Un control eficaz del aula maximiza las oportunidades de aprendizaje de los niños. La tendencia actual del control del aula destaca un énfasis mayor en guiar a los alumnos hacia la autodisciplina y menor hacia el control externo del alumno.
Temas de control en las aulas de enseñanza primaria y secundaria
Las aulas de enseñanza primaria y secundaria presentan muchos temas de control similares. En todos los niveles, los profesores competentes en el control del aula crean un ambiente óptimo y positivo para el aprendizaje, establecen y mantienen reglas, logran que los alumnos cooperen, abordan eficazmente los problemas y utilizan buenas estrategias de comunicación.
Sin embargo, los mismos principios de control del aula se aplican a veces en las escuelas de enseñanza primaria de manera diferente a las de secundaria, porque estos centros están estructurados de forma distinta (Evertson y Emmer).
Los profesores de enseñanza primaria pasan mucho más tiempo con los mismos alumnos en el espacio reducido de una única aula, y al tener que relacionarse con las mimas personas todo el día, pueden tener sensación de confinamiento y aburrimiento, entre otros problemas. Sin embargo, es más probable que los profesores de secundaria se enfrenten a un espectro más amplio de problemas que sus homólogos de primaria. Estos profesores tienen que impartir las lecciones a un ritmo rápido y gestionar el tiempo eficazmente, porque los periodos de clase son cortos.
Los problemas de los estudiantes de secundaria pueden ser de carácter más crónico y estar arraigados con más profundidad, por lo que son más difíciles de modificar que los problemas de los alumnos de primaria.
El aula saturada, compleja y potencialmente caótica
Weinstein y Mignano han empleado este enunciado como una alerta de posibles problemas y han destacado las seis características de Doyle que reflejan la complejidad de un aula y la posibilidad de que existan problemas:
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Las aulas son multidimensionales. Las aulas son escenarios de muchas actividades de tipo académico. Los profesores tienen que mantener un registro de las tareas pendientes y conseguir que los alumnos cumplan el horario.
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Las actividades se producen simultáneamente. Un grupo puede estar escribiendo en tanto que otro está comentando con el profesor, otro está molestando a su compañero y quizás otros estén hablando.
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Los sucesos ocurren rápidamente. Los sucesos requieren con frecuencia una respuesta inmediata. Ej. dos alumnos discuten repentinamente; un alumnos se queja de que otro está copiando; un alumno pinta con rotulador la camiseta de su compañero; u otro se muestra maleducado con el profesor.
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Los sucesos son a menudo imprevisibles. Aunque planifique las actividades diarias y estén organizadas, se presentarán sucesos imprevisibles.
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Hay poca intimidad. Las aulas son lugares públicos donde los alumnos observan cómo controla el profesor los problemas de disciplina, los sucesos imprevisibles y las circunstancias frustrantes.
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Las aulas tienen memoria. Los alumnos recuerdan lo que ha ocurrido en su aula anteriormente.
El carácter saturado y complejo del aula puede causar problemas si no se controla eficazmente.
Lograr un inicio correcto
Un aspecto clave para controlar la complejidad del aula es aprovechar los primeros días y semanas del curso escolar para:
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Informar de sus procedimientos y reglas a la clase y lograr la cooperación del alumnado en su cumplimiento.
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Lograr que los alumnos participen activamente en todas las actividades de aprendizaje.
Fomentar la instrucción y un ambiente positivo en el aula
A pesar de la opinión generalizada de que la indisciplina es el principal problema en la escuela, la psicología educativa hace hincapié en el modo de crear y mantener un ambiente positivo en el aula que apoye el aprendizaje (Evertson y Emmer). Esto supone el empleo de estrategias preventivas y proactivas, en lugar de tácticas disciplinarias reactivas.
Kounin se interesó por comprobar cómo respondían los profesores ante el mal comportamiento de los alumnos. Kounin se sorprendió al observar que todos los profesores respondían de forma similar ante un mal comportamiento. Lo que los profesores que gestionaban eficazmente el aula hacían mucho mejor que los ineficaces era controlar las actividades de grupo.
Un aula controlada correctamente se definía históricamente como una máquina bien engrasada, pero hoy en día se considera más bien como una colmena de actividad (Randolph y Evertson).
Metas y estrategias de control
El control eficaz del aula tiene dos objetivos principales:
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Ayudar a los alumnos a dedicar más tiempo a aprender y menos tiempo a actividades sin objetivo.
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Evitar que los alumnos manifiesten problemas académicos y emocionales.