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A pesar de la diversidad lingüística, los vocabularios de las distintas lenguas se ajustan a unos principios generales.

Dos categorías de palabras

Es posible distinguir entre dos clases de palabras muy diferentes que se procesan de forma distinta en el cerebro humano:

  1. Categorías mayores o de clase abierta o palabras de contenido: conjunto de palabras que no cesa de incorporar nuevos términos a lo largo del tiempo y que poseen un significado pleno (nombres, verbos, adjetivos y algunos adverbios).
  2. Categorías menores o de clase cerrada o palabras de función o functores. Modifican el significado de las otras palabras y establecen relaciones entre ellas (artículos, preposiciones, conjunciones, auxiliares, etc.).

La representación y el procesamiento de ambos tipos de vocabulario presentan importantes diferencias:

  • Una lesión cerebral puede afectar selectivamente más a un tipo de vocabulario que al otro.
  • En el desarrollo de la primera lengua se observa que la aparición del vocabulario de clase cerrada es mucho más tardía que la del vocabulario de clase abierta.
  • La frecuencia de uso es una variable que tiene un gran efecto en la identificación de las palabras, pero sólo con las de contenido. Numerosos estudios han puesto de manifiesto que las palabras de función presentan mayor invisibilidad en tareas que consisten en identificar rápidamente una letra particular sobre un texto.

Organización léxica

La comprensión es la culminación de un conjunto complejo de subprocesos que ocurren de forma rápida y automatizada, consistente en emparejar información externa del estímulo con estructuras de información pre-almacenadas.

Según Oldfield, tradicionalmente se había propuesto el concepto de diccionario o léxico mental como la hipotética estructura donde se representaría esta información de manera organizada.

El léxico mental consta de una lista o red de “entradas léxicas” que incorpora información fonológica, ortográfica, morfológica, sintáctica, semántica y términos o conceptos asociados a la entrada léxica por sus significados.

De esta forma, no todas las entradas estarían completas sino que puede fallar la conexión entre algunas de esas representaciones.

Acceso léxico

Una de las hipótesis que explica cómo se representan las variantes morfológicas de las palabras, denominada hipótesis del listado exhaustivo, considera que cada variante tiene su entrada o representación propia.

Por otra parte, la hipótesis del listado parcial o segmentación obligatoria defiende que el léxico sólo contiene una lista parcial de entradas léxicas que incluye, por un lado las raíces o formas base, y por otro los afijos (prefijos y sufijos).

Según esta hipótesis, para identificar una palabra morfológicamente compleja, primero hay que “despojarla” de todos los afijos y luego localizar su forma base.

Los datos empíricos parecen apoyar esta hipótesis, por ejemplo, el hecho de que los tiempos de reacción de palabras seudo-prefijadas como “interés” o “resultado” que realmente no tienen prefijos pero tienen apariencia de tenerlos (in- y re-, respectivamente), se procesan más lentamente que las palabras control.

Por otra parte, los datos empíricos apoyan de forma clara una síntesis de ambas hipótesis.

De acuerdo con la hipótesis mixta o dual, por un lado se encontrarían las raíces y por otro lado los afijos. Así, ambas partes se procesan por separado y posteriormente se unen.

Este procedimiento es especialmente útil con las palabras de baja frecuencia, pues no es necesario conocer todas las formas derivadas para entender y utilizar una forma concreta.

Un factor que influye en la descomposición de las palabras es el grado de transparencia que éstas tienen para nosotros. Si una palabra compuesta no es transparente respecto a sus componentes se representará como otra palabra aparte (ej. “camaleón” no es transparente respecto a sus componentes “cama” y “león”, almacenandose independientemente).

Paralelamente, una distinción que se ha revelado útil es aquella que discierne entre una morfología de nivel I, en la que se produce una alteración de la raíz (de soñar a sueño), y una morfología de nivel II, donde no se altera la raíz (de comer a comedor).

Otros autores, generalmente conexionistas, consideran innecesario plantear un mecanismo de acceso separado del mecanismo de activación léxica.

Sin embargo, en el reconocimiento de las palabras habladas, la mayor parte de los enfoques teóricos sobre el acceso léxico comparten la idea de que intervienen dos tipos de mecanismos fundamentales: activación y competición.

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