Etimológicamente, "hombrecillo"; reciben este nombre determinadas zonas de la corteza cerebral humana debido a que se ha descubierto que hay una correspondencia clara entre determinados puntos de la corteza y puntos concretos del cuerpo, bien porque la estimulación de esos puntos corticales provoca una reacción motora (homúnculo motor), bien porque el paciente percibe esa estimulación como una sensación táctil procedente de un punto concreto del cuerpo (homúnculo sensorial. corteza sensorial primaria).
En filosofía de la mente, hace referencia a una entidad o agente cognitivo simbólico representado en forma de hombrecillo en el interior del cerebro, que percibe e interpreta el mundo. El problema es que, a su vez, el homúnculo necesita otro homúnculo para explicar sus actos, quien a su vez necesita otro homúnculo y así llegaríamos a una regresión ad infinitum.
En psicología, se dice que una doctrina o teoría es homuncular cuando explica un fenómeno recurriendo al propio fenómeno, algo que en principio no es admisible.
En psicología, los razonamientos homunculares aplicados a las teorías son útiles para descubrir fallos y debilidades en las mismas.