La conducta agresiva se define como aquélla que se realiza con intención de hacer daño a alguien. El comportamiento agonístico es un concepto más general que incluye cualquier conducta de oposición a otros, como la competición, el enfrentamiento, la desobediencia y, por supuesto, la conducta agresiva.
En Psicología Social, este tipo de conducta se contempla como parte del repertorio normal del individuo, es decir, como algo natural. En los últimos años se están llevando a cabo investigaciones cuyos resultados hacen pensar que quizá la cuestión no esté tanto en eliminar la conducta agresiva como en distinguir entre la que es adaptativa y la que no lo es, para fomentar la primera y controlar la segunda.