La actividad de los psicólogos sociales en el ámbito aplicado es muy elevada en este periodo. Esta conexión entre los ámbitos de investigación y aplicación se aprecia en la incorporación de las nuevas teorías, como la teoría de la atribución, para la comprensión de los determinantes de los estados emocionales, la teoría de las comunicaciones persuasivas, que se utiliza para generar cambios de diversos tipos de actitudes a través de la persuasión, y es ahí cuando surge el debate en torno a las aplicaciones de las disciplinas en el seno de lo que se conoce como crisis de la psicología social. Acusaban a los autores de una falta de despreocupación de los asuntos que afectan a las personas en sus vidas cotidianas.
Kenneth (1967), tuvo la virtud de traer las aplicaciones de la psicología social al primer plano, y puso de manifiesto la gran importancia de la cuestión de las aplicaciones para la disciplina y profundizar en ella.