Kruglanski (1989) defiende que es difícil concebir una actividad cognitiva libre de base motivacional (cognición caliente, estrategia motivada).
Razonamiento motivado (Kunda, 1990): la motivación está presente en todas las diferentes fases del proceso cognitivo.
Las metas influyen en qué creencias y reglas aplicamos al hacer juicios y también en cuánto tiempo y esfuerzo dedicamos. Kruglanski clasifica las metas según su efecto en la cognición:
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Metas de precisión: nos motivan para llegar a la conclusión más acertada (proceso deliberativo).
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Metas de dirección: nos motivan para llegar a una determinada conclusión, la que más nos conviene.