En la formación del vinculo de apego, el modelo evolutivo de Bowlby (1969) contempla cuatro fases :
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Orientación y señales sin discriminación de figura (desde el nacimiento hasta las ocho/doce semanas).
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Orientación y señales dirigidas hacia una o más figuras discriminadas (entre los dos/tres meses y los seis/siete ).
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Mantenimiento de la proximidad hacia una figura por medio tanto de la locomoción como de señales (desde los seis/siete meses a los veinticuatro). Esta fase es la fase de apego propiamente dicha. En esta fase el bebé puede sufrir la crisis de separación o angustia de separación.
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Formación de una asociación con adaptación al objetivo (desde los veinticuatro meses en adelante).