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Tres neurotransmisores principales han estado implicados en la fisiopatología y en el tratamiento de los trastornos del humor: la norepinefrina (noradrenalina), la dopamina y la serotonina. Todos los tratamientos conocidos para los trastornos del humor actúan sobre uno o más de estos tres sistemas.

Neuronas noradrenérgicas

Utiliza la norepinefrina como neurotransmisor. Es sintetizada o producida a partir del precursor amonoácido tirosina, que es transportado desde la sangre al sistema nervioso, mediante una bomba de transporte activo. Una vez dentro de la neurona, interviene sobre la tirosina, tres enzimas: 

  • Tirosina hidroxilasa (TOH)

  • La dopa descarboxilasa (DOPA)

  • La dopamina beta hidroxilasa (DHB)

La acción de la norepinefrina puede finalizar por múltiples mecanismos. La dopamina puede ser transportada fuera de la hendidura sinóptica y volver a la neurona presináptica a través del transportador de, donde puede ser almacenada de nuevo para acciones futuras. De forma alternativa, la norepinefrina puede ser destruida extracelularmente por la encima catecol-O-metil-transferasa (COMT). Otras encimas que destruyen la norepinefrina son la monoaminooxidasa A (MAO_A) y monoaminooxidasa B (MAO:B), que están presentes en las mitocondrias dentro de la neurona presináptica y en otras células, incluidas neuronas y células gliales-

Interacciones monoaminérgicas: regulación NE de la liberación de 5HT

La norepinefrina regula las neuronas noradrenérgicas por medio de los receptores α2. Los receptores alfa median la regulación noradrenérgica de la liberación de serotonina. Lo hace actuando como un freno de la liberación de serotonina en los receptores α2 corticales de los terminales axónicos y como un acelerador de la liberación de serotonina en los receptor α1 del área somatodendritica.

La hipótesis monoaminérgica de la depresión

La teoría clásica de la etiología biológica de la depresión hipnotiza que la depresión se debe a una deficiencia de neurotransmisores monoaminérgicos. Actualmente la teoría monoaminérgica sugiere que el sistema de neurotransmisión trimonoaminérgico, puede ser disfuncional en varios circuitos cerebrales, con diferentes neurotransmisores implicados dependiendo del perfil sintomático del paciente.

La hipótesis del receptor monoaminérgico y expresión génica

Hay una influencia, también de naturaleza versus nurtura en los que los circuitos cerebrales regulados por monoaminas, especialmente lo que ocurre cuando se combinan cambios epigenéticos por experiencias vitales extresantes con la herencia de diversos genes de riesgo que pueden hacer a un individuo vulnerable a esos factores de estrés ambientales. Los estudios post mortem, muestran un incremento en el número de receptores de serotonina 2 en el córtex frontal de pacientes que se han suicidado. No existen evidencias claras y convincentes de que las anomalías en los receptores monoaminérgicos justifiquen la depresión. Ahora en la actualidad, la investigación vuelve sobre la posibilidad de que en la depresión puede haber una deficiencia de la señal de transducción aguas abajo del neurotransmisor y receptor. Así el hipotético problema de la depresión podría residir en los eventos moleculares distales al receptor, en el sistema de cascada de transducción de la señal y en la expresión fénica correspondiente. Existen diferentes problemas moleculares que podrían contribuir a la manía y el trastorno molecular.

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