La demencia no solo es un trastorno de la memoria, ya que muchos pacientes también asocian diversos síntomas conductuales y emocionales.
Los antipsicóticos no están recomendados para su uso en agitación y síntomas conductuales de Alzheimer porque hay escasa evidencia de eficacia a partir de ensayos controlados y porque este grupo de fármacos produce un aumento constatado del riesgo de eventos cardiovasculares y de mortalidad en pacientes ancianos con demencia.
Actualmente, ninguno de los antipsicóticos atípicos está aprobado por la FDA para estas indicaciones clínicas y todos incorporan advertencias acerca del incremento del riesgo de eventos cardiovasculares y de mortalidad en es esta población. Dado que en la "vida real" el riesgo que implica el no tratar, para el paciente o para terceros, algunos pacientes requerirán tratamiento con antipsicóticos atípicos. En este caso, se prefiere el uso de risperidona a dosis bajas. El clínico debería estar alerta para diferenciar el Alzheimer de la enfermedad por cuerpos de Lewy antes de prescribir un antipsicótico. Los pacientes con demencia por cuerpos de Lewy pueden parecer psicóticos, con síntomas predominantemente conductuales, llamativas fluctuaciones del estado clínico y alucinaciones visuales, pero son extremadamente sensibles a los efectos secundarios extrapiramidales, incluso de los antipsicóticos atípicos, lo que puede provocar graves reacciones que incluso supongan una amenaza vital potencial.
Otros objetivos propuestos para la demencia
Se han probado distintos agentes psicofarmacológicos por su potencial como tratamientos del Alzheimer, pero ninguno ha demostrado ser efectivo.