Una de las tareas primordiales del psicólogo en la primera entrevista es conocer y comprender el problema del paciente. Las estrategias que utilice dependen no sólo del modelo teórico con el que trabaja, sino de sus conocimientos, habilidades técnicas y experiencia profesional, sin desestimar al propio paciente. Se deben tener en consideración los siguientes aspectos:
-
Motivo de la consulta. En ocasiones no coincide con lo que al final de la entrevista el profesional considera que es el principal problema del paciente.
-
Percepción del sujeto.
-
Análisis de la demanda. Es fundamental conocer por qué acude ahora, qué consultas previas ha realizado, quién le ha animado...
-
Antecedentes. En ocasiones tan importante como los antecedentes es conocer qué mantiene en la actualidad esos problemas, los factores asociados de los síntomas son muy importantes.
-
Consecuencias del problema. Cuando un paciente viene con una idea formada de cómo los problemas le influyen en su vida. A veces hay que modificar esta visión por una más ajustada a la realidad del sujeto.
-
Determinar la severidad.
-
Tentativas de solución que el paciente ha empleado hasta el momento y los resultados obtenidos.
-
Jerarquizar los problemas dependiendo de la gravedad de los mismos, de la urgencia en solventarlos o de la viabilidad del cambio.
-
Definición operativa del problema o problemas del paciente
-
Hipótesis diagnósticas iniciales
-
Pronóstico. Al finalizar la primera entrevista el profesional puede prever qué exploración clínica será necesaria y las técnicas que deberá utilizar. Esto se puede realizar a través de un mapa conceptual que dé cuenta de la síntesis del proceso.