Piaget y Vigotsky defendían posiciones teóricas distintas sobre la relación entre el pensamiento y el lenguaje.
El interés de Piaget se centraba en las etapas del desarrollo de la inteligencia en el niño fruto del desarrollo ontogenético, es decir, como consecuencia, un reflejo de la evolución del pensamiento infantil. De forma que el pensamiento evoluciona a partir de una forma de relación con el entorno de tipo sensorio-motor, hasta la aparición de la función simbólica y las representaciones mentales.
Mientras que para Vigotsky, pensamiento y lenguaje son, procesos independientes, con orígenes separados, hasta que, aproximadamente a la edad de 2-3 años, se establece la unión entre ambos. Así, el pensamiento pre-lingüístico, sin palabras, y el lenguaje preintelectual sin pensamiento, que siguen caminos distintos dan lugar a que el pensamiento se haga verbal, y el habla racional.
Para Piaget, el lenguaje egocéntrico es una característica de la inmadurez cognitiva del niño, ya que éste se coloca en el centro del mundo y es incapaz de descentrar su punto de vista y ponerse en el lugar del otro, que desaparece hacia los 6 o 7 años de edad, dando paso al lenguaje social.
Para Vigotsky, el lenguaje egocéntrico es una forma necesaria de transición desde el habla externa al habla interna, que estaría en la base del pensamiento del adulto. Así, el lenguaje egocéntrico del niño se va internalizando,al tiempo que desempeña una función primordial en la regulación y el control de la propia conducta.
Según Vigotsky, el lenguaje egocéntrico y el lenguaje social cumplen funciones diferentes.
En cierta medida, el habla interna de Vigotsky está relacionada con el flujo del pensamiento postulado por William James para caracterizar los procesos de la conciencia, salvo por el hecho de que James no le daba especial protagonismo al lenguaje.
Las técnicas de neuroimagen registran la actividad cerebral de un individuo en estado de reposo, es decir, cuando no se le pide realizar ninguna tarea experimental concreta, observándose una actividad neuronal masiva en la denominada red en “modo por defecto”. De forma que, si el habla interna desempeñase un papel dominante en el pensamiento, tendría que aparecer una activación significativa en las áreas de Broca y/o de Wernicke, y no sucede así.
Las concepciones piagetiana y vygotskiana hacen predicciones opuestas que pueden ser comprobadas empíricamente. Piaget sostiene que el lenguaje egocéntrico se debe a la falta de socialización; de modo que cuanto menos social sea una situación, más probabilidades habría de que el lenguaje egocéntrico apareciera, en detrimento del lenguaje comunicativo.
Vygotsky llevó a cabo una serie de experimentos en los que restringía el contexto social del niño (situandolo junto con otros niños sordomudos, con extranjeros, con desconocidos, o solos) y observó que en todos los casos, el lenguaje egocéntrico disminuía significativamente en frecuencia dado que parece que el hecho de sentirse escuchado y acompañado es fundamental para que el niño produzca lenguaje egocéntrico.