Los sistemas motores descendentes están formados por las vías que descienden desde la corteza motora y el tronco del encéfalo hasta las motoneuronas espinales y troncoencefálicas.
Los tractos originados en las áreas motoras de la corteza cerebral descienden organizados de forma somatotópica y controlan los músculos de la cabeza, del tronco y de alas extremidades al influir sobre las neuronas motoras que inervan los músculos representados en su zonas de origen.
El tracto corticobulbar se origina en las zonas de representación de la cabeza y la cara, y desciende hasta varios núcleos motores de los nervios craneales del tronco del encéfalo para controlar los movimientos voluntarios de diversos músculos de la cabeza.
Los tractos descendentes a la médula espinal forman vías directas e indirectas -laterales y mediales-, que controlan los músculos del tronco y de las extremidades. Las vías directas son los tractos corticoespinales, que se originan en las tres áreas motoras, aunque principalmente en el área motora primaria.
El tracto corticoespinal lateral es un tracto cruzado que termina sobre las motoneuronas que inervan los músculos de las extremidades contralaterales, especialmente las zonas más distales (manos y pies).
El tracto corticoespinal ventral es un tracto directo que influye sobre las motoneuronas que inervan los músculos axiales (cuello, tronco) y los proximales de las extremidades (cadera, hombro y brazo).
Las vías indirectas originadas en la corteza motora le permiten controlar patrones de actividad muscular que se organizan en el nivel troncoencefálico, ya que terminan sobre núcleos que, a su vez, envían proyecciones descendentes a la médula espinal. La vía lateral se origina en las mismas zonas de representación cortical que el tracto corticoespinal lateral, y al igual que él, influye sobre las motoneuronas que inervan los músculos distales de las extremidades, a excepción de los dedos. Las vías mediales se originan en las mismas zonas de representación que el tracto corticoespinal ventral e influyen sobre las motoneuronas que inervan los músculos axiales y los proximales de las extremidades.
Las vías laterales y mediales desempeñan funciones diferentes en el control motor. Las vías laterales, en conjunto, controlan los movimientos voluntarios de los músculos distales de las extremidades contralaterales.
El tracto corticoespinal lateral controla los movimientos fraccionados (discretos) o independientes de los dedos y este tracto es fundamental en la manipulación de objetos, mientras que la vía indirecta complementa la función del tracto corticoespinal lateral para el control voluntario de las extremidades y de él dependen los movimientos independientes de las extremidades y de los hombros, fundamentalmente del codo y de la mano, pero no de los dedos.
Las vías mediales que se originan en la corteza motora (tracto corticoespinal ventral) y en el tronco del encéfalo influyen sobre las motoneuronas que inervan los músculos del cuello, del tronco y de los músculos proximales de las extremidades para el control de la postura y de la locomoción.
Las vías mediales del tronco del encéfalo proporcionan un sistema motor básico que asegura la postura erguida del cuerpo, la posición estable cuando se realiza un movimiento, la estabilización de la cabeza y la coordinación de sus movimientos de orientación respecto al cuerpo. Estas vías controlan también los ajustes posturales anticipatorios que requiere cualquier movimiento voluntario e intervienen en el control de la locomoción.
Los patrones motores rítmicos implicados en la locomoción se generan en los generadores de acción central o generadores centrales de patrones de la médula espinal, pero en el tronco del encéfalo residen dos centros que activan a estos generadores: la región locomotora subtalámica y la región locomotora mesencefálica.
La corteza motora, a través de sus vías directas e indirectas, modifica los patrones estereotipados de la locomoción generados en la médula espinal y activados desde el tronco del encéfalo, para adaptar los patrones del movimiento a las demandas del entorno.