Resulta que no todas las emociones son alegres, ¡y está bien! La tristeza, el enojo o la frustración también son necesarias. El problema surge cuando, sin querer, les enseñamos a esconder esos sentimientos bajo una capa de «felicidad obligatoria». A esto se le llama positivismo tóxico, y aunque suene fuerte, es algo en lo que muchos caemos sin darnos cuenta.
¿Qué es el positivismo tóxico?
Es como una versión exagerada del «piensa positivo», donde cualquier emoción «negativa» se ignora o minimiza. En lugar de ayudar a los niños a entender y gestionar lo que sienten, les decimos frases como «no es para tanto» o «sonríe», como si estar tristes fuera algo malo.
El problema es que reprimir las emociones no las hace desaparecer. Al contrario, puede generar ansiedad, dificultades para dormir o incluso problemas para relacionarse. Por eso, hoy te comparto 7 frases comunes de positivismo tóxico que deberíamos evitar, y qué podemos decir en su lugar.
1. «No es para tanto» / «No es tan grave»
¿Por qué evitarla? Para nosotros puede ser algo pequeño, pero para ellos es un mundo. Si minimizamos lo que sienten, les enseñamos que sus emociones no importan.
Mejor di: «Veo que esto te afecta. ¿Quieres contarme más?»
2. «Sonríe, no estés triste»
¿Por qué evitarla? Porque les hace creer que la tristeza es algo malo que hay que ocultar.
Mejor di: «Está bien sentirse triste. Yo también me siento así a veces. ¿Quieres un abrazo?»
3. «Fíjate en lo positivo» / «Mira el lado bueno»
¿Por qué evitarla? No se trata de ignorar lo malo, sino de aprender a manejarlo.
Mejor di: «Entiendo que esto te duele. Cuando estés listo, podemos buscar algo que te ayude a sentirte mejor.»
4. «Hay cosas peores» / «Podría ser peor»
¿Por qué evitarla? Comparar su dolor con el de otros no lo hace desaparecer.
Mejor di: «Sé que esto es difícil para ti. Estoy aquí para lo que necesites.»
5. «No llores»
¿Por qué evitarla? El llanto es su manera de expresar lo que no saben decir con palabras.
Mejor di: «Llora si lo necesitas. Yo te acompaño.»
6. «Todo pasa por algo»
¿Por qué evitarla? Puede hacerles creer que las cosas malas «se merecen».
Mejor di: «A veces las cosas son difíciles, pero juntos podemos superarlo.»
7. «Nunca te rindas»
¿Por qué evitarla? A veces, soltar algo que nos hace daño es lo más sabio.
Mejor di: «Si sientes que ya no puedes, está bien parar. Lo importante es que lo intentaste.»
La clave: validar, no minimizar
Nuestro trabajo no es evitar que los niños sientan emociones «incómodas», sino enseñarles a atravesarlas. La próxima vez que tu hijo esté triste o enojado, prueba escucharlo sin juzgar y ofrecerle tu apoyo incondicional.
¿Has usado alguna de estas frases sin darte cuenta? ¡No te preocupes! Todos lo hacemos. Lo importante es aprender y mejorar. 💛
(Y si tienes alguna otra frase que hayas notado, ¡compártela en los comentarios!) 😊