Corresponde a la primera fase del modelo. Se centra en los agentes externos estresantes. Se mantiene el término “estrés psicosocial”.
Sucesos vitales
El enfoque de los sucesos vitales: Nuevo marco teórico del estrés
El enfoque de los sucesos vitales fue desarrollado por Holmes. Meyer desarrolló el life chart (historia vital): una ficha personal en la que se describían las situaciones vitales ordenadas cronológicamente. Pretendía conocer el contexto psicosocial en el que aparecían las enfermedades.
Holmes transformó la "historia personal" en una prueba de autoinforme: SRE (Inventario de Experiencia Reciente). Consistía en ítems sobre sucesos vitales, que son eventos sociales que requieren algún cambio respecto al habitual ajuste del individuo. Los sucesos vitales pueden evocar primariamente reacciones psicofisiológicas. Los sucesos vitales podrían llamarse “cambios vitales”. Así, a mayor cambio, mayor probabilidad de enfermar. Esta aproximación sustituye al modelo clásico de causa unifactorial de la enfermedad (agente patógeno) por un enfoque complejo y multidisciplinar (bio-psico-social).
El grupo de Holmes publicó el primer método escalado para cuantificar el estrés psicosocial (impacto psicosomático potencial). Los sucesos vitales pueden ser traumáticos pero también pueden ser sucesos más o menos normativos como el matrimonio, pérdida de trabajo…
Sucesos vitales múltiples
La aproximación de evento único investiga el efecto de sucesos vitales únicos. Hay 7 categorías: 1) trabajos relacionados con situaciones bélicas, 2) víctimas de terrorismo, 3) víctimas de violencia en general, 4) personas con enfermedades terminales o sometidas a intervenciones quirúrgicas mayores, 5) casos de migraciones, 6) desastres naturales, y 7) sucesos vitales altamente traumáticos.
Holmes desarrolló un nuevo método de evaluación del estrés centrado en una aproximación multievento, donde el estrés obedece a múltiples sucesos. Se evalúa generalmente de forma retrospectiva. En 1967 Holmes y Rahe publican la SRRS (Escala de Estimación del Reajuste Social), un método de estimación del reajuste social mediante unidades de cambio vital (UCV). Se trata de asignar un valor o ponderación a cada suceso vital, de modo que cada valor representa el grado de cambio y reajuste impuesto por el suceso vital. Su finalidad era cuantificar el estrés correspondiente a los sucesos registrados en la SRE. Incluye una lista de 43 sucesos ordenados según su valor en UCV. Demostró que muchos de estos sucesos precedían al desarrollo de los trastornos tanto físicos como psicológicos.
Los problemas de este modelo son:
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El método de ponderación no tiene en cuenta el impacto diferencial de los sucesos sobre los distintos individuos.
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Ambigüedad en la descripción de los sucesos vitales.
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Limitación del muestreo (lista corta y poco representativa).
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Sesgos individuales.
Por este motivo se realizaron esfuerzos para mejorar la validez de estos métodos de evaluación. Así, aparecieron nuevos cuestionarios incluyendo mayor número de ítems. Otros abandonaron el sistema de escalamiento y ponderación e introdujeron sistemas de valoración del propio sujeto: LES (Escala de Experiencias Vitales) y CSV (Cuestionario de Sucesos Vitales).
Nuestro CSV actual consta de 60 sucesos vitales referidos a 9 áreas: Trabajo, académico, salud, amor/matrimonio/pareja, familia/hijos, social, legal, finanzas y residencia. El cuestionario mide la ocurrencia de sucesos vitales, el grado de estrés percibido y la valoración de los sucesos como positivos/negativos y esperado/inesperado.
Sucesos vitales y salud
A mayor puntuación en UCV, existirá mayor riesgo de desarrollar un trastorno. Holmes sugiere el siguiente criterio referido al último año transcurrido:
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300 ó más UCV --> 80% de posibilidad de enfermar en un futuro cercano.
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150-299 UCV --> 50%.
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Menos de 150 UCV --> 30%.
En principio, las UCV se cuantificaban sólo de manera objetiva, pero después se incluyeron variables psicológicas mediadoras como la percepción que tiene el sujeto del suceso. Rahe y Arthur desarrollaron una versión modificada de la SRE para evaluar las UCV subjetivas. Se evidencia en su modelo que relaciona los cambios vitales con la enfermedad:
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Etapa I: sucesos vitales que son codificados por la percepción del sujeto dependiendo de que sean o no relevantes para la salud.
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Etapa II: si el suceso es percibido como significativo se ponen en marcha los mecanismos de defensa del organismo, los cuales determinarán los niveles de respuestas psicofisiológicas.
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Etapa III: niveles de respuestas psicofisiológicas.
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Etapa IV: conductas para reducir las respuestas psicofisiológicas: las estrategias de afrontamiento.
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Etapa V: aparición o no de la enfermedad.
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Etapa VI: medida de la enfermedad (cuantificación, mediante el diagnóstico clínico).
Un enfoque complementario es el role strain (dificultades o problemas de la vida en curso). Según este enfoque los sucesos vitales, más que generar cambios en el organismo, producen un cambio en los patrones en curso de la vida de la gente. Este modelo entiende que los sucesos actúan sobre la salud a través de los problemas, no de forma directa.
Sucesos menores (estrés diario)
Lazarus ha llamado la atención sobre otros sucesos de menor impacto pero mucho más frecuentes y más próximos temporalmente al individuo. Son los sucesos diarios, microeventos o sucesos menores. Lazarus sugiere que tanto el estrés menor como las satisfacciones de la vida cotidiana poseen mayor significado para la salud que los sucesos vitales. Los dividen en dos. Los hassles son demandas irritantes, frustrantes y estresantes que caracterizan nuestras transacciones cotidianas con el medio. Incluyen:
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Problemas prácticos fastidiosos (perder o romper cosas, atascos…).
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Sucesos fortuitos (inclemencias del tiempo).
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Contrariedades de interrelación social (discusiones).
Los uplifts son satisfacciones y experiencias positivas: manifestaciones amorosas, recibir buenas noticias… Asumen que los sucesos positivos podrían actuar como amortiguadores emocionales del estrés (no datos empíricos).
Los sucesos diarios negativos son mejores predictores de los trastornos físicos y psicológicos que los sucesos vitales. Sin embargo, ambos tipos de sucesos contribuyen de forma interactiva. Se ha presentado evidencia a favor de esta hipótesis. Los sucesos vitales pueden inducir nuevos sucesos diarios, que actuarían como mediadores entre los sucesos vitales y las respuestas de estrés al organismo.
Se han desarrollado otros cuestionarios alternativos tanto para adultos como infantiles/juveniles. El Cuestionario de Estrés Diario se aplica a la población española. Está formado por una lista de 44 sucesos.
Los problemas metodológicos son que a veces resulta difícil distinguir entre ambos tipos de sucesos. También hay una posible confusión de medidas. Esto se produce cuando incluyendo en la lista ítems relativos a la salud, posteriormente los relacionamos con indicadores también de salud. Según la hipótesis de Watson y Pennebaker, los sujetos con mayor grado de afecto negativo tienden a reflejar mayor grado de estrés en los cuestionarios.