz de proporcionar conocimiento científico, es decir, objetivo, replicable, fiable y válido para responder a la pregunta planteada o aumentar nuestra comprensión del problema de estudio.

En las últimas décadas la metodología observacional se ha consolidado como una alternativa metodológica imprescindible para aquellas áreas de la Psicología que consideran como objeto de estudio el comportamiento espontáneo en sus contextos naturales.

Pero si al investigador lo que le interesa es conocer como es o cómo se modifica el comportamiento del individuo manipulando y controlando ciertas variables de la situación, para poder identificar relaciones de causalidad, entonces utilizará la metodología experimental.

La metodología observacional puede ser muy útil para estudios de gran complejidad pero también para otros que son sencillos.

Técnicas específicas de recogida de datos y estrategia metodológica

La observación científica se puede entender como la forma de captar la realidad, aplicada con rigor y sistematicidad. La aportación metodológica de la observación a la investigación científica es doble: como técnica específica de recogida de datos y como estrategia metodológica.

La observación como técnica de recogida de datos: puede ser la técnica de medida de la VD de un diseño experimental, de un cuasi experimental o de un ex post facto. La información que proporciones debe de ser fiable, válida y útil a los objetivos del diseño.

Se puede entender la observación como una estrategia metodológica global, que tiene un ámbito de aplicación idóneo y unas características que determinan las decisiones de planificación y procedimiento de estudio en coherencia con sus objetivos. Algunos autores hablan también de método observacional. Este método se caracteriza por la ausencia de intervención del investigador en el fenómeno de estudio y la no restricción de las respuestas de los participantes, a través de la tarea o instrumentos de evaluación, pues el objetivo es el estudio del comportamiento espontáneo.

Anguera (1988) define la metodología observacional como un procedimiento encaminado a articular una percepción deliberada de la realidad manifiesta con su adecuada interpretación, captando su significad, de forma que mediante un registro objetivo, sistemático y específico de la conducta generada espontáneamente en un determinado contexto y una vez que se ha sometido a una adecuada codificación y análisis, nos proporcione resultados válidos dentro de un marco específico de conocimiento.

La estrategia de investigación observacional, es aplicable con diversos grados de intervención en el diseño y participación en la situación de observación por parte del investigador, de tal modo que ambos aspectos se pueden plantear como criterios de clasificación (no excluyentes entre sí) de formas de aplicación de la observación.

Grados de estructuración de la situación

Observación natural: la observación del comportamiento de los participantes de estudio es completamente natural, en su entorno o contexto habitual, sin modificación provocada por parte del investigador.

En el caso de que el investigador determinara algunos elementos de la situación y por tanto los elementos estimulares que inciden sobre el sujeto a observar. Este caso sería una observación estructurada (un ejemplo sería la situación para la evaluación del apego en niños pequeños, diseñada por Ainswoth 1963).

Grados de participación

Se refiere al grado de participación del investigador y se pueden distinguir entre:

  • Observación externa o no participante: el observador es ajeno a la situación en estudio, con muy escasa o nula interacción con los participantes estudiados. Estas condiciones de observación, facilitan la objetividad del observador y sus decisiones de registro y evitan los riesgos de interferencia en el fenómeno de estudio.

  • Observación participante: el observador se integra en la dinámica del fenómeno en estudio, participando en las actividades del grupo o del individuo para establecer contacto directo con la realidad. Muy utilizada en Antropología Pedagogía y Sociología, para profundizar en la compresión de los problemas de estudio. Plantea riesgos e subjetividad en las decisiones de registro del observador al estar implicado en la situación.

  • La autoobservación: el propio individuo bajo estudio es el registra su conducta. Es muy útil para registro de conductas encubiertas o con gran implicación de estados emocionales (decisiones, ansiedad, deseos). Ser a la vez sujeto activo y objeto de observación plantea dudas sobre la validez de los datos.

Fases

  1. Planteamiento del problema.

  2. Formulación de hipótesis.

  3. Elección de instrumentos de medida.

  4. Evaluación de la calidad métrica

  5. Selección de la muestra de participantes.

  6. Recogida de datos.

  7. Análisis de datos.

  8. Interpretación de los resultados.

Pero hay que tener en cuenta que algunas decisiones son específicas de este tipo de metodología. Estas decisiones afectan a aspectos como: qué observar (se resuelve a través de la elección, creación del sistema de categorías; cuestiones de muestreo (que en esta metodología no sólo se refiere a quien observar, sino a cuánto tiempo, donde y cuando observar); a la evaluación de la calidad métrica de los datos (basado en el estudio de la fiabilidad); y en el análisis de los datos (que puede necesitar técnicas específicas adecuadas a la naturaleza de los mismos y a los objetivos de la investigación, como el análisis secuencial).

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