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La relación ente los elementos componentes de la cara (ojos, boca, nariz, etc.) da lugar a la formación de una configuración en la que se percibe el estímulo como un todo que presenta características propias e independientes de las de sus elementos componentes.

Las caras son estímulos biológica y socialmente importantes, aportando información sobre características relevantes de las personas con las que se interactúa y que pueden influir en el aprendizaje y la interacción social.

El procedimiento experimental básico utilizado en este tipo de estudios, consiste en presentar como estímulos caras construidas artificialmente, en las que se pueden variar las características que forman el rostro.

Las tareas más utilizadas suelen ser las tareas igual-diferentes, en las que los sujetos deben comparar dos caras, o algún componente de las mismas, y señalar si son iguales o no, y atareas de reconocimiento, en las que deben señalar si la cara se había presentado anteriormente.

Procesamiento de las características componentes de las caras

Las primeras investigaciones sobre el reconocimiento de caras partían del supuesto teórico de que el sistema visual analizaba las caras basándose en las características que las componen y a partir de aquí se realizaba una descripción de la cara sobre la base de estas características.

La pregunta básica que surgió en este contexto fue si las diferentes características de las caras se procesaban por separado o si se procesaban como una unidad perceptiva.

La tarea de los observadores consistía en proporcionar juicios “igual-diferente” sobre dos caras presentadas secuencialmente.

Bradshaw y Wallace construyeron caras variando algunas características en cada una de ellas. La tarea de los observadores consistía en proporcionar juicios “igual-diferente” sobre dos caras presentadas secuencialmente.

Los resultados mostraron que el tiempo empleado en emitir un juicio sobre las diferencias de caras era más corto cuanto más características diferentes se presentaban en las caras.

Los autores concluyeron que las características de las caras se procesaban de forma independiente y secuencial y no como una unidad perceptiva. Según esto, los observadores inspeccionarían el pelo en primer lugar, seguido por los ojos, nariz, etc. hasta que encontraban diferencias en las caras.

Sin embargo, los resultados son poco concluyentes debido a dos razones:

  • En primer lugar, a las demandas de la tarea utilizada que induce la estrategia de buscar diferencias.
  • En segundo lugar, las caras que presentan más diferencias entre sus características también las presentan globalmente, por lo que no se puede excluir que el procesamiento se haya realizado globalmente.

Interacciones entre características componentes en el reconocimiento de caras

Sergent diseñó una serie de estímulos, que consistían en ocho caras distintas resultantes de la combinación de dos barbillas, dos colores diferentes para los ojos, y dos distribuciones distintas del espacio interno de la cara.

En cada ensayo se presentaban dos caras que podían ser iguales o diferir en una única característica o en todas ellas. La tarea de los observadores consistía expulsar una llave de respuesta si las dos caras eran iguales y otra distinta si eran diferentes.

Los resultados confirmaron los obtenidos en estudios anteriores y además demostraron que una cuando las caras diferían en una única característica, las diferencias se percibían más rápidamente cuando dicha característica era la barbilla. Cuando a la diferencia ente barbillas se añadía una de las otras dos, la percepción de la diferencia entre caras era todavía más rápida. Este resultado indicaría que las características componentes de las caras no se perciben independientemente sino que se produce una interacción entre las mismas.

El efecto del contexto se puede manifestar de varia formas como un reconocimiento más preciso de las características componentes cuando se presentan en el contexto de una cara normal que cuando se presentan en el contexto de una cara distorsionada con un patrón de la misma cara almacenado en la memoria ó el efecto de facilitación por parte de patrones bien estructurados de la búsqueda perceptiva de características componentes en caras esquemáticas.

Procesamiento configuracional de las caras

Los resultados de Sergent indican que las características componentes de las caras no se procesan independientemente. El hecho de no sea así indicaría que se procesan como una configuración en el sentido de la Gestalt.

Tanak y Farah partieron de la siguiente hipótesis: si las características componente se representan independientemente en la descripción que el sistema visual hace de la cara, entonces el reconocimiento de las mismas por separado será igual cuando se presenten aisladamente que cuando se presenten en el contexto de una cara. Por el contrario, si la representación de las características no es independiente, se reconocerán peor cuando se presenten aisladamente que cuando se presenten en el contexto de una cara.

El procedimiento utilizado fue: se presentaron a los observadores una serie de caras y durante una serie de ensayos tenían que asociar las caras con un nombre determinado. Una vez aprendidos los nombres de las caras, se presentaba dos prueban re reconocimiento:

En una de ellas, reconocimiento de características componentes en un contexto, se presentaban como estímulos caras que diferían en una única característica y los observadores tenían que indicar si esa característica pertenecía o no a la cara asociada con un nombre determinado en la etapa anterior.

En la otra prueba, reconocimiento de características componentes presentadas aisladamente, se presentaban dos características diferentes y los observadores debían indicar cuál de ellas pertenencia a una cara determinada.

Los resultados indicaron que el reconocimiento de características componentes era peor cuando éstas se presentaban aisladamente que cuando se presentaban en el contexto de caras. Los autores concluyeron que la representación de caras está basada en una descripción global de la imagen que lleva a un mejor reconocimiento de las características componentes en el contexto global de la cara.

Estos resultados difieren de los encontrados con estímulos diferentes como objetos, palabras o caras invertidas, que se reconocen con igual precisión cuando se presentan aisladas o en un contexto global.

Las caras se almacenan globalmente en la memoria, pero no responden a la pregunta de si las caras se perciben globalmente. Las diferencias en el reconocimiento de caras con respecto a otras formas visuales como caras invertidas, objetos o palabras, sugiere que la representación visual de las caras realizada inicialmente en la percepción, puede ser diferente de la representación de otras formas visuales.

Farah, Wilson, Drain y Tanaka realizaron una serie de experimentos en los que incorporaron dos paradigmas perceptivos en lugar de paradigmas de memoria: o Paradigma de de atención selectiva, se presentaban dos caras simultáneamente y los observadores tenían que indicar si una determinada característica era igual o diferente en las dos caras.

La lógica que subyace a la tarea es la siguiente: si el sistema visual proporciona una descripción explícita de las características componentes de las caras, entonces será posible comparar las características presentadas en las dos caras sin ninguna interferencia por parte del resto de características.

Por el contrario, si la representación que proporciona el sistema visual es una representación global, las características a comparar sufrirán interferencia por parte del resto de las características componentes.

Los resultados mostraron una mayor interferencia en la comparación de características cuando las caras se presentaron en posición recta que cuando se presentaron invertidas.

Enmascaramiento, las máscaras presentadas podían ser características componentes de las caras o caras completas, y su finalidad era examinar cuál de estos aspectos distorsionaba más la percepción de caras. Si las caras se perciben como un todo la representación de las características componentes desempeñarían un papel poco importante en el reconocimiento y, por tanto, las máscaras formadas por caras completas distorsionarían más el reconocimiento que las máscaras formadas por caras completas por características componentes.

Se presentaron además otras formas visuales como palabras, objetos y caras invertidas, con el fin de examinar si los efectos eran específicos de la percepción de caras o generales en todos los casos. Los resultados mostraron cuando estaba formada por características componentes.

Los resultados de los experimentos mostraron que la percepción de caras estaba menos basada en la descomposición de partes era más global, que la del resto de formas visuales presentadas.

Las características componentes de las caras no se procesan o codifican de forma independiente sino como una configuración en la que perciben los componentes así como la relación entre los mismos.

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