Para entender la naturaleza humana, el funcionamiento de la mente y el desarrollo debemos tener en presente que somos animales y que necesitamos adaptarnos al medio para sobrevivir.
Existen muchos rasgos que nos diferencian del resto de animales pero los principales son:
Su naturaleza social: vivir en grandes grupos sociales, es decir, ser animales sociales.
Su naturaleza mental: construir representaciones muy elaboradas de su medio ambiente, de toda la realidad y de él mismo.
Ambas características están sumamente relacionadas, pues vivir en grupos sociales grandes con reconocimiento individualizado de los miembros requiere una notable inteligencia, capacidades cognitivas muy desarrolladas, cooperación y competición.
La capacidad de cooperación y la comprensión humana es muy superior a la del resto de especies. Los seres humanos han ido construyendo relaciones complejas que han dado lugar a las instituciones sociales.
Se podría decir que lo característico de las instituciones es que se establecen relaciones sociales y que éstas coexisten con las relaciones psicológicas (entre los individuos).
Pero la capacidad adaptativa de los seres humanos depende también de las relaciones de la realidad que han conseguido construir.