Los problemas de rendimiento suelen aflorar cuando los alumnos no establecen metas, ni planifican cómo lograrlas, ni supervisan su progreso hacia ellas.
Alumnos con rendimiento bajo y expectativas bajas de éxito
Los alumnos con rendimiento bajo y expectativas bajas de éxito necesitan que les aseguren constantemente que pueden cumplir las metas y los desafíos establecidos para ellos y que les proporcionen la ayuda y el apoyo que necesitan para tener éxito (Brophy).
El síndrome del fracaso se refiere a poseer expectativas bajas de éxito y a rendirse a la primera señal de dificultad. Los estudiantes con síndrome de fracaso son distintos de los que presentan un rendimiento bajo, quienes fracasan a pesar de esforzarse todo lo que pueden. Los estudiantes con síndrome de fracaso suelen tener una autoeficacia baja y una disposición mental fija.
Alumnos que protegen su autoestima evitando el fracaso
Algunas personas están tan preocupadas por proteger su autoestima y evitar el fracaso que abandonan la prosecución de metas y emplean estrategias ineficaces que incluyen:
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Falta de rendimiento.
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Procrastinación.
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Establecimiento de meta inalcanzables.
Algunas estrategias para ayudar a los alumnos a reducir la preocupación de proteger su autoestima y evitar el fracaso son las siguientes:
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Guiar a los alumnos para que se fijen metas difíciles, pero realistas.
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Ayudar a los alumnos a fortalecer la relación entre su esfuerzo y su autoestima. Dígales que estén orgullosos de su esfuerzo y minimice la comparación social.
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Estimular a los alumnos a tener creencias positivas sobre sus capacidades.
Alumnos que procrastinan
La procrastinación está asociada con la facilidad para distraerse y con una disminución en la autoeficacia, la minuciosidad y la motivación hacia el rendimiento (Steel).
La procrastinación puede adoptar varias formas, incluyendo las siguientes:
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Ignorar la tarea con la esperanza de que desaparezca.
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Subestimar el trabajo que implica la tarea o sobreestimar las capacidades y los recursos de uno mismo.
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Dedicar horas interminables a los videojuegos y a navegar por internet.
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Sustituir el estudio por otra actividad importante, pero de prioridad baja, como la limpieza de la habitación.
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Creer que retrasos pequeños repetidos no serán perjudiciales.
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Perseverar solo en una parte de la tarea, como la escritura y la reescritura del primer párrafo de un trabajo, pero no abordar nunca el tema completo.
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Quedar paralizado ante la elección entre dos alternativas, con el resultado de no hacer ninguna de ellas.
Algunas estrategias para ayudar a los alumnos a superar la procrastinación incluyen:
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El reconocimiento de que tienen este tipo de problema.
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Animarles a identificar sus valores y metas.
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Ayudarles a gestionar el tiempo con más eficacia.
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Dividir la tarea en partes pequeñas.
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Enseñarles a emplear estrategias conductuales y cognitivas.
Alumnos perfeccionistas
Los perfeccionistas piensan que los errores no son aceptables nunca y que deben alcanzar los estándares de rendimiento más altos siempre.
Los perfeccionistas son vulnerables ante la disminución de la productividad, problemas de salud o de relaciones sociales, y a la autoestima baja.
La depresión, la ansiedad y los trastornos de la conducta alimentaria son resultados frecuentes del perfeccionismo (Rice y cols.).
Alumnos con ansiedad alta
La ansiedad es una sensación vaga, muy desagradable, de miedo y apresión.Es normal que los alumnos muestren preocupación e inquietud cuando se enfrentan a desafíos escolares, como tener que aprobar un examen.
Los niveles altos de ansiedad son el resultado de las expectativas de rendimiento irreales y de la presión de sus padres (Wigfield y cols.).
En muchos estudiantes, la ansiedad crece a lo largo de los años escolares, según se enfrentan a evaluaciones frecuentes, comparación social y experiencias de fracaso.
Se han probado algunos programas para reducir los niveles de ansiedad: técnicas de relajación; modificación de pensamientos negativos por otros más positivos centrados en las tareas. Estos últimos han demostrado mayor eficacia que las técnicas de relajación.
Alumnos desinteresados o alienados
Brophy sostiene que el problema de motivación más difícil afecta a alumnos apáticos, desinteresados por aprender o alienados del aprendizaje escolar.
Para llegar a los alumnos apáticos se precisan esfuerzos constantes para resocializar sus actitudes hacia el rendimiento escolar (Murdock).
Algunas estrategias que pueden permitir conectar con el alumno desinteresado o alienado:
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Cree una relación positiva con el alumno.
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Logre que la escuela sea más interesante intrínsecamente.
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Enseñe estrategias para que el trabajo académico sea más agradable.
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Considere la ayuda de un orientador, pida ayuda de la comunidad o de un alumno mayor a quien el alumno desinteresado respete.