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Es preocupante el casi completo desconocimiento que se tiene en la sociedad global sobre nuestros antecedentes. Otra cosa distinta son los investigadores actuales, cuyas aportaciones y trabajos sí que merecen la atención fuera de nuestras fronteras. La situación del Psicodiagnóstico y la Evaluación es todavía más difícil de captar en la historia de la Psicología española. Para nuestra revisión nos vamos a centrar en la sistematización propuesta por Rodríguez Rodríguez. Como método de partida es preciso distinguir entre una Psicología Precientífica y una Psicología Científica, debiéndose la causa de esta diferenciación a varias causas.

En la Psicología Precientífica, la vinculación entre Filosofía y Psicología es tan importante que hasta los propios pensadores creen hacer aportaciones a la primera. Por otra parte, la Psicología Científica, aunque en apariencia independiente de la Filosofía, no puede negar la influencia que concepciones y movimientos como el Tomismo, Positivismo, Krausismo, Materialismo, han tenido sobre ella.

Además, las conclusiones de los pseudopsicólogos precientíficos carecen de un fundamento metodológico empírico, siendo éste más bien especulativo.

Circunstancia que no ocurre durante el periodo científico, en el que predominan los estudios de laboratorio.

Psicología precientífica

Edad antigua y época medieval

Seneca (4-65). Se le considera un antecedente de los planteamientos de Huarte de San Juan acerca del temperamento.

Quintiliano (42-117). En sus aportaciones acerca de la inteligencia distingue entre unas concepciones de orden más filosófico y otras más pragmáticas.

San Isidoro de Sevilla (560-636). Ensalza la introspección como método más adecuado para conocer el alma humana.

Abengabirol o Avicebron (¿1022-1070?). Destaca su afirmación de que la observación es el sistema más adecuado de que dispone el hombre para conocerse a sí mismo.

Averroes (1126-1198). Distingue entre un entendimiento agente y otro paciente. El primero se encarga de actuar sobre las imágenes de nuestro cerebro generando ideas y abstracciones. Niega la existencia de la personalidad, ya que equipara al hombre con los animales.

Época renacentista

Luis Vives (1492-1540). Es considerado el Padre de la Psicología Moderna. Insiste en que es necesario dejar de lado el estudio de cuestiones cuyo conocimiento es inasequible a través de la observación y la experiencia, debiendo centrarse el interés en aquellas actividades que son más vitales. A él se debe la ubicación dentro de la vida racional de funciones como inteligencia, juicio, razón, memoria...

Fox Morcillo (¿1526-1560?). Comienza a efectuar localizaciones cerebrales de lo que él denomina sentidos internos. El sentido común tiene como misión unificar las sensaciones captadas por los diversos sentidos. Lo ubica en la parte frontal del cerebro. La finalidad de la memoria es mantener las imágenes de lo percibido en ocasiones pasadas, y se localiza en el lóbulo occipital. Y la imaginación se asienta en la parte media del cerebro. Su actividad consiste en indagar las imágenes resultantes del análisis realizado por el sentido común.

Huarte De San Juan (1529-1588). Patrón de la actual Psicología Española. Se le ha reconocido como uno de los más importantes predecesores bien de la Psicología Diferencial, Selección y Orientación Profesional como de la Evaluación Psicológica. Con el fin de conocer las discrepancias existentes entre los seres humanos Huarte apunta la posibilidad de utilizar ciertas pruebas de evaluación de determinadas habilidades. También se muestra partidario de la observación de la conducta como medio de estudio del hombre, sus características, tendencias y trastornos.

Miguel Sabuco (1563-1590). En su nueva filosofía de la naturaleza del hombre, expone que su finalidad radica en que el hombre conozca cuáles son las causas naturales por las que vive, enferma y muere. Establece una aproximación con el paciente de tipo dialéctica, sugestiva, higiénica y médica. Considera la existencia de diversas celdas en las que de forma paulatina se van analizando los datos facilitados por los sentidos.

Época Moderna e Ilustrada

Es el período más amplio, pues incluye los siglos XVII, XVIII y primera mitad del XIX. El principal aspecto que caracteriza a esta fase es el retraso con el que las corrientes filosóficas importantes en Europa llegan a nuestro país. La época que nos interesa continúa caracterizándose por la estrecha vinculación entre Psicología y Filosofía.

S.XVII. El pensamiento místico va a marcar estos años. Suárez, Santo Tomás y Juan Martínez de Prado destacan. Sus aportaciones tienen carácter metafísico y ontológico. Insiste en que para el conocimiento del alma es necesario estudiar su actividad.

S.XVIII. El movimiento ilustrado entra en España como resultado del aperturismo de Carlos III y de la Guerra de la Independencia. Este movimiento, con unos radicales empiristas-materialistas y en el que se acaba integrando el dualismo (cuerpo-mente) cartesiano, ve en Sevilla y Valencia los dos principales focos. Tiene lugar una orientación hacia la metodología empirista observacional difundida por Bacon o Hobbes. Salas y Cortés, Justo García, Tomás Núñez y Martel son algunos de estos filósofos-psicólogos y pudieron ser el inicio de una Psicología Experimental.

S.XIX. Aquí aparece un movimiento filosófico-frenológico que va a estar coordinado por profesionales de la Medicina. Labra y Soldvilla, Herrera Dávila...

Monlau. En su “Curso de Psicología” ya se muestra partidario de una pseudoseparación entre Filosofía y Psicología, ya que distingue entre Psicología Experimental (empírica) y Racional (más próxima a la metafísica). Considera la Psicología como una ciencia positiva, legítima y experimental, que tiene un objeto bien determinado, los fenómenos psicológicos, que son susceptibles de observación, análisis, experimentación y se encuentran sometidos a unas leyes determinadas. Opina que el estudio de estos fenómenos debería ser por observación, análisis del lenguaje, análisis del sentido y estudio de la historia de la Humanidad.

Cubí y Soler. Es el frenólogo más destacado. De manera simultánea se detecta durante el inicio de la segunda mitad del XIX la influencia del Sensismo Escocés o Movimiento Escocés del Sentido Común.

Se finaliza esta secuencia temporal haciendo una llamada de atención hacia la Psicología con componentes de la Filosofía Neokantiana. Los exponentes más representativos son Manuel e Ignacio del Mármol, quienes recogen la tradición de Wolf y aceptan la separación que hace entre Psicología y Filosofía Natural y la división de la primera en empírica y racional. También Rey y Heredia puede ser considerado un representante de este movimiento.

En último lugar, hay que destacar que no será hasta finales del XIX cuando la Psicología Española se consolide como ciencia independiente viéndose así libre del influjo filosófico, al igual que ocurriese en el resto del mundo.

Psicología científica

Los precursores

Podemos organizar sus aportaciones en dos grupos: uno de raíz krausista y otro de carácter científico médico influido por el Positivismo. Con respecto al movimiento krausista es preciso reconocer que en principio va a carecer de vinculación con la Psicología. Su introductor en España es Sanz del Río, aunque será Francisco Giner de los Ríos quien dé lugar al “grupo krausista”. En 1874 Giner de los Ríos publica junto a Eduardo Soler y Alfredo Calderón su único texto de Psicología, en el que se asumen las ideas de la incipiente Psicología de Wundt, Fechner y Spencer en cuanto a la asunción de la relación cuerpo-mente. Es interesante la atracción de esos autores por la Psicología Individual, centrando su interés en el estudio de las diferencias debidas al temperamento, sexo, carácter y aptitudes.

En cuanto al grupo científico-médico, será Pedro Mata el más representativo. Es Partidario de una psicología de base fisiológica y con claras influencias de la frenología. Recoge una gama de procedimientos fisiológicos-psicológicos para discriminar entre los diversos estados de la razón humana y sus capacidades.

Los fundadores. Constitución de la Psicología Científica

Fisiólogos y neurólogos van a constituirse en los máximos representantes. Luis Simarro es considerado el introductor de la Psicología Experimental. A pesar de ser un autor eminentemente empírico también se ocupó a niveles teóricos de la conciencia, sensaciones, memoria, inteligencia y variaciones individuales. En el ámbito de la Psicología aplicada Simarro aparece como creador de diversos tests.

Turró presenta la innovación de intentar explicar, estudiar e investigar sobre los fenómenos psíquicos desde una óptica genética, impregnada así mismo de una metodología positivista-experimental. En cuanto a Ramón y Cajal, sus descubrimientos acerca de la neurona permitieron y facilitaron la comprensión de las bases fisiológicas de la conducta.

Achúcarro junto a Rodríguez Lafora son identificados como los fundadores, en 1914, del primer laboratorio de Psicología Aplicada española, perteneciendo al Patronato Nacional de Anormales. Rodríguez Lafora conjuga de una forma coordinada la investigación clínica teórica y práctica con la acción social. Se le reconoce como promotor de la fundación de instituciones como: Instituto Frenopático, Instituto Médico-Pedagógico... En cuanto a la cuestión del Diagnóstico, una de sus constantes preocupaciones junto con el Tratamiento, su interés se centra especialmente en niños deficientes mentales.

Con respecto a los instrumentos, Rodríguez Lafora hace constantes llamadas de atención con el fin de perfeccionarlos y obtener así unos resultados fiables y válidos. Reconoce que las pruebas de personalidad eran incompletas dado que no proporcionaban datos sobre la personalidad total de los examinados, teniendo en cuenta que ésta incluye tanto componentes heredados como otros aprendidos y adquiridos. Se muestra partidario de un triple acercamiento al diagnóstico infantil, puesto que hay que tener en cuenta su evolución escolar (diagnóstico pedagógico), conocimientos extraescolares (diagnóstico psicológico) y salud física (diagnóstico médico). Finalmente hay que reconocer que Rodríguez Lafora es uno de los principales críticos de la época de los instrumentos de evaluación, sobre todo de los de personalidad.

Los consolidadores de la Psicología Científica

Mira y López puede ser considerado como uno de los investigadores españoles con mayor proyección internacional. Germain junto con Mira y López constituyen las bases de la Psicotecnia en España. Se constituye en el sentido de conseguir su aceptación a niveles sociales, así como su inclusión en aras de conseguir una información importante en áreas escolares, laborales y de investigación. En el campo del diagnóstico aplicado adapta y crea muy diversos instrumentos de uso todavía eficaz. En 1930 realiza con Mercedes Rodrigo la adaptación española del Stanford Binet.

Otros autores, muchos pertenecientes a la Medicina y la Psiquiatría, van a hacer interesantes aportaciones a la Psicotécnica del momento. Entre ellos Sacristán, Mallart, Juarros, Rodríguez Arias, Fernández Sanz. Sacristán publica el primer texto en castellano sobre la técnica de Roscharch y es considerado como uno de sus principales difusores en nuestro país.

Paulatinamente los laboratorios de Psicología Experimental y Psicología Aplicada fueron adquiriendo carta de naturaleza, de esta manera no es extraño que en los 30 se les halle instalados tanto en instituciones como en centros privados como:

  • El fundado originalmente por Simarro en la Facultad de Ciencias de Madrid.

  • Georges Dwelshauvers organizó a petición de la Mancomunidad de Cataluña u laboratorio de Psicología Experimental que tuvo un cierto impacto aunque breve.

  • Laboratorio de Escuela de Estudios Superiores de Magisterio de Madrid.

  • El padre Palmés fue encargado de organizar el laboratorio en el colegio de los jesuitas de Sarriá en 1925.

  • Instituto de Orientación y Selección Profesional de Madrid.

  • Instituto de Orientación Profesional de Barcelona.

  • Instituto para la Reeducación Profesional de Inválidos del Trabajo de Carabanchel.

  • La obra de Protección a la Infancia.

  • Instituto Médico-Pedagógico de Carabanchel.

  • La Escuela Central de Anormales de Madrid.

Los polemistas o época de crisis de desarrollo

Esta fase abarca los momentos previos al comienzo de la Guerra Civil hasta el final de ésta (1939). Es un período de estancamiento. Las circunstancias políticas, sociales y bélicas inciden de manera que los desarrollos científicos se ven entorpecidos.

La Psicología vuelve a ser la Ciencia que estudia el alma. Se retorna a los planteamientos filosóficos, con el consecuente olvido del Psicodiagnóstico. No obstante, dentro de esta corriente neoclásica se generó un interés por la Psicología Experimental y por la medida de los individuos en situaciones controladas. Religiosos como Ugarte de Ercilla, el padre Palmés y Barbado serán los principales representantes de este movimiento. Del Padre Barbado hay que destacar su afán por la investigación y el desarrollo de las ciencias psicológicas más que por su insistencia en considerar las obras de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino como elementos claves de la Psicología. Además fue uno de los principales opositores del conductismo.

Los unificadores o época de madurez

Finalizada la contienda bélica y una vez superada la más inmediata postguerra, vuelve a relanzarse la Psicología. En este caso será Germain quien continúe con las labores que la guerra interrumpió, convirtiéndose en uno de los pilares básicos de este renacimiento. Es el momento en el que comienzan a ver la luz nuevos organismos y se constituyen sociedades. En 1947 aparece el Departamento de Psicología Experimental del CSIC y la celebérrima Escuela de Psicología y Psicotecnia.

En cuanto a la práctica aplicada del Psicodiagnóstico, ésta se divide en una doble vertiente. Por un lado se encuentra el Psicodiagnóstico propiamente dicho, que se vincula al empleo de las Técnicas Proyectivas y, por otro los Tests Psicológicos que abarcan varias materias y especialidades: estadística, orientación escolar y selección de personal. Simultáneamente la Psicología y el Psicodiagnóstico empiezan a introducirse en los sectores médicos y hospitalarios. La colaboración entre Psicología y Medicina comienza a decaer en la década de los 70.

En cuanto a los instrumentos diagnósticos, se empieza por adaptar pruebas que paulatinamente habían demostrado su eficacia fuera de nuestras fronteras. Hablamos de tests como el Terman Merrill, el WAUS, WISC... Otra de las cuestiones a destacar es la productividad propia en cuanto a aparataje e instrumentos, muchos de los cuales no han llegado a tener continuidad, pero sí demuestran un interés en el perfeccionamiento de las medidas a realizar en contextos españoles.

Ya empieza destacar José Luis Pinillos, que puede ser considerado como uno de los pilares de la Psicología española de la mitad del s. XX. A pesar de que las adaptaciones continuaron y continúan aún hoy en día, comienza la elaboración propia de tests como tests de Memoria auditiva Inmediata (MAI), Batería de aptitudes Generales, tests de Cultura Verbal (TCV), test Elemental de Inteligencia (TEI), test de Rapidez de Movimientos, de Rapidez Bimanual, Inventario de Adaptación de Conducta (IAC), test de Percepción Taquitoscópica, Inventario de Hábitos de Estudio (IHE)...

Otro de los hitos de esta fase es la llegada de la Psicología a la Universidad, originalmente en Madrid y Barcelona y progresivamente al resto de España.

Los propagadores o etapa de expansión

Esta fase se iniciaría en el momento en el que los historiadores de la Evaluación y el Diagnóstico suelen finalizar la anterior, es decir con la salida de la primera promoción de psicólogos de las Universidades en 1971. En los años 80 las secciones de Psicología acaban por independizarse y constituirse en Facultades con la mejora que esto implica en los planes de estudio en cuanto a su separación de los de Filosofía. Esta independencia favorece el establecimiento de Departamentos y, a continuación la de Áreas de Conocimiento.

Los 90 suponen la creación oficial de las Facultades de Psicología en nuestro país, desapareciendo las denominaciones de Facultad de Filosofía y Letras y Psicología. Finalmente, el comienzo del nuevo siglo supone para la Evaluación una nueva serie de retos al verse implicada tanto directa como indirectamente en el Título de Especialista en Psicología Clínica o en la integración en el marco de estudios europeos (EEES).

El empleo de los test, tan frecuente unos años antes, pasa por un período de crisis que se puede identificar con el desarrollo de la Terapia de Conducta y, en consecuencia, del Análisis Funcional de la Conducta. Se inicia así el auge de las Escalas de Evaluación, aunque el paso de los años ha venido a demostrar que la versión castellana de éstas también incluye errores importantes. Así, volvemos otra vez a los tests clásicos, trabajándose con ellos desde nuevas orientaciones.

En cuanto a la investigación, a medida que los medios técnicos lo han permitido, los estudios psicométricos sobre fiabilidad, validez o estandarización se han ido haciendo cada vez más exhaustivos y exactos. La práctica clínica aplicada en centros hospitalarios, que pasó por un momento crítico en los 70, vuelve a tener importancia al tomar conciencia los diversos profesionales de la Salud y de la Salud Mental del incremento de las necesidades que han supuesto los cambios ocasionados en sus intervenciones a consecuencia de las peticiones de los usuarios. Los psicólogos regresan otra vez a los hospitales en los 80 con los programas PIR y ello va a suponer que la actividad profesional se va a extender por las diversas unidades de estos centros.

En cuanto al marco teórico del Psicodiagnóstico y de la Evaluación Psicológica, las contribuciones teóricas son conocidas con una mayor rapidez que en años anteriores, no ya sólo por la facilidad de desplazamiento de los profesionales entre los países, por la mejora del acceso a la información o por la difusión de revistas en soporte informático, sino a causa de que los textos y manuales se traducen con una mayor rapidez. De otro lado, la década de los 80 comenzaba con la publicación del posiblemente más conocido libro de nuestra materia debido a un autor español: Psicodiagnóstico de la profesora Fernández Ballesteros.

En las últimas fechas la productividad se ha incrementado de forma significativa. Finalmente, el evaluador ha pasado de ser considerado con una cierta desconfianza, a convertirse en una persona que tiene como fin la Salud, el bienestar del individuo y el de la Sociedad a la que pertenece.

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