Mediante la autopresentación damos información sobre quienes somos y mostramos aquellos aspectos del yo que deseamos que los otros conozcan. Tratamos de controlar nuestra imagen, también llamado manejo de la impresión.
Otro objetivo de la autopresentación es validar el autoconcepto, ya que la imagen que tenemos de nosotros depende de cómo creemos que nos ven los demás.
Cuando estamos en una relación seguros, no ocultamos nuestros defectos, con el fin de que otras personas nos confirmen si la visión que tenemos de nosotros mismos es realista.
Como debe presentarse alguien depende del contexto.