Un estado afectivo positivo facilita una adecuada adaptación a las distintas circunstancias de la vida y tener una buena salud física y mental.
Lyubomirsky y col, parte de que el afecto positivo deriva y precede al éxito, las personas positivas tienen más éxito en los distintos ámbitos de la vida, a la vez que el experimentar éxito hace que se sientan felices, ya que el éxito aumenta el nivel de afecto positivo.
El afecto positivo promueve diferentes recursos, habilidades y conductas que favorecen el éxito en numerosos dominios de la vida, lo que sugiere que el efecto positivo puede, en muchos casos, conducir a resultados positivos, en lugar de simplemente ser consecuente de ellos.
El afecto positivo reduce la mortalidad en personas mayores de 55 años que viven en comunidad, mientras que en personas mayores internadas en centros asistenciales revelan lo contrario, debido a que estas personas presentan mayor deterioro de su salud que las personas que viven en la comunidad.
En las personas que tienen una enfermedad grave, el afecto positivo, tiene un efecto perjudicial, ya que produce un optimismo irreal acerca de su enfermedad que les lleva a no seguir adecuadamente el tratamiento. Por el contrario, en las personas con enfermedades menos graves, el afecto positivo es beneficioso, o no tiene ningún tipo de efecto.
Modelo de efecto principal
Se defiende que el afecto positivo incide directamente en la conducta y los sistemas fisiológicos de diferentes modos:
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Promobiendo comportamientos saludables.
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Disminuyendo la frecuencia cardiaca, la presión arterial y las concentraciones en sangre de hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, a través de su influencia en el sistema nervios simpático.
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Regulando el nivel de cortisol, hormona relacionada con enfermedades inmunes e inflamatorias, a través del eje hipotalámico-pituitario-adrenal.
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Influyendo en el sistema opiáceo que afecta a la salud disminuyendo la actividad autónoma y endocrina.
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Incidiendo en el funcionamiento del sistema inmune mediante el aumento.
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Facilitando el establecimiento de relaciones sociales que tienden a disminuir el riesgo de morbilidad y mortalidad.
Modelo de amortiguación del estrés
El estrés psicológico es perjudicial para la salud.
Según Pressman y Cohen, señalan que el afecto positivo hace que la persona tenga un menor número de experiencias estresantes en su actividad y en sus relaciones sociales cotidianas, a la vez que genera más recursos sociales que aumentan la percepción respecto a su capacidad para enfrentarse con éxito a las demandas de la situación.
El aspecto positivo está relacionado con la salud sobre la que ejerce, en términos generales, una influencia beneficiosa.
Howell y col, realizaron un meta-análisis, en varios aspectos:
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No se reduce el análisis del afecto positivo, sino que utilizan otros constructor psicológicos positivos, agrupados bajo el concepto de bienestar subjetivo.
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Incluyen estudios que simultáneamente manipulan constructor psicológicos positivos y negativos.
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En base a los datos de los estudios revisados en los que aportan datos sobre la relación entre BS y salud y entre malestar y salud, calculan separadamente el efecto para ambos tipos de relaciones.
Los resultados indicaban, que el BS estaba positivamente relacionado con estados de salud temporales o más duraderos, así como el control de los síntomas de la enfermedad. Se encontró que el efecto del BS sobre la salud no era debido a que la enfermedad produce un deterioro de la salud, sino que también el BS ejerce un efecto beneficioso sobre la salud. Los datos de este meta-análisis confirmaban que el efecto del BS era mayor sobre la salud cuando está hacía referencia a estados de corta duración que cuando era definida en términos de procesos de larga duración o más crónicos.