Estrategias clínica, correlacional y experimental
La estrategia clínica sería la que han seguido los teóricos de la personalidad centrados en el análisis y tratamientos de pacientes, o casos individuales.
Desde estas conceptualizaciones de la personalidad, derivadas de la práctica clínica (de la relación con el paciente y del estudio de casos individuales), se busca el análisis de la persona en su totalidad, de forma idiográfica, aunque al mismo tiempo es difícil hacer generalizaciones.
No hay que equiparar el análisis de casos clínicos, como se recogen en las revistas especializadas que tienen como objetivo mostrar a la comunidad científica y en especial a los psicólogos clínicos, cómo se ha procedido en esos tratamientos con el objetivo de facilitar su trabajo ante problemas similares, con los estudios idiográficos que sí tienen como objetivo formular nuevos planteamientos que se incorporen a las teorías o modelos de la personalidad.
Las 2 estrategias más usadas en la investigación actual de la personalidad son:
1. La estrategia correlacional se basa en analizar la relación entre variables sin introducir manipulación en las mismas. Galton y Pearson introdujeron el coeficiente de correlación como un índice de cómo las diferencias en una variable se relacionaba con las diferencias en otra variables.
Esta estrategia se emplea para describir relaciones que ocurren entre variables de forma natural.
Mientras que en el método clínico el énfasis se pone en la observación y en el estudio del individuo de forma total o integrada, en el enfoque correlacional se hace hincapié en la medición de las características de personalidad en muestras amplias de sujetos y en las relaciones entre los elementos integrantes de la personalidad medidos en cada ocasión.
El estudio correlacional se apoya en correlaciones (relaciones entre dos variables), regresiones (cuanto cambia la variable Y en función del cambio en la variable X) y análisis factoriales (que permiten reducir un número elevado de variables correlacionadas entre sí a un pequeño número de factores, más fácil de manejar e interpretar.
Este tipo de estrategia tiene importantes ventajas:
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poder estudiar al mismo tiempo un número amplio de variables, recogidas en un entorno natural sin la artificialidad que puede introducir el estudio en el laboratorio
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analizar las relaciones entre ellas, e incluso, hablar de predicciones.
Limitación: los datos obtenidos a partir de estos procedimientos correlacionales nos indican si las variables se relacionan o no, pero el hecho de que lleguen a hacerlo significativamente no implicaría causalidad.
2. La estrategia experimental donde la manipulación de una variable (VI) con al menos dos niveles, afecta a alguna observación psicológica (VD). Las diferencias de medias que resultan de una manipulación experimental reflejarían efectos causales directos de la VI en la VD.
En psicología de la personalidad, el diseño experimental puede consistir en estudiar cómo una o más variables de personalidad (VP) se combinan con una o más variables experimentales (VE), ambas consideradas como VI desde el momento en que son controladas o manipuladas por el experimentador, para afectar una VD o estado (la VI sería la causa o el estímulo y la VD el efecto o la respuesta).
Con las variables personales, una posibilidad es coger puntuaciones extremas, o personas con puntuaciones altas, medias y bajas o usar la mediana para formar dos grupos siendo altos los que están por encima de dicho valor y los bajos los que quedan por debajo. Cuanto más extrema la formación de grupos, más se potencia el efecto de la VP.
Cuando un diseño experimental se toma al menos una VI de personalidad cuyos niveles o grupos se forman por selección, se habla de diseños experimentales de personalidad. Una manipulación por azar sería cuando la asignación de los sujetos a los niveles o condiciones de la variable se hace de forma aleatoria.
Hay 2 tipos de diseños experimentales usados en la investigación en personalidad (en ambos la variable de interés es la VP):
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diseño intersujetos donde cada persona es asignada al azar a una condición
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diseño intrasujeto en el que todos los sujetos pasarían por todas las condiciones
Si se sigue una estrategia correlacional se puede hablar de asociaciones, pero se usa un diseño experimental se pueden establecer relaciones causa-efecto.
Ejemplo ⇒ si se analiza la relación entre extraversión y afecto positivo, y se obtiene una correlación significativa y positiva, no se puede saber si ser extravertido lleva a mostrar un afecto más positivo o si ser extravertido hace que se responda más a los estímulos positivos.
Solo se puede decir que cuanta más alta es la puntuación en una de las 2 variables, más alta es la puntuación en la otra variable (si la correlación es de signo positivo).
El estudio de la personalidad se puede beneficiar de la combinación de las metodologías correlacionales y diseño experimental. De esta forma, se pueden plantear, desarrollar y probar explicaciones causales sobre cómo las diferencias individuales en personalidad se combinan con la situación. Cuando se encuentren resultados consistentes en ambas situaciones se puede aumentar la confianza en las conclusiones.
Diseños transversales y longitudinales
Los estudios en personalidad además de poder seguir estrategias clínicas, correlacionales o experimentales, también pueden llevarse a cabo en un momento del tiempo o pueden recogerse datos en diferentes momentos temporales.
En un estudio transversal las medidas se obtienen en un único momento temporal, mientras que en un estudio longitudinal, al comprar la misma muestra de sujetos en distintos momentos temporales, se pueden analizar los procesos de cambio directamente asociados con el paso del tiempo.
Una forma de analizar si las variables de personalidad causan determinados efectos o consecuencias sería mediante análisis longitudinales en los que se puede estudiar si las variables evaluadas en el tiempo 1 afecta al resultado registrado en el tiempo 2.
Para ello, es importante medir ese efecto también en el tiempo 1, porque si en el segundo momento, el factor o variable de personalidad estudiada es significativo, indicará que es responsable del cambio mostrado en la variable resultado con respecto a la primera medida.
Estudios nomotéticos e idiográficos
Allport popularizó el uso de los términos nomotético e idiográfico.
El término nomotético es de origen griego y significa “ley”, mientras que el término idiográfico deriva de la misma fuente que la palabra idiosincrásico y hace referencia a la forma particular de ser, que caracteriza a cada persona.
El enfoque nomotético busca identificar dimensiones de personalidad que pueden ser cuantificadas o medidas y las usa para comparar grupos de individuos.
En estas investigaciones se analiza cómo funciona y se relacionan determinadas variables en una muestra relativamente amplia de personas.
En los estudios idiográficos el objetivo sería estudiar a una persona en profundidad, de forma integrada, con el fin de entender o explicar su conducta, es decir, explicar su individualidad en lugar de cuantificar diferencias de personalidad entre grupos de individuos.
Mientras los estudios nomotéticos buscan identificar patrones globales de conducta de las personas, los idiográficos buscarían identificar patrones o perfiles individuales de conducta a lo largo del tiempo y de las distintas situaciones.
En los estudios nomotéticos las medidas que se usan se refieren al grupo analizado. Al hablar del grupo total se obvia la información más individualizada, asumiendo que lo que es verdad para la persona promedio es verdad para cada persona, hecho que se conoce como falacia nomotética.
Ejemplo ⇒ si la media en extraversión es de 50, puede haber personas en el grupo que tengan 80, 20 o 40, o que la puntuación obtenida salga de la suma de respuestas a diferentes ítems o facetas dentro del factor de extraversión o que las personas presentan determinadas cogniciones y emociones que no se están considerando en este análisis y que permitirían entender su conducta y sus reacciones ante las situaciones específicas.
Si embargo, desde el enfoque nomotético el interés estaría en conocer el funcionamiento de la variable extraversión: con qué otras variables y conductas se relaciona o qué predicciones generales se pueden hacer a partir de su estudio.
Los análisis intrasujeto permiten evitar la falacia nomotética ya que los datos son específicos de cada persona analizada. Además, el medir las experiencias de las personas a lo largo de las situaciones permite una conceptualización de la personalidad más contextualizada (más próxima al contexto o situación).
Desde esta perspectiva, las personas muestran una tendencia a comportarse de una determinada forma si se dan ciertas circunstancias, en lugar de hablar de una tendencia a comportarse siempre de esa manera.
En la medida en que los registros son en tiempo real, o próximos al mismo, en lugar de retrospectivamente, aunque siguen siendo auto informes, se evitan los posibles sesgos que introduce la memoria y el paso del tiempo, a la vez que se acumulan muchas medidas o registros, con lo que aumenta su fiabilidad.
La psicología de la personalidad necesita ambos métodos, nomotético e idiográfico, porque busca conocer y explicar la dinámica de funcionamiento de una persona particular, pero también establecer conocimientos que le permitan hablar de la estructura y funcionamiento de la personalidad de forma general.
Cuando se intenta combinar ambas estrategias se habla de aproximación idiotética, término propuesto por Lamiell que busca llegar de lo particular a lo general.
A través de los modelos multinivel se pueden analizar los procesos dentro de la persona y en grupos de personas. Si se usa el paquete estadístico SPSS se recurriría a los llamados Modelos Lineales Mixtos que se aplican cuando se tienen muchas observaciones por persona y un número no muy alto de participantes.