La adquisición de la lectura
Los procesos que intervienen en el reconocimiento de la palabra escrita (procesos directamente implicados en el aprendizaje de la lectura) son un subproceso esencial de la lectura, pero constituyen una parte pequeña y limitada del proceso global de la comprensión.
Su importancia viene determinada porque es necesario que este nivel de procesamiento esté suficientemente automatizado por parte del lector, para que éste pueda dedicar sus recursos cognitivos (o de MO) a los procesos de más alto nivel directamente implicados en la comprensión del significado. De lo contrario, el lector tendría que dedicar la mayor parte de su capacidad atencional a los procesos de descodificación y obtención del significado léxico, en detrimento de la interpretación del texto, objetivo último de la lectura.
Modelos de etapas
Postulan la existencia de una secuencia de estadios, cada uno caracterizado por el uso predominante de una determinada estrategia, a través de la cual el lector accede al significado de la palabra.
El modelo teórico de Uta Frith trata de establecer un vínculo entre las teorías del desarrollo y los modelos de lector experto. El lector principiante ha de lograr dominar 3 estrategias para alcanzar la competencia del experto:
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Estrategia logográfica: la palabra se percibe visualmente como un todo y se lee sin mediación fonológica como si fuese un logograma. Esta estrategia se basa en pares asociados, por lo que solo sirve para leer un reducido número de palabras conocidas e incluso puede fallar cuando se modifica algún rasgo irrelevante de la grafía de la palabra. Destaca la importancia de un contexto invariante para que el lector efectúe un reconocimiento adecuado.
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Estrategia alfabética: se corresponde con el desarrollo de la estrategia de descodificación fonológica mediante el aprendizaje explícito de las reglas de correspondencia grafema-fonema y la adquisición del principio alfabético de la propia lengua. Superar esta etapa (en torno a los 7 u 8 años) exige asociar unos signos abstractos con unos sonidos concretos. Esta estrategia implica el uso de mecanismos que permiten segmentar la palabra en sus grafemas.
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Estrategia ortográfica: el lector adquiere estrategias de reconocimiento directo a partir de la representación ortográfica de la palabra, puesto que el léxico interno ya se ha ido dotando de un gran número de representaciones ortográficas con acceso directo. Aunque la palabra se reconoce globalmente, se basa en un análisis sistemático tomando como unidad el morfema.
Frith describe el desarrollo de la lectura como una secuencia de estadios estables de paso obligatorio, de modo que las estrategias surgen sucesivamente y cada una se beneficia de las adquisiciones anteriores.
Estrategias y etapas del modelo de desarrollo de la lectura propuesto por Frith
Logográfica | Alfabética | Ortográfica |
Permite reconocer globalmente palabras familiares | Permite reconocer palabras no familiares y pseudopalabras | Permite reconocer instantáneamente palabras conocidas o parte de ellas |
Se basa en la representación de las características visuales de la palabra y del contexto invariante en que aparece | Se basa en el uso de mecanismos de correspondencia grafema-fonema | Se basa en la creación de un código de acceso directo al léxico interno, cuyas representaciones se han elaborado a través del uso de mecanismos de recodificación fonológica |
Léxico dotado de un número muy reducido de palabras con acceso directo | Acceso léxico a cualquier palabra conocida |
Léxico dotado de un gran número de palabras con acceso directo |
Modelos continuos
No niegan rotundamente la existencia de diferentes fases en la adquisición de la lectura pero cuestionan la necesidad de un paso obligado por cada una de ellas.
Sostienen que es posible acceder directamente a la lectura alfabética sin pasar inexcusablemente por un estadio de lectura no fonológica (logográfica).
El prelector usaría la estrategia logográfica únicamente en el caso de que no tuviera ningún conocimiento de la estructura fonológica de la palabra hablada y de la relación entre los fonemas y los grafemas. En el caso de poseer tal conocimiento pasaría directamente a una lectura alfabética.
Los prelectores que son capaces de segmentar las palabras y conocen las relaciones letra-sonido no comienzan leyendo logográficamente, sino que lo hacen directamente de forma alfabética.
Los niños que aprenden a leer por un método global usan casi exclusivamente una estrategia logográfica, mientras que los que lo hacen por un método mixto usan también estrategias fonológicas.
La adquisición de las estrategias de comprensión
Las estrategias de comprensión constituyen nuestro conocimiento procedimental sobre cómo debemos actuar para conseguir en forma óptima nuestros propósitos durante la lectura. El sujeto debe hacer uso de diversas estrategias si quiere lograr sus objetivos.
Estrategias de comprensión: actividades mentales o físicas que tienen como propósito el logro de la comprensión y que el sujeto controla deliberadamente. Es posible distinguir entre estrategias y destrezas o habilidades (skills) por el carácter consciente y deliberado de las primeras, y automático de las segundas.
Las destrezas automáticas de comprensión se pueden volver estrategias cuando son usadas deliberadamente por el sujeto y las estrategias de comprensión se pueden automatizar convirtiéndose en destrezas que el lector aplica de forma inconsciente.
El uso de las estrategias durante la lectura se produce en todos los niveles del procesamiento del texto. Hay 3 estrategias principales: identificación de ideas importantes, la sumarización y realización de esquemas, y la relectura.
A medida que el sujeto lee, va seleccionando, generalizando o integrando las proposiciones de la base del texto.
Las macroproposiciones a que estos procesos dan lugar pueden caracterizarse como las ideas principales del texto, que relacionadas secuencialmente darían lugar a un resumen del texto y organizadas jerárquicamente darían lugar a esquemas.
La estrategia de relectura por su parte actuaría en el proceso comprobando, evaluando y confirmando la adecuación de la construcción de la macroestructura. Son estrategias de carácter general cuyas metas están relacionadas con las principales operaciones cognitivas que conducen a la representación del significado global del texto.
Identificación de ideas principales
Es la más importante de las estrategias que aplican los sujetos durante la lectura y es la base para la construcción de otras estrategias más complejas, como la elaboración de resúmenes y esquemas estructurales.
Para la identificación de la idea principal se han usado diversos tipos de estrategias, la más extensamente usada es la denominada estrategia estructural o identificación de la estructura retórica usada por el autor para organizar las ideas del texto.
La estrategia estructural ha mostrado una gran efectividad para la identificación de la información más importante y su recuerdo posterior, siempre que en el entrenamiento se conecte explícitamente su uso con la construcción de la macroestructura. Su efectividad es muy dependiente tanto del nivel evolutivo general de los lectores (la edad) como de su nivel de competencia lectora.
En un estudio sólo los sujetos de más edad eran capaces de reconocer las ideas importantes y la organización jerárquica del texto. El entrenamiento en identificación de las ideas principales mediante el uso de la estrategia estructural es más efectivo si se acompaña de la instrucción en estrategias metacognitivas que ayuden al lector a supervisar y regular su propio proceso de comprensión.
La instrucción en estrategias de identificación de la idea principal mejora la comprensión y el recuerdo de los textos expositivos. La instrucción es más efectiva si se usan múltiples estrategias.
Un factor importante en la efectividad de la instrucción es el método usado para realizarla. Uno de los métodos más importantes es el de instrucción directa cuya característica fundamental es que proporciona a los sujetos una explicación detallada, paso a paso, sobre cómo poner en acción cada uno de los componentes que forman una estrategia.
La sumarización y elaboración de esquemas
La sumarización implica la previa identificación de las ideas principales del texto, la aplicación de las macrorreglas para sintetizar la información y la conexión de esta información para formar un nuevo texto: el resumen o sumario.
La sumarización también muestra un claro patrón evolutivo. Los mayores son capaces de realizar mejores sumarios o resúmenes de los textos. La realización de buenos resúmenes depende de la habilidad que tengan los sujetos para reconocer la propia estructura expositiva del texto.
Los lectores expertos reconocen las estructuras retóricas de los textos y las usan como un “molde” que deben rellenar para construir el resumen del texto. Por el contrario, los lectores inexpertos son incapaces de reconocer y usar las estructuras expositivas textuales por lo que se limitan a seleccionar algunas ideas inconexas del texto.
Según Meyer, los lectores expertos usan un tipo de procesamiento activo del texto, al que llama “estrategia estructural” que consiste en activar sus conocimientos retóricos sobre las superestructuras de los textos y usar la propia estructura textual para la comprensión y realización del resumen.
En un estudio los sujetos de entre 10 a 12 años realizaban los resúmenes o sumarios de los textos de una forma característica. Los sujetos usaban una estrategia pasiva, parcialmente incorrecta, a la que denominaron “copiar-suprimir” que consistía básicamente en copiar superficialmente parte del texto.
Por el contrario, los sujetos expertos de más edad realizaban los resúmenes de forma activa, interactuando y “haciendo preguntas” al texto, y formulando las ideas principales del mismo con sus propias palabras.
Las estrategias pasivas de sumarización del tipo “copiar-suprimir” estaban bastante extendidas entre los lectores no expertos, incluso durante la adolescencia y la edad adulta, mostrando una gran resistencia al cambio debida a su carácter parcialmente eficaz.
La elaboración de esquemas es una estrategia estrechamente relacionada con la estrategia de sumarización. La diferencia entre construir un esquema y elaborar un resumen reside fundamentalmente en el grado y forma en que se hacen explícitas las relaciones lógicas existentes entre las ideas principales o macroproposiciones del texto.
El objeto del esquema consiste precisamente en destacar mediante la propia presentación (y no únicamente mediante el texto) la estructura lógica de las ideas principales que aparecen en el texto. Existe una estrecha relación entre el resumen y el esquema, pues ambos se realizan siguiendo la estructura retórica del texto.