El enfoque de los sistemas de memoria ha sido criticado por los defensores de las teorías del procesamiento. Las críticas se refieren a que no existen criterios para generar cinco sistemas de memoria diferentes, que la propuesta se centra en la existencia de disociaciones sobretodo, y que tiene dificultad para explicar los resultados del principio y el final del ciclo vital.
Estos defensores del procesamiento se basan en los procesos de codificación y recuperación en lugar de postular sistemas de memoria y su posible localización cerebral. La memoria para ellos es un proceso activo y constructivo. La recuperación de la información a partir de la memoria dependerá de las claves ambientales y de la información procesada previamente por el individuo.
Craik y Lockhart (1972) ofrecieron la propuesta que sugería que el procesamiento puesto en marcha por el individuo era más importante que el almacén de memoria en el que se recogía esta información. Estos investigadores proponen que la memoria es el resultado de unos análisis que van desde un análisis superficial de los estímulos basado en sus rasgos físicos, hasta un nivel más profundo donde se implica el significado y la semántica. (a mayor nivel de procesamiento, el recuerdo será mejor).
El principal problema de los niveles de procesamiento es su falta de objetividad ya que no es posible evaluar “a priori” la profundidad de un tipo particular de procesamiento. Existen tareas en las que el nivel de profundidad del procesamiento requerido para su realización no está claro y no se puede determinar de forma objetiva.
La propuesta de los defensores de la transferencia de procesamiento apropiado sugiere que un tipo de procesamiento durante la fase de estudio producirá mejor actuación en una prueba de memoria si resulta apropiado para el tipo de prueba que se use para la evaluación de la memoria.
Para esta postura, tanto el procesamiento durante la fase de codificación como el de la recuperación son muy importantes.
Un problema al que se enfrentan las teorías de procesamiento es que no existen índices que midan exactamente la profundidad de procesamiento que pone en marcha una persona mientras realiza una determinada acción. Tanto las teorías de la profundidad como las de transferencia carecen de una especificación formal. La mayor parte de las tareas exigen ambos tipos de procesamiento y es difícil evaluar la contribución relativa de cada tipo de procesamiento.
La mayor debilidad de esta postura es la dificultad de explicar los datos que muestran una destrucción total de la memoria episódica en la amnesia mientras que está conservada la memoria semántica y la implícita, evaluada por el priming de repetición. Esta es la mayor fortaleza de los sistemas de memoria.