La función de la visión
La visión proporciona información precisa y a distancia sobre los objetos y sobre la posición espacial de los mismos en el medio ambiente a partir de la luz que los objetos emiten o reflejan. Mediante esta información el organismo es capaz de dirigir las acciones que garantizan su supervivencia.
La precisión de la visión es un requisito indispensable para la supervivencia del organismo. Si la visión no fuera capaz de informarnos sobre la identidad y sobre la posición espacial de los objetos nunca habría evolucionado hasta el nivel de precisión que ha llegado a adquirir en las personas. No quiere esto decir que la visión sea infalible; a veces nos engaña, por eso las ilusiones ópticas constituyen un importante conjunto de fenómenos que una teoría de la percepción debe explicar. Normalmente la visión es verídica y proporciona al organismo una información lo suficientemente precisa como para guiar sus acciones de forma eficaz.
La información que proporciona la visión tiene la propiedad de ser una información a distancia, lo que representa un valor adicional para la supervivencia del organismo pues le permite adquirirla sin entrar en contacto con los objetos y sin comprometer su seguridad.
La característica más específica y definitoria de la visión es que la información sobre los objetos y sobre su posición espacial se obtiene a partir de la luz que emiten o reflejan. Pero la luz que llega al observador depende de numerosos factores, depende de la iluminación que el objeto o la escena reciben, de la reflectancia de sus superficies, de su geometría, del punto de vista del observador, etc...
La propuesta por Gibson, que consideramos los sentidos, y en nuestro caso concreto la visión, como canales de la percepción consiste en recuperar las propiedades válidas de ese mundo externo a partir de la información de los sentidos.
El procesamiento de la información
Es necesario tomar en consideración las diferentes fases mediante las cuales el sistema visual procesa la información estimular y la convierte en conocimiento para el organismo del medio ambiente en el que se desarrolla su actividad.
Llevar a cabo este análisis del procesamiento de la información implica describir los diferentes tipos de representaciones que el sistema visual construye y los procesos que permiten la codificación de los estímulos, la progresiva organización de la escena visual y la construcción de las representaciones fundamentales. El concepto de representación es central en una teoría del procesamiento de información, pero no debe entenderse de forma simplista como una especie de fotografía dentro de la cabeza que es observada por un homúnculo más o menos misterioso, sino como un complejo sistema de correspondencias entre características del medio y códigos neuronales que permiten al sistema visual recuperar internamente la información relevante del medio.
Las tres primeras corresponden en términos generales a las tres fases propuestas por Marr que hemos visto anteriormente. La primera está centrada en el análisis de la imagen bidimensional proporcionada por la distribución de luminancia que llega a nuestros receptores y que es objeto del procesamiento visual inicial. La segunda está dedicada a la recuperación del trazado tridimensional de las superficies visibles, y la tercera a la obtención de la representación volumétrica de los objetos en coordenadas centradas en los objetos mismos. Al final de la tercera fase el sistema visual ha sido capaz de obtener una representación perceptiva de los objetos individuales y de la escena concreta presente en la estimulación. Aún es preciso considerar una fase última de categorización en la que las representaciones perceptivas alcanzan un significado al entrar en relación con el mundo conceptual del observador. En esta última fase, el mundo percibido proporcionado por los sentidos es asimilado e integrado en el sistema de conocimiento del perceptor.
Mecanismos neuronales
A partir de la mitad del pasado siglo el panorama empezó a cambiar y en la actualidad la relación entre psicología y fisiología del cerebro es cada vez más estrecha. La moderna neurociencia cognitiva permite relacionar los fenómenos perceptivos tradicionalmente estudios por la psicología y las estructuras cerebrales de una forma que hasta ahora o había sido posible. Todo hace pensar que esta nueva empresa multidisciplinar marcará el futuro de la investigación sobre percepción, y probablemente de la investigación psicológica en general.