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3.1 Introducción

La inoculación de estrés fue el nombre que se dio a un paquete de técnicas cognitivas conductuales diseñadas inicialmente para tratamiento de problemas de ansiedad, en la actualidad, entrenamiento en inoculación de estrés puede considerarse una forma heurísticamente útil para conceptualizar el estrés y los factores que pueden promover el cambio, para proporcionar así ayuda para diseñar tratamientos de cambio específicos y preventivos.

El entrenamiento en inoculación de estrés (EIE) es de utilidad para afrontar las cuatro categorías señaladas por Elliot:

  1. estresores agudos de tiempo limitado (examinarse del carnet conducir),
  2. secuencias de estrés (la perdida de empleo puede llevar a problemas económicos, que a su vez puede desembocar en problemas matrimoniales),
  3. intermitencia crónica (exámenes, combates militares, chequeo médico),
  4. estrés crónico continuado (enfermedades médicas psiquiátricas de larga duración, situaciones laborales que implican riesgos elevados permanentes como el caso de los policías o guardia civil).

3.2 Fundamentos teóricos del entrenamiento en inoculación de estrés

En el entrenamiento en inoculación de estrés el concepto de inoculación es central y se utiliza con el mismo significado que en el modelo médico, se pretende inmunizar psicológicamente contra situaciones o acontecimientos estresantes de baja intensidad, incrementando su repertorio de estrategias de afrontamiento, con el fin de que posteriormente pueda servir para afrontar diferentes situaciones de mayor intensidad.

En el entrenamiento en inoculación de estrés se presta especial atención a los procesos de preparación y asimilación de los acontecimientos estresantes puesto que la sorpresa y la falta de preparación dificultan los esfuerzos de afrontamiento y facilitan el desajuste emocional.

En el modelo EIE se asume, al igual que en el modelo transaccional de estrés, que el estrés ocurre cuando el individuo percibe que las demandas de la situación superan sus recursos de afrontamiento. Como en el modelo de determinismo recíproco se considera que en el desarrollo del estrés existe una clara interacción e influencia recíproca entre las variables personales y situacionales.

En el entrenamiento de inoculación de estrés se considera que factores cognitivos, afectivos, fisiológicos, conductuales y ambientales están interrelacionados y que cualquiera de ellos puede ser el origen del desarrollo y mantenimiento de los trastornos emocionales. Partiendo de estos supuestos, se considera que el terapeuta, utilizando un estilo socrático y didáctico, pueda de forma interactiva resolver problemas de individuos concretos de manera creativa.

3.3 La práctica del entrenamiento en inoculación de estrés

Los objetivos del modelo se centran en tres aspectos fundamentales:

  1. la proporción de una actividad autorreguladora adecuada que implique reducir o suprimir la intensidad de auto verbalizaciones, imágenes y emociones perturbadoras, e incrementar aquellas que proporcionen un funcionamiento más adaptativo,
  2. la modificación de conductas desadaptativas,
  3. la revisión y modificación de estructuras cognitivas que estén promoviendo valores negativos de uno mismo y del mundo.

3.4 Fases del entrenamiento en inoculaciones de estrés

Fase de conceptualización: los objetivos generales de esta fase son identificar y definir el problema que presenta la persona, darle a entender su naturaleza, y definir los objetivos terapéuticos. Esta fase también recibe el nombre de fase educativa.

Durante la evaluación y el diagnóstico se enseña al cliente a describir cada uno de los problemas de forma independiente, tratando de no hacer una valoración global de todos ellos. Una vez realizada la primera aproximación, es necesario realizar una valoración mas exhaustiva que permita averiguar el mayor número posible de variables internas o externas implicadas en el problema. Se realiza a través de la entrevista con el cliente y personas allegadas, la reconstrucción de la imaginación, y el recuerdo de la experiencia estresante además de cuestionarios específicos y autorregistros. Por tanto en esta fase es primordial el entrenamiento en habilidades de autoobservación.

La conceptualización del problema implica transmitir al cliente que el estrés tiene diferentes componentes, diferentes fases, se considera mas importante que la conceptualización del problema se realice de forma plausible y creíble para el cliente que esta esté validada científicamente, finalmente, una de las una parte esencial del proceso de reconceptualización es desmontar las creencias erróneas y los mitos.

Fase de adquisición y entrenamiento de habilidades: el procedimiento de intervención en la fase de adquisición y entrenamiento de habilidades implica:

  • Determinar qué estilo de afrontamiento es el más adecuado para el cliente
  • Examinar el nivel esfuerzo que conlleva afrontar el problema
  • Entrenar estrategias de afrontamiento centradas en el problema, y minimizando el impacto los estresores
  • Cuando este fin estresante es incontrolable o inmutable, entrenar estrategias de afrontamiento paliativas
  • Entrenar al cliente a buscar, utilizar y mantener el apoyo social
  • Utilizar modelos de afrontamiento reales o mediante video, y proporcionar feedback
  • Utilizar entrenamiento autoinstruccional

Durante el entrenamiento se presta especial atención a los componentes emocionales, conductuales y cognitivos que en la evaluación inicial presentaban mayores déficits o contribuyen en mayor medida al funcionamiento inadecuado. Las habilidades y estrategias específicas dependerán de las carencias de la persona, no obstante, hay una serie de estrategias de afrontamiento que se utilizan habitualmente en el entrenamiento de inoculación de estrés que son efectivas para abordar la mayoría de los problemas.

Estrategias en la inoculación de estrés:

  • Cognitivas: Estrategias de solución de problemas, entrenamiento en autorrefuerzo, reestructuración cognitiva
  • Control de la activación emocional: En general se suele enseñar a los pacientes distintas estrategias de relajación, estrategias de respiración profunda y en general cualquier otra estrategia que sirva para aliviar y rebajar la tensión fisiológica y emocional.
  • Conductuales: Las técnicas conductuales que se entrenan dependen del tipo de problema y de las situaciones que provocan, en los casos en los que se produzcan conductas de evitación como en las fobias, se suelen entrenar técnicas de exposición, por tanto estarán en función de la problemática de la persona
  • Habilidades de afrontamiento paliativo: Todas aquellas estrategias que puedan ayudar a mitigar el malestar, cuando el estímulo es de difícil control (por ejemplo amenazas continuas de terrorismo), las técnicas son toma de perspectiva, contacto con personas de situación similar, etc.

Fase de aplicación y consolidación de habilidades adquiridas: en esta tercera fase se pretende alcanzar varios objetivos: poner en práctica ante situaciones reales las estrategias aprendidas, comprobar la utilidad y eficacia de las habilidades, corregir aquellos problemas que vayan surgiendo.

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