Condicionamiento del miedo
Cuando un individuo se ve sometido a una experiencia extresante, la señal sensorial es enviada a la amígdalas, donde se integra con señales del córtex ventromedial prefrontal y del hipocampo, por lo que una respuesta del miedo puede tanto generarse como suprimirse. La amígdala puede recordar los estímulos asociados con esa experiencia incrementando la eficiencia de la neurotransmisión del glutamato, de modo que en futuras exposiciones a los estímulos, la respuesta al miedo sea activada más eficientemente. Portanto el CVMPF y el hipotálamo aprenden un nuevo contexto para el estímulo temeroso y envían señales a la amígdala para suprimir la respuesta de miedo.
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Extinción del miedo
Es la progresiva reducción de respuesta a un estímulo atemorizante y ocurre cuando el estímulo se presenta repetidamente sin consecuencias adversa. Cuando ocurre la extinción del miedo parece que el condicionamiento del miedo original no se ha olvidado realmente incluso aunque la respuesta al miedo pueda reducirse profundamente pasado el tiempo mediante el proceso activo de extinción del miedo.
Reconsolidación
Cuando el miedo es condicionado por primera vez, decimos que el recuerdo queda consolidado vía un proceso molecular que antes se creía que era permanente. Sin embargo hay investigaciones que sugieren que la administración de bloqueadores adrenérgicos u opioides pueden potencialmente mitigar el condicionamiento del recuerdo traumático original. Además, la investigación también demuestra ahora incluso cuando los recuerdos emocionales han sido consolidados como condicionamiento del miedo, podrían cambiar cuando son recuperados. La reconsolidación es el estado en el que la reactivación de un recuerdo consolidado del miedo lo hace más labio. Esto requiere una síntesis de proteínas para mantener el recuerdo intacto y como en el condicionamiento del miedo, también podría ser interrumpido por bloqueadores beta.