La investigación sobre el condicionamiento clásico comenzó con el trabajo de Pavlov, que estudió como aprendían los perros a anticipar la administración de comida.
Hay procedimientos del condicionamiento clásico que establecen una asociación entre dos estímulos. Otros inhiben el funcionamiento de las asociaciones excitatorias.
El condicionamiento clásico es el mecanismo más simple por el cual los organismos pueden aprender a cerca de las relaciones entre estímulos y cambiar su conducta en conformidad con las mismas. Permite a los seres humanos y a los demás animales aprovecharse de la secuencia ordenada de eventos de su ambiente y aprender que estímulos tienden a ir con qué eventos.
Sobre la base de este aprendizaje los organismos dan respuestas nuevas a los estímulos.
Con el condicionamiento clásico, aprendemos a predecir cuándo y qué podemos comer. También está involucrado en el aprendizaje de nuevas respuestas emocionales como el miedo y el placer a estímulos que inicialmente no elicitaban esas emociones.
Los primeros trabajos comienzan con Pavlov -fisiólogo ruso-, en sus tesis doctoral Twitmyer (1974) presentada en la universidad de Pensilvania en 1902. Trató de condicionar el reflejo patelar de los estudiantes haciendo sonar una campana 0,5 segundos antes de golpear el tendón rotuliano situado bajo la rótula. Tras varios ensayos, sólo con escuchar el sonido para elicitar este reflejo (es decir, la pierna de los estudiantes) al escuchar la campana se movía sin tener que dar el golpecito con el martillo en su rodilla, pero sus hallazgos no despertaron interés.
Los trabajos de Pavlov sobre el condicionamiento clásico fueron una extensión de su investigación sobre el proceso de digestión.
Desarrolló técnicas quirúrgicas introduciendo a sus perros tubos y fístulas artificiales, para recoger jugos gástricos. Los técnicos de su laboratorio descubrieron que los perros secretaban jugos gástricos en respuesta cuando veían la comida, o a la persona que les alimentaba.
Los asistentes del laboratorio llamaban a estos jugos “secreciones psíquicas”, durante muchos años este fenómeno tuvo escaso interés científico.
Los descubrimientos de Vul´fson y Snarskii
Estos estudiantes, se centraron en las glándulas salivares, que son las primeras glándulas involucradas en la descomposición de la comida. Vul´fson estudió la respuesta salival a varias sustancias situadas en la boca, como comida seca, comida húmeda, agua ácida y arena. Cuando los perros experimentaban la sensación de estas sustancias en la boca, sólo la visión de estas provocaba la salivación.
Mientras Vul´fson utilizaba sustancias naturales en sus estudios, Snarskii lo hacía con sustancias artificiales.
Las sustancias también provocaban en la boca sensaciones de textura y sabor características. Estas sensaciones se denominan estímulos orofaríngeos. La primera vez que se ponía arena en la boca del perro, sólo la sensación de esta provocaba salivación. Cuando se repitió varias veces el experimento, sólo ver la arena provocaba salivación, sin necesidad de introducirla en la boca. El perro aprendió a asociar las características visuales de la arena con las características orofaríngeas. A este tipo de aprendizaje se le denomina Aprendizaje de objeto. Pues requiere asociar diferentes características de un mismo objeto. En los estudios posteriores sobre el condicionamiento Pavlov utilizó procedimientos en los que los estímulos a asociar provenían de diferentes fuentes. Actualmente se utilizan estos métodos experimentales.
El paradigma del condicionamiento clásico
El procedimiento para estudiar la salivación condicionada de Pavlov, conlleva dos estímulos:
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Un tono de luz que no provoca salivación al principio del experimento.
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Un alimento o solución ácida situada en la boca. este si provoca salivación fuerte la primera vez que se presenta.
Pavlov se refirió al tono o a la luz como estímulo condicional pues la efectividad de este para provocar la salivación dependía su emparejamiento repetido con la presentación de la comida. Al estímulo de sabor ácido lo denominó estímulo incondicional, pues su efectividad para provocar la salivación era independiente del entrenamiento anterior. La salivación provocada por el tono o la luz se denominó respuesta condicional, y la provocada por la comida y el sabor ácido era la respuesta incondicional.
Las respuestas y estímulos cuyas propiedades no dependían del entrenamiento previo se denominaron incondicionales, y las respuestas y estímulos que aparecían sólo tras el entrenamiento previo eran las condicionales.
Las abreviaturas de estímulo condicionado y respuesta condicionada son EC y RC. Las abreviaturas de estímulo incondicionado y respuesta incondicionada son EI y RI.