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Tanto la médula espinal como el encéfalo están rodeados por capas de tejido protector, llamadas meninges.

La duramadre es la capa más externa y fuerte, y tiene la consistencia de un delgado guante de látex. La duramadre se une a los huesos que recubren el cráneo y contiene vasos sanguíneos que irrigan el cerebro (Brodal, 2004).

La aracnoides, similar a una telaraña, es una delicada red de tejido bajo la duramadre.

Por último, la piamadre es la capa mas interna y frágil de las meninges, y contiene pequeños vasos sanguíneos.

Las infecciones biliares que dañan las meninges, conocidas como meningitis, pueden tener consecuencias en el desarrollo del cerebro. El primer año de vida es la etapa de más riesgo. Cuanto antes ocurre una infección mayor es el riesgo de mortalidad. Algunas de las consecuencias a largo plazo de la meningitis son: retraso cognitivo, hidrocefalia, crisis epilépticas, sordera e hiperactividad.

El líquido cefaloraquídeo (LCR), un líquido trasparente e incoloro, llena los ventrículos y el espacio subaracnoideo. El LCR contiene sodio, cloruro, magnesio, neurotransmisores y otras sustancias

El LCR se reproduce a un ritmo tal que se repone totalmente varias veces al día. El plexo coroideo, localizado en el suelo de los ventrículos, produce el LCR; la mayor cantidad de este se encuentra en los ventrículos laterales.

La meningitis, la encefalitis, los tumores y las lesiones traumáticas pueden causar cambios en el LCR.

El LCR tiene tres funciones principales:

  1. Proteje las lesiones al encéfalo y la médula espinal

  2. Difunde sustancias dentro y fuera del encéfalo

  3. Mantiene un ambiente especial para los tejidos cerebrales

Ventriculos cerebrales

Los ventrículos, grandes cavidades repletas de LCR, se encuentran en varias regiones del encéfalo. El cuarto ventrículo, conocido como el acueducto de Silvio, se localiza en el tronco cerebral a nivel de la protuberancia y el bulbo raquídeo. El tercer ventrículo, situado en el diencéfalo, y los ventrículos laterales, se halla en la región del prosencéfalo.

Cuando se observa que los ventrículos están dilatados, se puede diagnosticar un tumor o una enfermedad cerebral, entre ellas hidrocefalia, encefalitis o meningitis.

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