La respuesta emocional es de carácter multifactorial e implica múltiples efectos, como una experiencia o efecto subjetivo, una expresión corporal o efecto social, un afrontamiento o efecto funcional y un soporte fisiológico para la ejecución de todas las respuestas anteriores.
La experiencia subjetiva se refiere a las sensaciones que produce la respuesta emocional. Su principal temática es el placer o displacer, seguido de activación o intensidad. Scherer (2001) señala que la experiencia subjetiva consciente consta también de la auto-percepción de la representación integrada de los cambios en todos los componentes de la respuesta emocional.
Según Cabanac (2002) el sentimiento o experiencia emocional depende de cuatro dimensiones: la duración temporal del evento, la cualidad emocional, la intensidad de la situación y el grado de hedonismo.
Y, por supuesto, es reflejo de cambios en la bioquímica y fisiología del organismo; en este sentido juega un papel especial la expresión facial de las emociones.
Por tanto, la "experiencia subjetiva" se refiere a todo el proceso generado por el cerebro, como una reacción a influencias externas e internas. El medio interno y el externo son dinámicos, por tanto, el medio subjetivo también lo es.
El sistema neurendocrino es el órgano regulador y armonizador de los procesos subjetivos y viscerales. Los procesos subjetivos son reales, producto del metabolismo neuronal.
La experiencia subjetiva tiene un tiempo de génesis y cierta latencia para entrar en acción, tiene una cierta duración fásica, es susceptible de ser activada o inhibida, y esta modulada por los cambios de excitabilidad.
Los contenidos de la experiencia subjetiva son virtuales, ya que aunque son producto de actividad neuroendocrina, son generados en el espacio-tiempo real.
La expresión corporal se refiere a la comunicación y exteriorización de las emociones mediante la expresión facial y otra serie de procesos de comunicación no verbal como los cambios posturales o la prosodia o tono emocional del habla.
El afrontamiento se refiere a los cambios comportamentales que producen las emociones y que hacen que las personas se preparen para la acción. Es el conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales que están en constante cambio para adaptarse a las condiciones desencadenantes y que se desarrollan para manejar las demandas internas o externas. Es un proceso psicológico que se pone en marcha cuando en el entorno se producen cambios no deseados o estresantes, o cuando va a haber consecuencias no deseables.
EMOCIÓN | AFRONTAMIENTO |
Miedo | Huída o evitación |
Ira | Agresión o defensa |
Sorpresa | Vigilancia y curiosidad |
Asco | Retirada y evitación |
Tristeza | Reflexión y reintegración |
Alegría | Disfrute y acercamiento |
El soporte fisiológico se refiere a los cambios y alteraciones que se producen en el sistema nervioso central, periférico y endocrino. Los mas estudiados se refieren al sistema somático y autónomo. La mente se encuentra configurada por una serie de programas desarrollados para dominios específicos, cada uno de los cuales está funcionalmente especializado para solucionar un tipo de problema adaptativo diferente. Pero nos encontramos con un inconveniente, ya que fueron desarrollados individualmente para solucionar problemas específicos y si fueran activados simultáneamente podrían darse conflictos e incompatibilidades entre ellos (estudiar y dormir requieren procesos incompatibles entre sí). Por tanto, son necesarios programas de orden superior que coordinen estos componentes para que se genere la respuesta para cada momento, situación y exigencia concreta. Así pues, la activación emocional es un programa de orden superior, cuya función es dirigir las actividades y las interacciones de los subprogramas que rigen la percepción, la atención, el aprendizaje, la memoria, la elección de metas, las prioridades motivacionales, etc.