Mientras que el tratamiento conductual se remonta a los días de la intervención sobre el pequeño Albert, las estrategias de Evaluación coherentes con la intervención conductual tardaron años en aparecer, de hecho un primer uso de la EC de manera formal, se hizo en el ámbito de las organizaciones. El surgimiento en los 60 de la EC se debió en gran medida a las limitaciones que presentaba la Evaluación tradicional (ocupada con aspectos muy abstractos, fenómenos no observables, en coherencia con el paradigma psicodinámico).
Tal y como era concebida en sus inicios, la EC incidía en la conducta manifiesta, si bien reconocía la existencia de de variables “encubiertas” estas no eran objeto de análisis, por el contrario, se ocupaba de los aspectos mas específicos de la conducta y sus contingencias ambientales, lo cual resultaba coherente con el enfoque idiográfico de la primera etapa de la TCC. Durante los 70 la EC tuvo una orientación mas amplia, dio paso a la consideración de contextos mas complejos (empresas, familias,...), dicho cambio tuvo que ver con la observación acerca de como estos contextos influía sobre la conducta. Por otra parte se dio paso hacia lo cognitivo (emociones, imágenes, permites, atribuciones....), ademas de variables psicofisiológicas y relacionales, dicho énfasis en un proceder multimodal, forzó la incorporación de técnicas e instrumentos indirectos como los auto-informes. Los 80, fueron testigos de la proliferación de las publicaciones en el ámbito de la EC que, Nelson calificó de luna de miel de la EC, asimismo el surgimiento de la medicina conductual a finales de los 70, amplio el ámbito de la EC a los trastornos psicofisiológicos como el dolor crónico, las patologías cardiovasculares, el asma, etc.
Durante los 90 se dio una rEvaluación de los presupuestos iniciales, yendo más allá del positivismo de la primera época, del cognitivismo de la segunda, para pasar a enfoques contextuales procedentes del conductismo radical, la EC entro así en una dinámica de rápida evolución que se ha prolongado hasta la actualidad, la EC ha cambiado así desde la sustentación de las teorías de aprendizaje y la marcada oposición a los sistemas de Evaluación y clasificación de los 50, hasta la incorporación de eventos internos y variables personales u organísmicas. A pesar de la contradicción conceptual de las propuestas conductuales de Evaluación y las clasificaciones diagnósticas, lo cierto que es las ultimas se realizan cada vez mas, lo cual pareciera difícilmente conciliable con el énfasis de la EC en el tratamiento individualizado. En su curso evolutivo, la EC no solo ha aceptado las contribuciones de otras disciplinas y modelos alternativos, como ejemplo podemos citar la aceptación actual del juicio clínico en el contexto de la entrevista conductual, sino que también se consideran las clasificaciones, DSM, CIE como instrumentos muy útiles, asimismo las técnicas inferenciales son utilizadas en la gran mayoría de las ocasiones (auto-informes), las consecuencias de esta evolución podrían ser mas relevantes que un mero cambio de identidad, pues comportaría el riesgo de perder la forma de proceder que a llevado a la TCC a cotas muy altas de eficacia y efectividad.