En psicología, el término inhibición se emplea siempre que la emisión de una conducta disminuye como consecuencia de manipular algún aspecto de la tarea. Por ejemplo, dejar de pulsar los botones de respuesta en una tarea conlleva algún tipo de inhibición.
Inhibición neurológica que contrarresta la activación
Desde la neurología, la inhibición puede entenderse como una reducción del nivel de activación de las neuronas. Este tipo de inhibición neurológica es el resultado de la interconexión de las redes neuronales y no supone un esfuerzo consciente.
Ejemplos de inhibición neurológica serían, la succión de los bebes, que puede aparecer en personas ancianas afectadas de alzheimer, debido a un deterioro en las zonas corticales que lo inhiben.
Otro ejemplo sería el fenómeno de enmascaramiento lateral, que es un fenómeno por el cual ciertos ítems, situados a uno y otro lado de un target, pueden afectar a su detección. El enmascaramiento se hace más evidente cuando el target se sitúa en la periferia del campo visual
Inhibición reactiva
Es un efecto colateral producido por un proceso cognitivo en curso que se ha iniciado deliberadamente.
Inhibición conductual
No siempre es posible describir cómo surge la inhibición o cómo ejerce sus efectos. El término inhibición se utiliza simplemente de forma descriptiva, desde una perspectiva meramente conductual.