Los trastornos por uso de drogas constituyen en la actualidad uno de los problemas de salud publica más importante y tanto su consumo como las consecuencias derivadas del mismo son un tema de atención y preocupación prioritario para todos los países de nuestro entorno. Por este motivo, el desarrollo de programas de prevención y tratamiento eficaces es un asunto de gran relevancia científica y social.
El denominado modelo biopsicosocial es el modelo de referencia inexcusable para el abordaje de las drogodependencias. Se trata del marco conceptual más adecuado para analizar las interacciones entre el ambiente y los factores biológicos implicados en las conductas de consumo de drogas, con independencia de la sustancia de referencia.
De acuerdo con los informes y las guías de tratamiento promovidas en los últimos años por las entidades más importantes en este ámbito, los tratamientos psicológicos son una parte central y critica para el tratamiento efectivo del abuso y de la dependencia a las drogas. Existe un importante soporte científico que avala la eficacia de determinadas técnicas psicológicas en el tratamiento de las conductas adictivas, en particular, la terapia cognitivo- conductual, combinada o no con apoyo farmacológico.
Se puede afirmar sin ninguna duda que la intervención psicológica es esencial tanto para la prevención como para el tratamiento de las drogodependencias.