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Los trastornos psicosomáticos como fenómenos multifactoriales

Que cada trastorno sea multifactorial (más que estrictamente psicógeno) ha potenciado la búsqueda de teorías implicadas en trastornos específicos. Innovaciones:

  • Aplicación al campo de la psicosomática de los principios del aprendizaje instrumental de respuestas autónomas. Se resalta la importancia de los trabajos de la escuela soviética sobre condicionamiento de respuestas viscerales y las clásicas investigaciones sobre los efectos del condicionamiento sobre la úlcera péptica.

  • Desarrollo por el grupo de Holmes del modelo psicosocial del estrés basado en la relevancia que tienen los sucesos vitales sobre la enfermedad.

  • Énfasis en la interacción estímulo-cognición-emoción y en sus implicaciones sobre una nueva conceptuación de la conexión entre el estrés y la enfermedad, matizándose la relevancia de los procesos cognitivos y consideración del estrés como un proceso de interacción (transacción) entre el individuo y la situación.

  • Acentuación de la importancia que juegan los factores psicológicos moduladores, mediadores y de riesgo respecto a la enfermedad física: estilos de afrontamiento, apoyo social, hábitos de conducta, etc.

  • Expansión del estudio de problemas físicos asociados al sistema inmunológico (cáncer, enfermedades infecciosas, resistencia general a la enfermedad). Aquí se resalta el campo de la psiconeuroinmunología.

Actualmente existen diversas teorías sobre los trastornos psicosomáticos. La mayor parte se centra en trastornos concretos, aunque existen hipótesis que tratan de ofrecer una explicación teórica general válida para cualquier tipo de alteración psicosomática. Recientes investigaciones tienden a sugerir la existencia de un estilo emocional negativo definido por el predominio de un complejo de variables emocionales como la ansiedad, la depresión y la ira/hostilidad que podría estar implicado en el desarrollo de múltiples trastornos físicos. Esto sugiere que exista un tipo general de persona predispuesta a la enfermedad. Una alternativa se establece en torno al concepto de afecto negativo, donde en lugar de postular una persona predispuesta a la enfermedad, habría que hablar de persona predispuesta al distress.

La teoría de la desregulación de Schwartz se enmarca en la consideración del organismo como un sistema de autorregulación, que implica la existencia de mecanismos de feedback no sólo dentro del SNC, sino también entre el cerebro y el resto del cuerpo. El proceso básico del modelo podría resumirse en que cuando el individuo se enfrenta a demandas ambientales, su cerebro efectúa las regulaciones necesarias para conocerlas. Dependiendo de la naturaleza se éstas, ciertos sistemas corporales serán activados, mientras que otros pueden ser inhibidos. Sin embargo, cuando este proceso se mantiene y el tejido sufre daño, los circuitos de feedback negativo del mecanismo homeostático se ponen en marcha y el cerebro tiene que modificar sus directrices para ayudar al órgano afectado. Este circuito de feedback negativo causa la experiencia de dolor. El trastorno psicosomático se produce cuando se produce disregulación, que puede darse en cualquiera de las 4 etapas:

  1. Etapa de las demandas ambientales. Los estímulos del medio externo pueden forzar al cerebro a que ignore el feedback negativo procedente del órgano periférico.

  2. Etapa del procesamiento de la información del SNC. El cerebro puede estar programado (por la herencia y después por el aprendizaje) para responder inapropiadamente a los estímulos externos o internos.

  3. Etapa del órgano periférico. El propio órgano puede responder de forma hipo o hiperactiva a las señales provinientes del cerebro ("debilidad del órgano").

  4. Etapa de feedback negativo. El feedback negativo enviado por el órgano periférico puede ser inapropiado (personas que nacen sin el sistema natural para responder al dolor).

La etiología de la disregulación puede ocurrir en cualquiera de estas cuatro etapas o en varias simultáneamente, aunque las consecuencias no son las mismas sea cual sea la etapa de ocurrencia. Este modelo integra los aspectos situacionales y de respuesta y sirve para integrar algunos principios correspondientes a las teorías psicosociales clásicas (especificidad situacional vs especificidad de respuesta). Su principal limitación es el excesivo protagonismo que otorga a los mecanismos neurofisiológicos.

Enfermedad o salud: medicina psicosomática, medicina conductual y psicología de la salud

Según el modelo bio-psico-social la enfermedad física puede estar causada por la interacción de múltiples factores: sociales, psicológicos y biológicos. Esta aproximación supone un cambio respecto al reduccionismo biomédico y un énfasis en el concepto de salud como complementario al de enfermedad.

La medicina conductual es el campo relacionado con el desarrollo del conocimiento de la ciencia conductual y con las técnicas relevantes para el conocimiento de la salud física y la enfermedad y para la aplicación de este conocimiento y estas técnicas al diagnóstico, prevención, tratamiento y rehabilitación.

Los conceptos de salud y enfermedad son para algunos, dos manifestaciones cualitativamente diferentes. Para otros, se trata más de una cuestión de grado a través de un continuo. Sin embargo, si la salud no es únicamente la ausencia de enfermedad, sería necesario hablar de 2 dimensiones diferentes. La salud según la OMS es el estado de completo bienestar físico y mental que resulta cuando la gente está libre de enfermedad y vive en armonía con su entorno y con los demás (incluye las 3 dimensiones: biológica, psicológica y social). Zikmund argumenta que la definición se centra únicamente en el resultado final y en su experiencia subjetiva. Además, los estados de bienestar pueden ser experimentados por personas enfermas y viceversa.

La característica básica de la salud incluye el funcionamiento de todas las manifestaciones vitales que contribuyen tanto a mantener como a desarrollar su existencia en los ámbitos biológico, psicológico y social. Así, el término saludable no debe ser utilizado únicamente para describir un diagnóstico inmediato, sino que también debe considerarse el posible riesgo de desarrollar una enfermedad.

La conducta de salud es cualquier actividad llevada a cabo bajo la creencia de que es saludable con el propósito de prevenir la enfermedad. Harris y Guten hablan de conducta protectora de la salud: cualquier actividad llevada a cabo independientemente de su estado de salud percibido o real con el propósito de proteger, promover o mantener la salud. Las conductas protectoras de la salud son:

  1. Nutrición: alimentos y condiciones bajo las que come.

  2. Sueño: descanso y relajación.

  3. Ejercicio.

  4. Contacto con el sistema de salud.

  5. Higiene personal o vestirse.

  6. Bienestar psicológico.

  7. Vigilancia del peso.

  8. Evitar o limitar el uso del tabaco.

  9. Uso de medicación.

  10. Uso de alcohol.

La enfermedad es un proceso que altera el curso de la salud de un organismo. Daña los procesos y funciones vitales e interfiere con la capacidad del organismo para interactuar con su ambiente. Posee dos connotaciones: un estado de alteración objetiva en el organismo y un estado subjetivo ("se sienten enfermas"). Generalmente, la enfermedad subjetiva y objetiva coinciden pero no siempre. La conducta de enfermedad se asocia a la enfermedad subjetiva, y consiste en actividades que reflejan el estado de enfermedad (permanecer encamado) y/o búsqueda de algún remedio (tomar medicinas). Bajo estas circunstancias el individuo tiende a adoptar el rol de enfermo, sobre todo si se ve reforzado por la familia, los amigos y el médico.

En 1982 se crea la psicología de la salud. Uno de los principales obstáculos es la falta de demarcación clara de sus fronteras. Otro problema es que es unidisciplinar, pues pretende abordar el problema de la salud únicamente desde la psicología (la medicina psicosomática y la conductual son multidisciplinares y, por tanto, orientaciones más razonables y realistas).

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