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La elección de las herramientas psicológicas más adecuadas, depende de qué se quiere evaluar, para qué y quién o quiénes van a ser evaluados. Debemos elegir aquellas pruebas que respondan a las necesidades específicas de la evaluación que vayamos a realizar y que posean la mayor fiabilidad y validez. Sin embargo, en muchas ocasiones, dispondremos de más de una prueba con buenas calidades psicométricas que evalúan un mismo constructo, y debemos elegir entre una de ellas.

¿Cómo la elegiremos? Lo primero que deberemos hacer es:

  1. Saber cuáles son las pruebas de inteligencia estandarizadas, que son aquellas que tienen instrucciones específicas para su aplicación y calificación.

  2. Elegir aquellas que posean unos adecuados criterios de calidad: fiabilidad y validez.

  3. Seleccionar aquellos instrumentos que puedan aplicarse a la edad del sujeto o sujetos que queremos evaluar.

  4. Seleccionar un instrumento de administración individual o grupal, según sea nuestro caso, teniendo en cuenta además otros aspectos como el tiempo de aplicación, formato de prueba y el objetivo que se pretende evaluar.

Una vez elegida la prueba/s, es imprescindible que el evaluador:

  • Se familiarice con la prueba.

  • Prepare adecuadamente el lugar donde se aplicará.

  • Cree un ambiente y rapport adecuados.

  • Prepare los materiales necesarios.

  • Explique el propósito de la evaluación antes de aplicar la prueba y cómo se va a utilizar la información obtenida.

  • Siga estrictamente las normas de aplicación.

  • Corrija las pruebas siguiendo los pasos que se indican en el manual.

  • Cumpla con las obligaciones éticas y deontológicas antes de iniciar la evaluación, solicitando el consentimiento del propio sujeto o su representante legal y clarificando quiénes van a tener acceso a la información obtenida.

En síntesis, la mejor prueba se elegirá teniendo en cuenta los criterios mencionados, así como será imprescindible la destreza del evaluador, por lo que el psicólogo deberá adquirir previamente experiencia en su administración y no aplicar un instrumento hasta que posea una plena seguridad y conocimiento del mismo.

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