El estrés es una respuesta general del organismo ante demandas internas o externas que en principio resultan amenazantes, consistiendo, básicamente, en una movilización de recursos fisiológicos y psicológicos para poder afrontar tales demandas.
Es una respuesta adaptativa que puede resultar beneficiosa para incrementar y mantener el rendimiento y la salud y que puede movilizar a las personas para que funcionen eficaz y saludablemente (el temor a un accidente favorece que no se consuma alcohol).
El exceso cualitativo o cuantitativo de estrés (situaciones muy estresantes o falta de recursos para hacerles frente) puede perjudicar seriamente el rendimiento y la salud de las personas, siendo uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades más graves de nuestro tiempo.