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Clasificaciones por consenso, ateorismo y teorías implícitas

El sistema categorial DSM-III-R se predica como el logro de un consenso ateórico con el objetivo de incrementar la eficacia del diagnóstico práctico en la clínica. Los agrupamientos y tipos de clasificación llevan detrás tradiciones de distinto calado científico. Así, el trastorno narcisista y TOC se basan en la tradición psicodinámica, el trastorno de evitación en el modelo de rasgos, el trastorno esquizotípico en el modelo biológico, y el trastorno antisocial en el modelo social.

La contrastación empírico-estructural

Se han llevado a cabo dos esfuerzos para ofrecer un esquema distinto de los trastornos de personalidad desde la psicología de la personalidad y con una concepción cercana a la que defiende el DSM-III-R. Uno se refiere a la teoría de Eysenck, que intentó ofrecer un esquema de estructura de personalidad en el que cupieran las principales alteraciones mentales. Propone 3 dimensiones temperamentales:

  • Neuroticismo: inestabilidad emocional que encuentra apoyo biológico en la labilidad neurovegetativa. Las puntuaciones extremas tienden a ir aparejadas con estados de ansiedad y diversas reacciones fóbicas.

  • Introversión: reclusión y aislamiento aparejado a fuerte carga de excitación cortical y procesos de inhibición cortical lentos y poco estables.

  • Psicoticismo: tendencias antisociales de la personalidad con asentamiento a nivel hormonal y genético.

En la interacción entre esas 3 dimensiones se encontrarían situadas las perturbaciones de la personalidad. Eysenck interpreta el "factor apertura" de los 5 grandes como el polo negativo a psicoticismo. No se ha preocupado en contrarrestar su modelo dimensional con las clasificaciones al uso de los trastornos de personalidad. Haciendo ciertas modificaciones, los tres conglomerados de agrupación propuestos por el DSM-III-R guardarían una relación estrecha con las dimensiones de Eysenck, aunque la solapación no es perfecta.

El otro esfuerzo de refiere al modelo de los 5 grandes, de Costa. En contraste al modelo de Eysenck, ha llevado a cabo estudios comparativos entre los factores aislados por el modelo y las clasificaciones del DSM-IV-TR. El modelo se encuentra en un menor estadio de elaboración y contrastación. Los 5 factores son: neuroticismo, extraversión, cordialidad, minuciosidad y apertura.

Se llevó a cabo un análisis factorial entre el modelo y las clasificaciones del DSM-III–R: el factor neuroticismo saturaba el trastorno de personalidad límite, el pasivo–agresivo, el dependiente y el compulsivo, con pesos negativo de los trastornos de personalidad narcisista y antisocial. El modelo presenta relaciones con el sistema de clasificación de los trastornos de personalidad del DSM-III-R, pero los resultados no acaben de ser coherentes y falta mucho trabajo experimental.

Una nota más sobre la línea de trabajo relacional entre trastornos de personalidad y los cinco grandes

En sus inicios, este modelo fue obtenido y argumentado en contra de la existencia de "rasgos" independientes del observador, es decir, en contra de las elaboraciones estructurales de la personalidad. A medida que pasa el tiempo, este modelo se está convirtiendo en el punto de referencia de buena parte de la psicología de la personalidad. En líneas generales se ha demostrado que una solución de los 5 factores tiende a repetirse, pero no que éstos 5 factores representen la estructura básica e invariante de la personalidad en culturas distintas ni que los 5 posean en mismo poder explicativo. Por eso, las relaciones que aparecen con síndromes "perturbadores" no son muy específicas.

El factor apertura a la experiencia no muestra un patrón coherente de relaciones con los distintos trastornos porque es un factor en el que no se ha buscado “patología” en su elaboración. Algo similar pasa con el resto de factores. Este resultado puede ser interpretado de distintas formas:

  • Como que existe un aspecto del funcionamiento personal que es no solamente normal, sino mentalmente saludable y digno de ser promovido.

  • Que el tipo de análisis realizado no acaba de recoger las posibilidades del modelo y/o tipos.

  • Que existen más trastornos de personalidad de los que se recogen en las clasificaciones al uso.

Aunque estos trabajos representan una línea prometedora, la etiología y la génesis psicológica tanto de los trastornos como de los 5 grandes no pueden ser dilucidados con la metodología empleada hasta ahora. En lo que se refiere a los cinco factores, no existe base suficiente para que puedan ser situados en el mismo nivel de consolidación, de estabilidad y de consistencia transituacional.

Una sugerencia para un programa de trabajo que puede llevar a una solución ¿posible?

Pelechano está desarrollando un modelo de personalidad bautizado como modelo de parámetros de personalidad. Pretende encontrar explicaciones científico-experimentales aminorando el momento de inferencia teórica y ateniéndose a los datos recogidos dentro de una red de categorías amplia y flexible. No niega las teorías históricamente consolidadas, sino que se atiene a los datos recogidos en el momento. Aunque no niega la existencia de sustratos biológicos, acentúa las categorías de análisis psicológico y social.

Una primera nota del modelo es su vocación de encontrar explicaciones científico-experimentales, aminorando el momento de interferencia teórica y atendiéndose al máximo a los datos dentro de una red de categorías de análisis amplia y flexible. Este modelo se asienta en la teoría general de sistemas, la propuesta de un puente de unión entre psicología bivariada y multivariada y la defensa de la multidimensionalidad de la personalidad y su conceptulización como un conjunto integrado de sistemas y subsistemas, que se encuentran a distinto nivel de generalidad y consolidación y en cuyo cénit se encontraría el concepto de sí mismo.

El ser humano es un conjunto integrado de sistemas y subsistemas. Un sistema está formado por variables, parámetros y constantes. Se supone una dimensionalidad de la personalidad y los rasgos se entienden situados en uno de los tres niveles propuestos de consolidación. A la hora de entender los trastornos de personalidad, el modelo propone 2 indicadores de patología: la puntuación en los factores y la interacción y/o estructura relacional entre 2 ó más factores que pueden encontrarse a distinto nivel de consolidación.

El modelo propone que el trastorno de personalidad lleva consigo una serie de características que no se agotan, con la identificación de los indicadores propuestos por los sistemas clasificatorios al uso y, por ello con el fin de promover un desarrollo del conocimiento encaminado a aliviar los problemas generados por estos trastornos, se insiste en la necesidad de explorar las competencias psicológicas que poseen este tipo de personas.

La impulsividad, el sistema de creencias o el neuroticismo representan fuentes claras de posibles debilidades o susceptibilidad a sufrir trastornos de personalidad. Se defiende la existencia de niveles de gravedad distintos que dependen del tipo de factor, sus relaciones con el resto de factores y las influencias concretas de las variables dentro de cada sistema.

Se proponen distintas opciones a la hora de proponer una taxonomía de trastorno. Los parámetros podrían ser: factores intrapersonales, sociales, repercusiones hacia uno mismo o hacia los demás, los síntomas relevantes. Desde el año 2000 se están publicando trabajos para mostrar las relaciones entre los trastornos de personalidad y las dimensiones de personalidad. Se ha contrastado como validación cruzada, el poder predictivo de los trastornos de personalidad evaluados mediante los cuestionarios oficiales con dimensiones de personalidad que se encontraban muestreadas a distinto nivel de consolidación. Entre los principales resultados alcanzados los siguientes:

  1. Por lo que se refiere a las dimensiones básicas de la personalidad la de neuroticismo es la que posee un espectro de relaciones;

  2. El trastorno que posee menos codeterminantes y menos variados es el esquizotípico.

  3. Respecto al resto de trastorno los coeficientes de predicción con un número de dimensiones entre tres y seis se encuentran entre el 70 y el 90%.

  4. Los factores de personalidad más relevantes y con mayor poder predictivo son los que se poseen un poder de consolidación intermedio.

  5. El tipo de análisis que se ha aplicado en todos estos casos ha sido tanto la correlación como la predicción a partir de correlaciones por atenuación por lo que se refiere tanto a los trastornos identificados como de los factores de personalidad, con el fin de eliminar los errores correspondientes a la falta de fiabilidad de los diagnósticos tanto como de los factores de personalidad.

Este modelo ha producido frutos en la intervención clínica, salud, educación, delincuencia, psicología transcultural y evaluación.

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