Uso de cannabis y consecuencias: elementos de psicoeducación
La principal motivación para abandonar el consumo de sustancias es interrumpir la exposición a la noxa y a sus consecuencias y los trastornos asociados. En aras de dicha motivación, todo tratamiento debe incluir psicoeducación para que el paciente adquiera o recuperé la percepción del riesgo mediante información veraz.
Tratar trastornos inducidos por cannabis no es tratar el uso
Trastorno por dependencia y el de abuso configuran los trastornos por uso de sustancias en sentido estricto. Otros importantes trastornos (intoxicación, delirio, psicosis) configuran los trastornos inducidos por cannabis. El abordaje terapéutico de la dependencia y abuso del cannabis constituye tratamiento de de cesación canábica específico, similar a la tabáquica.
En cambio, los trastornos inducidos por el cannabis suelen recibir un tratamiento que es genérico.
Tratamiento para cesar de fumar cannabis
Lo primero que hay tener en cuenta es el tipo de expectativas del consumidor ante dicho uso. En segundo lugar, hay una gran tolerancia social ante el consumo de cannabis, y en tercer lugar hay que tener en cuenta que el paciente consume cannabis por la sustancia en sí misma, y al mismo tiempo aprovechar su efecto depresor central para neutralizar la toma previa de psicoestimulantes como por ejemplo la cocaína, el éxtasis por las anfetaminas, o bien por otro lado, para alargar el efecto de la heroína.
El tratamiento de cesación de fumar preparados canábicos debería indicarse especialmente en pacientes con diagnóstico dual. Esta grave enfermedad se considera el principal riesgo para la salud atribuible al consumo de cannabis, la dificultad de abstenerse de la droga reside en la propia sustancia, la influencia de los compañeros, y las coartadas motivacionales y cognitivas del consumo de psicotrópicos como por ejemplo la individualización del adolescente.
Esquemáticamente suele diferenciarse entre la fase de desintoxicación, en los primeros días, y la de deshabituación o de mantenimiento que puede durar meses.
En la primera fase si procede, el médico indicará antidepresivos además, pueden indicar benzodiacepinas. Durante la fase de mantenimiento o la de deshabituación, lo ideal es que el paciente reciba mejor psicoterapia posible.
¿Cómo lograr la cesación de fumar cannabis?
El objetivo general es aumentar la conciencia del problema, desactivar prejuicios y falsas creencias, y generar expectativas de futuro. Técnicas disponibles son el Consueling o consejo sanitario, la entrevista motivacional, el aprendizaje destrezas sociales, la prevención de recaídas y el contrato de contingencias. Hasta hace algún tiempo, el inconveniente principal era que los consumidores de cannabis no demandaban terapia de cesación, al modo en que hace años que tampoco los tabaquistas buscaban tratamiento. Dada la edad predominantemente juvenil de los afectados, ha de haber intervención terapéutica en las familias, que además son las que puede generar la demanda. Siempre se asesorará contextualizando, no dramatizando.
Quienes fuman, sean dependientes de nicotina o de cannaboides, deberían hallar interlocutores sanitarios capaces de informar con rigor técnico sobre los riesgos de ambos consumos para la salud. El papel de la familia es importante en terapia de adolescentes y a veces también adultos, pero no debiera ser determinante. Al igual que en la cesación del tabaco, cada afectado debe sentirse protagonista único de su motivación de abstenerse de fumar porros. En el caso del cannabis, si los padres fuman tabaco, se dará un modelado parental negativo indirecto (se imita la forma de autoadministración de psicotropo, fumar).
La connotación provocadora de consumir algo ilícito se adecua perfectamente al principio individualizador, bien establecido la psicología juvenil. Este refuerzo positivo que emana del halo transgresor es uno de los principales obstáculos motivacionales en terapia de la cesación con adolescentes y adultos jóvenes.
Eventualmente, una tecnología a ofertar en terapia cesación cannábica es que los pacientes puedan disponer de controles de orina para detección de cannaboides y de cualquier otra sustancia que se haya acordado evitar. Es básico no olvidar la posible persistencia de cannaboides durante semanas después de cesar su consumo, desconocer este hecho podría llevar algún paciente a que se sintiera injustamente reprochado por asimilarse un consumo remoto al consumo actual o reciente.
En la práctica, basta con que terapeuta no pierda de vista algo consustancial al saber médico, que la clínica prevalece sobre laboratorio.