Cronométricos
Los métodos cronométricos se basan en los tiempos de reacción en experimentos de nombrado de objetos, generalmente representados mediante dibujos.
Cattell descubrió que nombrar una lista de 100 objetos dibujados con líneas requería el doble de tiempo que nombrar (leer) sus correspondientes nombres impresos ya que hay una ruta de acceso directo entre la palabra escrita y el código fonológico, mientras que el dibujo activa primero la representación conceptual del objeto y sólo después su código fonológico, lo que supone un paso extra.
Se concluyó que los dibujos cuyos nombres eran menos frecuentes en el idioma requieren más tiempo para ser nombrados.
Mediante la tarea de Stroop se observó un enlentecimiento en la respuesta si el color de la tinta era distinto del color indicado por la palabra. Sin embargo, no se halló el efecto recíproco si la tarea consistía en nombrar (leer) la palabra, en lugar del color de la tinta.
Una variante de la tarea de Stroop es la tarea de interferencia palabra-dibujo, muy utilizada en la experimentación sobre la producción de palabras que consiste en la presentación de un dibujo y sobre él una palabra escrita que no corresponde al dibujo pero está relacionado semánticamente con él (dibujo de un elefante junto a la palabra “jirafa”).
De nuevo, la interferencia aparece en el nombrado del dibujo, pero no cuando la tarea consiste en leer la palabra. Se trata, por lo tanto, de una inhibición semántica de la palabra distractora hacia el nombrado del dibujo. Sin embargo, cuando la palabra escogida no tiene relación semántica, sino fonológica (cantante; elefante), surge un efecto de facilitación fonológica y los tiempos de reacción se acortan.
Los experimentos con la tarea de interferencia palabra-dibujo son especialmente útiles para intentar desentrañar los subprocesos que intervienen en la producción de las palabras y, sobre todo, el curso temporal de esos procesos.
Glaser y Düngelhoff estudiaron el curso temporal de la producción oral variando sistemáticamente los tiempos entre la presentación de la palabra y la presentación del dibujo. Así, técnicamente, el tiempo que separa dos estímulos se conoce como asincronía entre los inicios de los estímulos (Stimulus onset-asynchronies, SOA).
De esta forma, en cada ensayo se presentaba un dibujo y una palabra, y la tarea consistía en nombrar el dibujo ignorando la palabra. Los autores jugaron sistemáticamente con los SOA o asincronías entre palabra-dibujo, de modo que los valores negativos significan que la palabra va antes que el dibujo y los positivos que va después, mientras que el cero es, la presentación simultánea de ambos estímulos.
La activación del significado de la palabra interfiere en el significado del dibujo en un intervalo que abarca unos 300 ms antes y después de la presentación del dibujo, alcanzando un máximo de interferencia entre 0 y 100 ms tras la aparición del dibujo.
Estos resultados apoyan el modelo computacional WEAVER de Roelofs, un programa informático que intenta simular los procesos mentales de producción de palabras.
Schriefers, Meyer y Levelt introducen la palabra distractora de forma auditiva, en lugar de escrita, observando una facilitación fonológica cuando la palabra fonológicamente relacionada se presenta un tiempo después, lo cual indica que, la activación semántica ocurre unos 100-150 ms antes que la fonológica.
Evidencia neurológica
El esquema básico de investigación es registrar la actividad cerebral mientras el participante lleva a cabo una tarea de producción del lenguaje (denominación de dibujos, generación oral o encubierta de palabras o lectura de palabras y seudopalabras y comparación entre dos tareas distintas), con el fin de identificar las áreas cerebrales más directamente involucradas.