El hecho de que los individuos que constituyen el grupo atraviesen por distintas fases de pertenencia grupal, y de que no todos pasen por las mismas fases al mismo tiempo, influye en el proceso de desarrollo del grupo en conjunto. Ejemplo, la necesidad de socializar a nuevos miembros y de resocializar a miembros marginales muchas veces puede retrasar el avance del grupo, debido a que los recursos y el tiempo empleados en estas funciones no están disponibles para otro tipo de actividades que facilitan el desarrollo grupal.
El proceso de desarrollo del grupo también afecta al proceso de socialización. Hay actividades de socialización que rara vez ocurren en determinadas fases del desarrollo grupal. Ejemplo, durante la fase de formación del grupo es normal que se produzcan actividades de investigación (reclutamiento por parte del grupo y reconocimiento por parte de los individuos), pero no pueden darse actividades de socialización, mantenimiento o resocialización porque el grupo aún no ha desarrollado un sistema de normas. Además, las actividades de socialización grupal que ocurren en más de una fase del desarrollo del grupo pueden operar de forma distinta en cada fase.
Dos investigaciones en el marco del modelo de Worchel que ilustran cómo determinados procesos se ven influidos por la etapa de desarrollo en que se encuentre el grupo: percepción de la homogeneidad grupal y las relaciones con otros grupos.
Percepción de la homogeneidad grupal
Worchel y colaboradores han estudiado cómo afectan las fases de desarrollo grupal a la percepción de la homogeneidad dentro del grupo por parte de los miembros.
Se percibirá más homogeneidad en la fase de identificación grupal, y mucha menos en las fases de individuación y declive, debido a que en la primera el interés del grupo se centra en descubrir aspectos comunes entre los miembros del propio grupo que los diferencien de los exogrupos, lo que aumenta la cohesión, mientras que en las otras dos fases los individuos buscan diferenciarse de otros miembros del grupo para incrementar su propia individualidad, así como posibles puntos en común con personas de otros grupos potencialmente más atractivos.
Las relaciones con otros grupos
Worchel, Coutant-Sassic y Wong (1993) analizaron las relaciones entre el endogrupo y los exogrupos a lo largo de distintas fases del desarrollo grupal.
Cuando un grupo se encuentra en la fase de identificación buscará el conflicto y la competición con los exogrupos, pero ese conflicto será cada vez menos frecuente a medida que el grupo avanza hacia otras fases. Durante la fase de productividad grupal, ese conflicto distraería a los miembros de las actividades orientadas a la tarea, y malgastaría los esfuerzos necesarios para realizarla. Durante la individuación los miembros empiezan a establecer comparaciones sociales con otros miembros de su propio grupo y con los de los exogrupos, y utilizan su valor potencial para otros grupos como presión para negociar sus propias recompensas en el grupo, para lo cual necesitan información sobre esos exogrupos. Por último, en la fase de declive los miembros buscan activamente grupos alternativos, para lo cual sería perjudicial el conflicto entre su grupo de origen y esos grupos potenciales.
Estos resultados indican que la reducción de la hostilidad entre grupos sólo es posible una vez que éstos hayan superado la fase de establecimiento de su identidad y no sientan que la interacción con miembros de otros grupos amenaza dicha identidad.