Clasificación de las drogas
Las drogas se han clasificado dependiendo de distintos criterios: origen, estructura química, acción farmacológica, por el medio sociocultural… La clasificación depende del contexto. Las clasificaciones más aceptadas son las del CIE-10 y las del DSM-IV-TR. El DSM-IV-TR considera en el apartado de sustancias psicoactivas el alcohol, anfetaminas o simpaticomiméticos de acción similar, cannabis, alucinógenos, inhalantes, opiáceos, fenciclidina (PCP) o arilciclohexilaminas de acción similar, y sedantes, hipnóticos y ansiolíticos. Se considera también la nicotina como dependencia (sin abuso). El abuso de nicotina no se observa en ausencia de dependencia.
Las anteriores sustancias pueden agruparse en tres tipos, dado que las sustancias de cada tipo tienen características en común: 1) alcohol y sedantes, ansiolíticos o hipnóticos; 2) alucinógenos y fenciclidina (PCP) o arilciclohexilaminas de acción similar; y 3) cocaína y anfetaminas o simpaticomiméticos de acción similar. Otra clasificación muy usada es la de depresores del SNC (alcohol, sedantes, ansiolíticos e hipnóticos), estimulantes del SNC (cocaína, anfetaminas, cafeína, nicotina) y perturbadoras de la visión del mundo y de los objetos (marihuana, LSD). Estas sustancias producen en algunas ocasiones síndromes mentales orgánicos asociados a distintas sustancias psicoactivas (ver tabla 14.4, hay que estudiarla).
El DSM-IV-TR y el CIE-10 tienen un apartado (F10 a F19) para los trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de drogas psicotropas. Diferencia para cada una de las sustancias los siguientes trastornos: intoxicación aguda, consumo perjudicial, síndrome de dependencia, síndrome de abstinencia con delirium, trastorno psicótico, síndrome amnésico, trastorno psicótico residual y de comienzo tardío inducido por el alcohol u otras sustancias psicótropas, otros trastornos mentales o del comportamiento y trastorno mental o del comportamiento sin especificación.
Schuckit clasifica las drogas en 8 apartados:
-
Depresores del SNC: alcohol, hipnóticos, drogas ansiolíticas (benzodiacepinas).
-
Estimulantes o simpaticomiméticos del SNC: anfetaminas, metilfenidato, cocaína, productos para perder peso.
-
Opioides: heroína, morfina, metadona, y prescripciones analgésicas.
-
Cannabinoles: marihuana, hachís.
-
Alucinógenos o psicodélicos: LSD, Mescalina, psilocibina.
-
Drogas para contrarrestar otros efectos: Contienen atropina, escopolamina, estimulantes menores, antihistamínicos, analgésicos menores.
-
Otras: PCP.
-
Solventes.
Uso, abuso y dependencia
Se entiende por uso el consumo de una sustancia que no acarrea consecuencias negativas en el individuo. Se produce cuando los consumos son esporádicos se utiliza dosis moderadas. El abuso es el uso continuado a pesar de las consecuencias negativas que ello acarrea al individuo. La dependencia es el uso excesivo de la sustancia que produce consecuencias negativas significativas a lo largo de un periodo largo de tiempo.
Entre uso y abuso hay un continuo difícil de diferenciar. Para la OMS el abuso de drogas es el "uso excesivo, esporádico o persistente, no relacionado con una práctica médica aceptable". Recomienda el manejo de los siguientes conceptos:
-
Uso desaprobado: uso de una droga que no es aprobado por la sociedad.
-
Uso peligroso: uso de una droga que probablemente producirá consecuencias nocivas para el usuario (disfunción o daño). Concepto similar al de conducta de riesgo.
-
Uso desadaptativo: uso de una droga que implica daño en el funcionamiento social o psicológico.
-
Uso nocivo: uso de una droga que se toma sabiendo que puede causar enfermedad mental o daño físico en el individuo.
Hay características que están presentes en los estadios de abuso y dependencia, como la intoxicación, tolerancia, síntomas de abstinencia, deterioro… La CIE-10 define la dependencia o síndrome de dependencia como el "conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas en el cual el consumo de drogas adquiere máxima prioridad para el individuo". La CIE-10 apunta que sólo debe hacerse el diagnóstico si, durante los últimos 12 meses han estado presentes 3 o más de los siguientes síntomas:
-
Deseo intenso de consumir una sustancia.
-
Disminución de la capacidad para controlar el consumo de una sustancia.
-
Síntomas somáticos de síndrome de abstinencia cuando cesa o se reduce el consumo.
-
Tolerancia, de manera que se requiere un aumento progresivo de la dosis para conseguir los efectos que se producían con dosis más bajas.
-
Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversión a causa del consumo de la sustancia.
-
Persistencia del consumo, a pesar de sus consecuencias perjudiciales.
Estos criterios sugieren que la dependencia física (tolerancia, neuroadapatación y abstinencia), psicológica (aprendizaje y características personales) y social (grupo de afinidad, cultura de grupo o medio ambiente) son elementos complementarios e interactuantes. Shuckit diferencia entre la dependencia física y la psicológica. Define la dependencia física como el estado de adaptación que se manifiesta por la aparición de intensos trastornos físicos cuando se interrumpe la administración de la droga o se influye en su acción por la administración de un antagonista específico. La dependencia psíquica o psicológica es la situación en la que existe un sentimiento de satisfacción y un impulso psíquico que exigen la administración regular o continua de la droga, para producir placer o evitar malestar.
El potencial adictivo de una droga es la propensión que tiene la droga de producir dependencia a aquellos que la usan. Históricamente, la denominación de adicción ha sido sustituida por dependencia. Pero ha aparecido un término nuevo, el de conductas adictivas, en el que se incluye la aparición de conductas patológicas, produciendo dependencia tanto con la intervención de sustancias químicas como sin la presencia de ellas.
Adicción y conducta adictiva
Cada vez más se incluyen todas las sustancias psicoactivas como una parte de las conductas adictivas, es decir, las que tienen base química como las que no, que aparecen clasificadas en el trastorno de control de impulsos del DSM-IV-TR, como el juego patológico, y otras que no se incluye, como la obesidad.
Gossop considera que en una adicción hay 4 elementos esenciales: 1) un fuerte deseo o sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular (especialmente cuando no hay oportunidad), 2) capacidad deteriorada para controlar la conducta, 3) malestar y angustia emocional cuando la conducta es impedida o dejada de hacer y 4) persistir con la conducta a pesar de la evidencia de que es quien produce los problemas.
La adicción es un estilo de vida, una forma de interpretar nuestra experiencia. Es la manera en que la persona interpreta y responde al impacto de una droga lo que está en el núcleo de la adicción. Y esto está determinado por las sensaciones, emociones y sentimientos del propio individuo respecto a sí mismo y respecto a la vida. Lo que hace que una implicación no sea adictiva es ser capaz de controlarla e introducirla y acomodarla en el resto de la propia vida. Algunas de estas actividades son consideradas como adicciones negativas, pues son juzgadas como perjudiciales para el individuo y la sociedad, aunque hay otras positivas, que son juzgadas como positivas al menos para un grupo determinado y por tiempo determinado (trabajo compulsivo).
Vía de administración
Cuando las drogas se administran por vías que producen efectos placenteros inmediatos, su potencial de adicción es más alto. Hay 6 vías de administración: oral; pulmonar, inhalada y/o fumada y es la que permite que la sustancia llegue con mayor rapidez la cerebro (<10 seg); nasal (esnifada); intravenosa; intramuscular o subcutánea; y rectal.
Tolerancia
La tolerancia es el estado de adaptación caracterizado por la disminución de la respuesta a la misma cantidad de droga o por la necesidad de una mayor dosis para provocar el mismo grado de efecto farmacodinámico. La tolerancia cruzada es un fenómeno en el que se toma una droga y aparece tolerancia no sólo a esa droga, sino también a otra del mismo tipo (la heroína produce tolerancia cruzada a la morfina).
La tolerancia está muy relacionada con la dependencia. La dependencia cruzada es la capacidad de una droga para suprimir el síndrome de abstinencia producido por otra (la metadona puede suprimir el de la heroína, los tranquilizantes, la alcohólica). Es la base de la mayoría de los métodos de desintoxicación.
Síndrome de abstinencia
El síndrome de abstinencia es el conjunto de síntomas y signos que aparecen en una persona dependiente de una sustancia psicoactiva cuando deja bruscamente de consumirla o cuando la cantidad consumida es insuficiente. En el caso de los opiáceos se diferencian diferentes síndromes de abstinencia. El síndrome de abstinencia agudo es un conjunto de síntomas y signos orgánicos y psíquicos que aparecen inmediatamente después de interrumpir el consumo. Es espectacular pero poco peligroso a diferencia de otros síndromes de abstinencia agudos como el alcohol y barbitúricos, que son menos espectaculares, muy peligrosos y que pueden producirle la muerte al sujeto.
El síndrome de abstinencia tardío aparece después de 4-12 días de la aparición del síndrome agudo. Se caracteriza por disregulaciones en el SN neurovegetativo y de las funciones psíquicas básicas, que persisten durante un largo periodo de tiempo (meses o años) después de conseguirse la abstinencia. Acarrea múltiples problemas al sujeto. El síndrome de abstinencia condicionado o flashback consiste en la aparición de la sintomatología de un síndrome de abstinencia agudo en un individuo que ya no consume al ser reexpuesto a los estímulos ambientales que fueron condicionados al consumo de la sustancia de la que era dependiente. Va seguido de periodos de gran ansiedad. Hay riesgo de volver a consumir.
Intoxicación
La CIE-10 define la intoxicación aguda como un estado transitorio consecutivo a la ingestión de sustancias psicotropas o de alcohol, que produce alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras funciones o respuestas fisiológicas y psicológicas. Lo que caracteriza a la intoxicación es la desadaptación conductual y un síndrome específico para cada sustancia psicoactiva. Los síntomas que se presentan con más frecuencia en la intoxicación son los trastornos de percepción, de la vigilia, de la atención, del pensamiento, de la capacidad de juicio, del control emocional y de la conducta psicomotora.
Los criterios para el diagnóstico de intoxicación según el DSM-IV-TR son:
-
Consumo reciente de cocaína
-
Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos. Ej: euforia o actividad embotada, aumento de la sociabilidad, tensión o cólera…
-
Dos o más de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de cocaína: taquicardia o bradicardia, dilatación pupilar, aumento o disminución de la tensión arterial, sudoración o escalofríos, náuseas o vómitos, pérdida de peso demostrable, agitación o retraso psicomotores, debilidad muscular, confusión, crisis comiciales, distonías o coma.
-
Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
Politoxicomanía
La politoxicomanía, poliadicción o uso de sustancias múltiples se refiere al abuso y dependencia que suelen darse en las personas que teniendo un diagnóstico principal de dependencia en una sustancia psicoactiva al mismo tiempo estén consumiendo otra. En la actualidad, el fenómeno es normal cuando el consumo principal es una droga ilegal (heroína), por escasear la droga, para contrarrestar los síntomas del síndrome de abstinencia o para incrementar los efectos de la misma. En la práctica el DSM-IV-TR sugiere que se haga el diagnostico múltiple cuando durante un periodo de 12 meses como mínimo el sujeto consuma tres sustancias, excepto nicotina y cafeína y cuando no predomina una sustancia sobre otra.
Trastorno dual
El trastorno dual se refiere a la coexistencia de patología psíquica y de algún tipo de dependencia. Es difícil de diferenciar si el trastorno se debe al abuso de sustancias psicoactivas o era anterior a dicho abuso. La teoría de la automedicación se ha utilizado para explicar a veces los trastornos duales.