La neurociencia del pensamiento se presenta en dos líneas de trabajo: una que estudia el pensamiento cotidiano, siendo informal y como argumentación. Y otra que estudia el pensamiento en la práctica, investiga procesos inferenciales, de cálculo y de resolución de problemas en entornos cotidianos condicionados por la cultura. Algunos autores consideraban que la psicología había descuidado el estudio de este tipo de pensamiento.
Limon 2005 explica que no existe unidad conceptual y metodológica dentro de este campo de estudio, y sí una gran variedad de conceptos que se usan para aludir al pensamiento informal (cotidiano, no formal o práctico) y los diferentes fenómenos que se incluyen dentro de éstos: argumentación, solución de problemas poco estructurados o la toma de decisiones en incertidumbre,entre otros. Respecto a la metodología se aprecia gran amplitud de procedimientos fuera de la experimentación en laboratorio.
A diferencia de los tipos de razonamiento estudiados en capítulos anteriores, el pensamiento que se desarrolla en situaciones cotidianas no suele tener una forma lógica clara. Normalmente, ponemos en primer plano los aspectos prácticos, retóricos, argumentativos e informales y no tanto los lógico-formales.
Dentro del primer grupo de trabajos, tenemos el razonamiento informal : es el cotidiano de la vida diaria que no sigue las formas estandarizadas de la lógica deductiva. El pensamiento cotidiano es la construcción de modelos situacionales que permiten representar y comprender los problemas de la vida, donde se dan además sesgos y argumentaciones. La argumentación es la actividad cognitiva y discursiva que se realiza cuando se da un diálogo entre dos o más personas dándose opiniones, se rebaten, ponderan, se justifican, se piden pruebas, se las juzga a éstas,...
El pensamiento en la práctica hace referencia a todos aquellos que se ponen en marcha en contextos de práctica cotidiana como los laborales, de intercambio comercial,... Son estudios realizados desde la perspectiva socio-histórico cultural que junto con la psico cognitiva parecen los enfoques predominantes de la actualidad. La teoría socio-hitórico cultural, inspirada en Vygotsky entiende que el pensamiento es una actividad cognitiva realizada con y a través de las herramientas culturales entre las cuales destacan el lenguaje, sistemas de reglas, la lógica, la matemática,...
El razonamiento informal está presente en escenarios como los electorales: ¿qué programa político me parece más convincente? Las propuestas de los candidatos ¿ofrecen razones y evidencias que las sostengan? En otras situaciones son las que se dan en los juicios cuando los jurados tienen que organizar y sopesar pruebas, testimonios,... y luego tomar una decisión. También se generan y evalúan argumentos: un político defiende su programa frente a otro, ¿es capaz de generar aseveraciones claras? ¿Puede incorporar las críticas del adversario a sus propios argumentos y así enriquecerlos? En estos ejemplos el pensamiento supone contemplar las razones de otros, contraponer y clarificar el propio punto de vista, sacar conclusiones y tomar decisiones. Hay otras situaciones cotidianas donde el pensar se realiza en los contextos en los que se ejecutan tareas prácticas como calcular precios de venta, organizar mercancías para su venta,... en este caso el pensamiento se fundamenta alrededor de herramientas culturales (sistemas de enumeración, procedimientos para calcular,...).
Ambas líneas se han reunido en este texto por las razones siguientes.
Motivo que se vincula con el carácter no-formal del pensamiento informal y las consecuencias de este cuando se define la racionalidad humana y el valor de los modelos normativos como modos de evaluación de esa racionalidad. Es un pensamiento que se desarrolla en situaciones abiertas poco estructuradas (Sternberg,2011) Pero ¿qué tipo de pensamiento es el informal? Si no se amolda a los cánones de la lógica, entonces ¿se trata de un pensamiento irracional? Subsiste la idea clásica adoptada en la psico del pensamiento tradicional por la cual se entiende a la lógica de- ductiva como modelo ideal y normativo del pensamiento. Este enfoque ha buscado la correspondencia (o falta de ella) entre los modos de pensamieto de las personas y el modelo lógico deductivo.
Los estudios sobre el pensamiento en contexto muestran una aproximación descriptiva en su estudio pues se centran en investigar cómo las personas razonan, argumentan y resuelven problemas en situaciones poco estructuradas. Estas posiciones revivan la polémica sobre la racionalidad humana y el lugar de los modelos normativos lógicos como modelo de racionalidad.
No significa que los estudios en este pensamiento no se inspiren en modelos ideales o no reflexionen sobre el papel de estos.
En los estudios que asumen una perspectiva retórica, informal y argumentativa, el modelo ideal de discusión racional lo constituye la imagen de la balanza (metáfora del filósofo Leibniz – s.XVII ) la cual indica que una creencia racional es aquella que obtenemos sopesando las creencias en los “platillos de la razón”, lo que se traduciría en dar razones a favor y en contra de las aseveraciones, evidencias, justificaciones,... sin atender a factores extra-lógicos (preferencias, prejuicios, presiones del entorno) Esta imagen ideal contrasta con los resultados encontrados por la investigación psicológica. Este desajuste entre modelo ideal y los resultados no suelen interpretarse como déficit en el desempeño de los sujetos pues el interés está puesto en describir cómo pensamos.
En la tradición socio-cultural la reflexión sobre el papel de los modelos normativos y la racionalidad se plantea de otro modo: se adopta una perspectiva temporal o histórica (tb historiogenética) en el estudio de los procesos cognitivos. Este estudio debe incluir el cómo se ha originado dentro de un contexto socio-cultural específico, mediante qué prácticas y qué herramientas, cómo ha ido evolucionando a lo largo de la historia,... Este tipo de estudios ha sido desarrollado por Netz,1999 el cual mostró que los procedimientos deductivos surgieron en el siglo V a.C. como producto de las prácticas cognitivas y simbólicas realizadas por los matemáticos griegos. Situar el origen social y cultural de la deducción permite a los psicológos socio-culturales (Gabucio,2002) entenderla como un modo de pensamiento específico, contextualizado histórica y situacionalmente. Lo que a la vez, llevaría a proponer que no puede considerarse como un proceso natural, universal y a-histórico. Por tanto la deducción no podría ser el modelo ideal sobre el cual contrastar todas las formas de razonamiento, sino más bien es un modo específico y concreto de razonamiento que toma sentido en el contexto de ciertas prácticas intelectuales .
El tercer motivo es de índole metodológico. La investigación experimental realizada en el laboratorio psicológico (tareas descontextualizadas y artificiales) no resulta suficiente para el estudio de este campo. Se ha tenido que utilizar técnicas y metodologías capaz de estudiar situaciones que sean lo más cercanas y parecidas a las que las personas realizan cotidianamente con estructuras, materiales, instrucciones e interacciones similares (validez ecológica).