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Mediante la “presentación rápida de series visuales” (PRSV) se ha observado que las personas son capaces de ver frases completas mostrando, brevemente, palabra tras palabra en la misma posición, por lo que, una presentación de unos 100 ms es suficiente para identificar cada una de ellas.

5.1 Parpadeo atencional

Se entiende por parpadeo atencional a la especie de incapacidad transitoria de entre 200-500 ms que se produce para atender a un segundo estímulo.

Los modelos del parpadeo atencional defienden que la selección de la información sucede en momentos tardíos del procesamiento, es decir, después de que los estímulos de la serie hayan sido identificados y categorizados.

Según Ohm y Dolter, en un primer estadio de procesamiento todos los ítems presentados en una secuencia de PRSV son identificados y categorizados en una memoria temporal. Sin embargo, se necesita un procesamiento adicional que posibilita la consolidación de los ítems relevantes en un almacén de memoria más estable, un segundo estadio, que actúe a modo de cuello de botella. En este segundo estadio, solo los ítems relevantes son seleccionados para consolidarse en un trazo estable de memoria que permita su identificación o detección.

No obstante, si un ítem previo (primer target) se ha seleccionado y está siendo procesado en ese segundo espacio de capacidad limitada, al acceso de un nuevo ítem (segundo target) es susceptible de (revisar), lo que explica la presencia de PA.

Por otra parte, se ha observado que la detección del segundo target no se ve apenas afectada por el PA cuando ambos T1 y T2 son presentados uno tras otros (beneficio de la posición 1), sino que es a partir de la posición +2 cuando el rendimiento disminuye progresivamente para, posteriormente, comenzar a mejorar.

5.2 Ceguera para el cambio

La percepción subjetiva del mundo es continua y estable a pesar de que los inputs que afectan a los sentidos cambian continuamente.

La “ceguera” o fallo para detectar las modificaciones del ambiente visual es un fenómeno robusto que se puede observar en numerosas tareas.

Para que éste fenómeno se manifieste, la presentación de las dos imágenes debe estar separada por un evento visual alternativo, o por una máscara, que interrumpa el procesamiento de la primera imagen.

No obstante, la detección del cambio sólo es posible si el elemento cambiante está dentro del foco atencional en el momento de pasar desde una a otra imagen.

La técnica habitual para estudiar la detección del cambio es la “técnica del parpadeo”. El mayor descubrimiento fue que las personas raramente detectan el cambio durante el primer ciclo de presentación, llegando a producirse la alternancia entre escenas durante más de un minuto antes de que se detecte el elemento cambiante.

Además, se ha descubierto que las limitaciones atencionales restringen la cantidad de detalles que se pueden percibir en una escena, de tal manera que los detalles no entendidos no son consolidados con la memoria, haciendose complicada la comparación entre dos escenas sucesivas.

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